Museo de Ciencia y Tecnología Xoloitzcuintle
Por Amelia Gutiérrez Solís
Colima, Colima. 14 de mayo de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Los museos de ciencia son en la actualidad verdaderos centros de educación o de enseñanza científica, afirmó el administrador del Museo Interactivo de Ciencia y Tecnología Xoloitzcuintle, Francisco Javier López Pinto.
“Son espacios donde los estudiantes y maestros pueden reafirmar los conocimientos que están viendo en las aulas, por ello en este museo hemos estado implementando el desarrollo de experimentos, es decir, nos vamos de la parte teórica formal a la parte aplicativa”, resaltó.
López Pinto señaló que la finalidad del Museo Interactivo de Ciencia y Tecnología Xoloitzcuintle es ampliar el conocimiento sobre divulgación científica y tecnológica en el estado de Colima y ser semillero de futuros investigadores y científicos.
Historia
El Museo Interactivo de Ciencia y Tecnología Xoloitzcuintle fue inaugurado el primero de noviembre de 2009 con el objetivo de que la población colimense, sobre todo la niñez, tuviera un espacio para el aprendizaje de la ciencia y la tecnología.
En lo que se refiere al significado de la palabra Xoloitzcuintle, López Pinto explicó que es el nombre que se le daba a un perro prehispánico propio de Colima. Una de las representaciones prehispánicas que simbolizan al estado son dos perritos bailarines, en posición de que están bailando, pero la verdadera razón es que un perro viejo le está transmitiendo los conocimientos a un perro joven.
“Nosotros retomamos este lema, por eso todas las personas que acudan al museo reciben un conocimiento científico a través de diferentes aparatos de física elemental”, afirmó el administrador de este recinto, que se ubica en el complejo cultural, recreativo y deportivo de La Piedra Lisa, en la capital del estado.
El Museo Interactivo de Ciencia y Tecnología contiene área de exhibiciones y juegos científicos, planetario, sección de maquetas escultóricas hiperrealistas, auditorio y aula didáctica.
Física elemental
La mayoría de los aparatos de física está basada en principios o aportaciones de reconocidos científicos. Por ejemplo, entre estos están las tres leyes de Newton; la primera ley de Newton, que es referente a la inercia, señala que para que un objeto se pueda mover se debe aplicar una fuerza.
En la primera ley de Newton se tiene un arco, en el cual penden unas esferas metálicas que están conectadas por tirantes unas con otras, de manera que si mueven una esfera, ese movimiento se transmite a todos los tirantes y, por ende, a las esferas.
La segunda ley de Newton se encarga de cuantificar el concepto de fuerza, es decir, la fuerza neta aplicada sobre un cuerpo es proporcional a la aceleración que adquiere dicho cuerpo.
Mientras que la tercera ley de Newton, también conocida como principio de acción y reacción, enuncia que a toda acción corresponde una reacción igual, pero en sentido contrario.
Para ejemplificar esta ley, en el museo hay una cabina donde está montado un miniavión que se mueve a base de agua, en donde la acción del agua empuja el avión hacia adelante mientras que el chorro de agua sale hacia atrás.
El administrador del museo, quien se ha dedicado a la divulgación científica desde hace más de 15 años, dijo que en el tiro parabólico, en el que se observa una aplicación de las leyes de Newton, se lanza un objeto hacia arriba de manera curva.
“Esa parábola que forma el objeto que lanzamos es efecto de la fuerza de gravedad, que desde que el objeto es lanzado hacia arriba la gravedad como un imán empieza a jalar el objeto hacia abajo”, señaló.
Otro de los aparatos lúdicos e instructivos aborda el principio de Bernoulli, quien fue un científico que descubrió qué es lo que permite que los aviones puedan volar, por lo que cuentan con una maqueta de una avioneta.
Además, los asistentes experimentan cómo la fuerza del viento es capaz de poder sostener pelotas a diferentes alturas, detalló López Pinto en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt.
