Laboratorio Arte Alameda, entre la ciencia y el arte
Por Dulce Miranda
Ciudad de México. 19 de junio de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- Rodeado por locales comerciales, puestos ambulantes y el bullicio interminable generado por miles de peatones y vehículos en tránsito hacia la Alameda Central de la Ciudad de México, se encuentra el antiguo Convento de San Diego, edificio que conserva su arquitectura del siglo XVI y que hoy alberga al Laboratorio Arte Alameda (LAA), espacio dedicado a la experimentación artística relacionada con la ciencia y la tecnología.
El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), a través del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) fundó, en el año 2000, el LAA con el objetivo de generar un espacio para la exhibición, creación, investigación y documentación del arte contemporáneo vinculado a los avances científicos y la aplicación de tecnología.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, la artista visual Tania Aedo, directora del LAA, habla sobre la misión y proyectos de este espacio.
“La misión del Laboratorio se enfoca en las prácticas artísticas que se llevan a cabo en los cruces de conocimiento, uno muy importante es el que existe entre arte, ciencia y tecnología, pero no es el único. El Laboratorio no es un museo porque no tiene una colección constituida como tal, el LAA resguarda dos murales del pintor Federico Cantú, in sitial que fue parte del convento, una obra de Tania Candiani y otra de Marcela Armas, y además tenemos un centro de documentación (CDPL) que busca dar cuenta justamente de los trazos que dejan tras de sí los cruces de conocimiento, con la finalidad de poder compartirlos”.
De iglesia a espacio alternativo
¿Qué hacer en el LAA? La exposición Circuito Alameda, del artista brasileño Gilbertto Prado, en colaboración con el grupo Poéticas Digitais, de la Universidad de São Paulo, aborda la relación que existe entre los países latinoamericanos, así como las diferencias históricas y culturales que los distinguen, a través de obras tecnológicas como instalaciones interactivas, bioarte y pantallas móviles. La muestra cuenta con trabajos que marcan distintos periodos de creación del artista durante los últimos 25 años, además de piezas creadas para el LAA. La exposición permanecerá abierta al público hasta el 5 de agosto. Por otro lado, el programa Tianguis del Conocimiento consistirá en la instalación de módulos a la entrada del LAA, donde se intercambiarán conocimientos a través de distintas formas de interacción. Esta actividad iniciará a la brevedad y será una labor permanente; los horarios y las fechas se podrán consultar en la página oficial y redes sociales del LAA. |
Dentro de las características más sobresalientes del LAA, está el inmueble donde se ubica; una iglesia, que entre otras cosas, fue una imprenta y bodega para convertirse, en 1964, en la Pinacoteca Virreinal de San Diego, recinto que albergaba obras realizadas en el periodo que va desde el siglo XVI hasta principios del XIX.
“Pienso que la fuerza del Laboratorio radica mucho en la relación de las preguntas, artísticas, curatoriales, de investigación y las de los públicos, con la arquitectura. Los proyectos que suceden en el Laboratorio no pueden evitar tener un diálogo con la arquitectura, por muchas razones, por su historia, por el hecho de que es un espacio patrimonial y hay ciertas cosas que se pueden hacer y otras que no, por su acervo como espacio de exhibición de arte contemporáneo. Paradójicamente, las paredes de este edificio son propicias para la contemplación y el asombro y pertinentemente invitan siempre a preguntarnos por las enormes transformaciones en el conocimiento, por el tiempo profundo, por la observación”.
Por otro lado, criterios como el consumo de energía, los desechos que cada exposición generará y la implementación de una museografía sostenible, son factores determinantes en la selección de los proyectos nacionales o internacionales que se exhiben en el LAA.
“El arte contemporáneo está retando al espacio todo el tiempo, de muchas formas y en muchos sentidos. Otro desafío común es el de la percepción del público, a través de obras por debajo de los niveles de audición del común denominador de esta especie, o eso creemos, imágenes que no pueden verse o que confunden a tal grado nuestro sistema visual que lo hacen también con nuestras creencias y nuestro conocimiento sobre lo visual y sobre la realidad, por ejemplo. Esa es una de las razones que hace más interesante convocar e incluirnos como una especie con múltiples formas de percepciones, como generadora de singularidad, de inteligencia”.
El público que frecuenta el LAA también ha evolucionado a lo largo del tiempo, pues hace 10 años la mayoría de visitantes eran jóvenes con amplios conocimientos sobre temas como el arte sonoro o el arte electrónico, un grupo muy reducido y especializado. Ahora, es común ver niños acompañados de sus padres que acuden a las actividades planeadas para ellos pero que crecen y comienzan a asistir a ciclos de imagen-movimiento, o a sesiones dedicadas a el tema del archivo.
“Pasa de todo, hay público que no sabe que aquí hay arte contemporáneo y piensa que entra a una iglesia y se sorprende gratamente, o no. La Alameda Central es un cruce importantísimo en México, en ese sentido Circuito Alameda la actual exposición hace énfasis en esos cruces en relación con los de conocimiento y conecta el espacio exterior con el interior del ex templo. Creo que el asombro es lo que el Laboratorio regala y la gente lo agradecemos mucho, es algo que nuestras culturas contemporáneas no estaban valorando mucho”, compartió la directora.
Ciencia, arte y tecnología
Respecto al diálogo entre ciencia, arte y tecnología, Tania Aedo opina que cada vez es más cercano, aunque la separación entre ambas prácticas es evidente, también es claro que esa separación intensifica y enriquece las conversaciones entre arte, ciencia y tecnología. Nos separan relaciones contradictorias con las metodologías y es por eso que ambos ámbitos aportan tanto el uno al otro.
“La ciencia y el arte tienen muchas cosas en común, hay coincidencias increíbles como las rupturas paradigmáticas del siglo XX que se dieron en la ciencia y transformaciones radicales que también se dieron en el arte. Me gusta pensar en la idea de que lo técnico va a un hemisferio y lo expresivo al otro e imaginar qué hemisferios usa o cómo piensa un artista o un científico que están constantemente cruzando esos límites".
Aunque el LAA no es un espacio dedicado a la divulgación de la ciencia, la artista visual añadió que las labores que realizan pueden contribuir a la formación de criterios y al acercamiento a las tecnologías de las personas así como a la profundización de las reflexiones que tenemos en torno a la ciencia, al conocimiento formal tanto como al no formal. Buscan siempre las formas de proponer discursos familiares para la mayoría de los visitantes.
"Todas las exposiciones que se presentan en el LAA implican una visión interdisciplinar entre ciencia y arte, la cual ‘enfrenta’ a los asistentes a otras formas de mirar que favorecen la creación de nuevos conocimientos”, concluyó.
• Laboratorio Arte Alameda
Ubicación: Doctor Mora 7, colonia Centro, 06050, Ciudad de México
Horario: abierto de martes a domingo de 9:00 a 17:00 horas.
Costos: público general 21 pesos, entrada libre para estudiantes y adultos mayores con credencial vigente. Entrada libre los domingos.
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