Maurice Oliva, el ganador del premio Weizmann 2016
Por Janet Cacelín
Ciudad de México. 8 de junio de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Cuando Maurice decidió viajar a México desde su natal Cuba para hacer un doctorado a finales de 2011, motivado por la ciencia pero principalmente por su esposa quien estudiaba un posgrado en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), no imaginaba que cinco años después, gracias a una investigación teórica sobre el grafeno deformado, se convertiría en el ganador del premio Weizmann 2016 en la categoría de tesis en Ciencias Exactas.
Maurice Oliva Leyva estudió la licenciatura en física en la Universidad de La Habana, una vez graduado comenzó a laborar como profesor de asignatura al mismo tiempo que realizaba una maestría en ciencias físicas; actualmente realiza un posdoctorado en el Instituto de Investigaciones en Materiales de la UNAM.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, Oliva señaló que fue gracias a un par de amigos investigadores que se enteró de la existencia del premio Weizmann y ellos lo animaron a concursar.
“Organicé mis papeles, llevé las cartas y me inscribí justo el último día. Sabía que mucha gente con investigaciones de gran calidad participaba, es un premio nacional y sé que es muy competido. Fue a finales de marzo cuando me notificaron que había sido ganador en la categoría de Ciencias Exactas”, relató.
El premio Weizmann es un galardón otorgado por la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) con el patrocinio de la Asociación Mexicana de Amigos del Instituto Weizmann de Ciencias. Desde 1986, ambas instancias se encargan de seleccionar las mejores tesis de doctorado en México realizadas por investigadores con menos de 35 años, tomando en cuenta la originalidad, el rigor académico y la importancia científica.
Actualmente se premian tres categorías: Ciencias Exactas, Ciencias Naturales e Ingeniería y Tecnología.
Las propiedades electrónicas y ópticas del grafeno deformado
La tesis de Oliva Leyva, titulada Hamiltoniano efectivo de Dirac para el grafeno deformado: propiedades electrónicas y ópticas, estuvo enfocada en estudiar teóricamente cómo se afectan las propiedades eléctricas y ópticas del grafeno cuando es sometido a deformaciones por medio de tensiones mecánicas.
El grafeno surge cuando pequeñas partículas de carbono se agrupan de forma muy densa en láminas de dos dimensiones y en celdas hexagonales. Es un material delgado y resistente que, como conductor de electricidad, se comporta como el cobre, y, como conductor de calor, supera a cualquier otro material conocido, según explica la Fundación Nobel.
Gracias a su amplio rango de respuesta elástica, hasta 20 por ciento, las deformaciones mecánicas del grafeno son una vía para modificar sus propiedades. De ahí comenzó el interés de Oliva y su asesor, el doctor Gerardo García Naumis, por estudiar el grafeno deformado.
“Lo que hicimos primero fue encontrar cuál es la ecuación mecánico-cuántica que describe a los portadores de carga, electrones y huecos, en grafeno deformado. Explícitamente encontramos cómo la deformación se veía reflejada en la ecuación mecánico-cuántica que describe el comportamiento electrónico del grafeno deformado. Por ahí arrancó nuestro trabajo”, detalló.
Como resultado de la búsqueda, lograron derivar una ecuación más general que las reportadas hasta ese momento.
“En general, es un trabajo teórico, pero este puede ser de interés para un público muy amplio, como puede ser físico teórico interesado en cuestiones básicas de mecánica cuántica relativista o un investigador experimental que está en un laboratorio intentando hacer tecnología, como puede ser un sensor de deformación”, señaló.
De La Habana a la Ciudad de México
Para Maurice, la decisión de viajar de Cuba a México fue circunstancial, gracias a una motivación personal.
“Resulta que mi esposa también estudió en La Habana y luego vino a hacer un doctorado aquí a México. Para no estar separados busqué venir también y tuve la suerte de contar con el apoyo permanente del doctor Naumis. Logré pasar los exámenes de ingreso del Posgrado en Ciencias Físicas de la UNAM, del cual estoy infinitamente agradecido, y entré al doctorado en agosto de 2012”, relató.
Oliva asegura que en ese momento sabía poco de grafeno porque su formación no era en física de materiales, pero lo que le ayudó fue su habilidad en matemáticas.
Actualmente, Maurice realiza un posdoctorado en el Instituto de Materiales de la UNAM, trabajando en el mismo tema, sobre las propiedades de grafeno deformado y otros materiales bidimensionales con deformaciones, bajo la asesoría del doctor Chumin Wang.
• Maurice Oliva
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