Mauricio Muñoz, gusto por la docencia e investigación
Por Joel Cosío
La Paz, Baja California Sur. 21 de octubre de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Un gran interés por la biología y la química encaminaron a un pequeño niño de la Ciudad de México a convertirse en profesor e investigador en biotecnología marina, comprometido con el aprovechamiento sustentable de organismos marinos y sus compuestos activos, aplicado a la resolución de problemáticas en diversos sectores como el ambiental, alimentario y de salud en el país.
Él es el doctor en ciencias marinas Mauricio Muñoz Ochoa, profesor e investigador del Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (Cicimar) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), quien ha enfocado sus esfuerzos en la generación de recursos humanos altamente capacitados a través de la docencia en posgrados de calidad.
Su motivación
El profesor investigador rememoró cómo en su infancia se maravillaba con los relatos que un amigo de su familia compartía sobre sus viajes a través de Baja California Sur, en los que describió la gran biodiversidad del desierto y de sus mares. Estas charlas incidieron en el camino que recorrería hasta descubrir la investigación en biotecnología marina.
“De pequeño conocí una persona que era biólogo marino, él me hablaba sobre sus viajes y sobre el mar, sobre las playas de Baja California Sur, sobre el borrego cimarrón y sobre animales marinos. Desgraciadamente, como estaba en Ciudad de México, no había mar. Por lo tanto, busqué una carrera entre mis dos pasiones: biología y química”, mencionó Muñoz Ochoa.
El primer esfuerzo
En su etapa de estudios de nivel superior, comenzó a estudiar ingeniería en bioquímica industrial en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Iztapalapa; sin embargo, ante una serie de problemáticas personales, entre las que destacó el desafortunado fallecimiento de su madre, suspendió sus estudios. Poco tiempo después, su hermano lo invitó a Baja California Sur para continuar sus estudios en el Instituto Tecnológico de La Paz (ITLP) —que pertenece al sistema del Tecnológico Nacional de México (Tecnm)—, oportunidad que tomó determinadamente porque era un destino que había imaginado conocer desde muchos años atrás.
“Mi hermano empezó a trabajar en la (empresa minera) Roca Fosfórica Mexicana, (ubicada) en San Juan de la Costa (una comunidad pesquera) en La Paz, y me invitó a que estudiara la ingeniería en bioquímica, en el Tecnológico de La Paz”, mencionó Muñoz Ochoa.
“Todos los días me trasladaba del campamento de la empresa, en donde vivía con mi hermano, hasta el tecnológico (alrededor de 57 kilómetros) para estudiar. Con mucho esfuerzo y satisfacción terminé la carrera”.
En su servicio social, trabajó en la extracción de compuestos de especies marinas y comenzó a interesarse en esa área del conocimiento, fue al finalizar esa etapa cuando ingresó en el Cicimar, a partir de ese momento se fue capacitando gradualmente, cursó la maestría en manejo de recursos marinos y el doctorado en ciencias marinas, de los cuales actualmente es docente.
La docencia, su gran vocación
Muñoz Ochoa aseveró que su etapa como profesor e investigador es la que le ha dado mayores satisfacciones. “Lo que más me gusta es la docencia, es generar recursos humanos altamente capacitados; me provoca mucha satisfacción ver que alguien aprende algo nuevo y le entusiasma lo que está aprendiendo. Definitivamente, ayudar a generar conocimientos y habilidades en las personas me da más gusto que publicar un artículo científico, el artículo te ofrece más puntos, pero prefiero generar recursos humanos”, recalcó Muñoz Ochoa.
El profesor e investigador actualmente asesora a diez estudiantes; tres de nivel licenciatura, cuatro de maestría y tres de doctorado, con investigaciones relacionadas con las aplicaciones de compuestos de organismos marinos, en particular, algas marinas.
“No quiero formar técnicos, quiero formar investigadores. (Sin embargo) se necesita generar más empresas biotecnológicas en donde ellos puedan ejercer su profesión”, agregó Muñoz Ochoa.
Entre las investigaciones en que ha trabajado como director, sobresale una evaluación de los compuestos del alga marina Sargassum lapazeanum, extraídos a partir del aislamiento del fucoidan que es un grupo de polisacáridos que tienen fucosa sulfatada, los cuales poseen propiedades antibacterianas, antioxidantes y anticoagulantes. Los potenciales usos y aplicaciones de compuestos son orientados al sector salud principalmente. La autora de la tesis de nivel licenciatura, publicada en 2014, es la bióloga marina Valeria Alejandra Villegas Silva, egresada de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS). Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. |
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