Los niños en los principios de la palanca, descubierta por Arquímedes, experimentan un aumento en su potencial usando una palanca, con la cual pueden ser capaces de mover toneladas en peso.
“Tenemos también las poleas que, junto con las palancas, nos permiten poder levantar objetos muy pesados; tenemos los engranes, que son considerados las piezas mecánicas más simples que existen, los cuales tienen dos funciones: una es producir movimiento y la otra es que los engranes permiten a una persona aumentar su fuerza y mover toneladas en peso”, señaló el administrador del museo.
En las visitas guiadas se les explica a los visitantes los principios de física y sus aplicaciones y, una vez que cuentan con esta información, ellos interactúan con los aparatos.
En el museo también existe un simulador de huracanes, donde los visitantes pueden experimentar la velocidad del viento de este tipo de fenómenos naturales, que se clasifican en cinco categorías, mientras una pantalla les transmite información de las rachas de los vientos y los destrozos que ocasionan a su paso.
En este espacio, que está a cargo de la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado, destaca una maqueta a gran escala de un volcán que muestra las capas que lo conforman y los factores que provocan una erupción. Después de la explicación, los visitantes suben por una escalera al cráter del volcán y salen por una resbaladilla simulando que son lava.
Otro de los atractivos es el muro de los pixeles, en el que las personas plasman una imagen de su cuerpo en tercera dimensión.
Asimismo, por medio de una maqueta escultórica hiperrealista de un galeón español explican la densidad de las cosas, en este caso, qué hace flotar un barco. También hay un laboratorio de electricidad estática, donde tienen la bobina de Tesla, que es un transformador resonante que genera electricidad estática.
“Entre las novedades tenemos tres salas de energías alternas, en donde explicamos qué hacer en caso de que no existan las fuentes para producir energía doméstica. Mediante experimentos presentamos tres alternativas de producir energía doméstica a través de la energía solar, de productos naturales como cítricos y de agua salada”, detalló López Pinto.
Documentales didácticos
El planetario del Museo Interactivo de Ciencia y Tecnología Xoloitzcuintle tiene una capacidad para albergar a 67 personas en cada proyección y está equipado con una pantalla que es un domo que rodea toda el área de las butacas y el proyector, que se llama ojo de pez, transmite imágenes en tercera dimensión.
Los visitantes observan documentales de astronomía, anatomía y otros de animación para el público infantil. Entre los documentales, está Universo, que es un recorrido por el sistema solar, origen y principales características del universo; Safari cósmico aborda cómo sería la vida en otros planetas y Microcosmos es un viaje al interior del cuerpo humano pasando por los principales sistemas.
Mundos de hielo describe la importancia del hielo para el planeta Tierra y la existencia de este en el sistema solar. Mientras que las diferentes teorías del origen y evolución del universo y de nuestro planeta, así como de la raza humana, se exponen en el documental Del Big Bang a la vida.
Kaluoka'hina, el arrecife encantado es una película animada infantil que muestra la relación de la luna con las mareas y algunos aspectos del océano.
Visitas escolares
Además se programan visitas guiadas que incluyen la entrada tanto al museo como al planetario de grupos escolares, desde preescolar hasta el nivel superior, procedentes de Colima, Jalisco y Michoacán, con el propósito de ofrecer un espacio educativo, en donde niños, adolescentes y jóvenes analizan y refuerzan los temas científicos del plan de estudios.
La directora de preescolar del Instituto Cambridge, Norma Romero Zárate, dijo que en la actualidad en preescolar y educación básica trabajan en proyectos para que los niños experimenten, por eso es importante que acudan a museos como el de Ciencia y Tecnología para complementar su formación académica.
“Para nosotros, es muy importante asistir a estos espacios y llevar a nuestros niños para reforzar lo que vemos al interior de las aulas, es decir, en el museo, los niños observan, exploran e interactúan, y así les inculcamos una cultura del conocimiento y un acercamiento a la ciencia y la tecnología”, señaló Romero Zárate.
• Ing. Francisco Javier López Pinto
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