Las mujeres toman la academia
Por Dalia Patiño González
Puebla, Puebla. 15 de enero de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- De las 29 unidades académicas e institutos de nivel superior, ubicados en la capital del estado y que integran la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), solo ocho tienen como directoras a mujeres, lo que significa una representatividad de 27 por ciento.
No obstante, destaca que de este porcentaje, por primera vez en la BUAP tres mujeres coinciden en la dirección de unidades académicas no solo tradicionalmente ocupadas por hombres sino que en su conformación cuantitativa la representación masculina es mayor.
La Facultad de Ciencias de la Electrónica, el Instituto de Física Luis Rivera Terrazas y la Facultad de Físico Matemáticas son espacios que tienen una coincidencia geográfica dentro del campus universitario de la BUAP, conocido como CU, pero también porque están dirigidos por mujeres.
La primera directora del Instituto de Física
La doctora María Eugenia Mendoza Álvarez es la primera directora del Instituto de Física Luis Rivera Terrazas de la BUAP. Asumió el cargo en marzo de 2016 y relata en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt que su gusto por las ciencias nació por su curiosidad, pero también por las lecturas que había en su casa.
Los profesores de secundaria y preparatoria determinaron su inclinación por las ciencias y en 1974 ingresó a la Facultad de Ciencias Químicas de la BUAP con la intención de estudiar químico farmacobiólogo y dedicarse a la microbiología. Un año después su interés se perfiló a la química.
Conacyt) y de un programa de fomento a la superación académica, realizó su posgrado y doctorado en la Facultad de Ciencias, en la Universidad de Ginebra, Suiza, en el área de Química Aplicada, específicamente en cristalografía de materiales con propiedades ferroicas.
Cuando concluyó sus estudios de licenciatura, con apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Al regresar a México, en 1987, se reintegró al cuerpo académico de la Escuela de Ciencias Químicas; sin embargo, los doctores Hugo Navarro y Rafael Vaquero la invitaron a trabajar en el Instituto de Física con el fin de desarrollar el área experimental en el crecimiento de cristales de óxidos complejos, una línea que la doctora Mendoza conocía bien.
“En esa época ocurre un evento científico importante, se descubre que puede haber sustancias que adquieren una propiedad conocida como superconductividad, una forma de conducir la corriente eléctrica con un mínimo de pérdidas de energía. Yo trabajaba justo con el crecimiento de cristales y las propiedades ferroicas, temas muy ligados a la superconductividad, así llegué a física”.
A partir de esta colaboración y tras obtener apoyos del Conacyt y de otros organismos, se crearon tres laboratorios en el Instituto de Física que se enfocan en estas líneas de investigación, vinculadas con la química aplicada.
Para la doctora Mendoza Álvarez, la BUAP no ha sido un espacio donde observe exclusión. Sin embargo, asegura que la desigualdad se aprecia más en el ámbito social y cultural, cuando las actividades adicionales a la vida profesional siguen teniendo una carga excesiva para la mujer.
“Sí, tenemos un problema de tipo cultural y tiene que ver con la falta de confianza que las mujeres a veces tienen en sus capacidades, pero también puede ser el tipo de actividades que realizan adicional a la vida profesional, por ejemplo, el cuidado de la familia”.
Indicó que en su caso la responsabilidad que asume como directora del Instituto de Física se da en un periodo específico de su vida, cuando sus dos hijas ya son mujeres independientes y no tiene que responder al cuidado de hijos pequeños.
“Un puesto directivo demanda de mayor tiempo y quizá por eso no hay muchas mujeres en estos cargos. En mi caso, con esta responsabilidad que ahora tengo puedo decir que lo puedo desarrollar porque también estoy en otra etapa de mi vida”.
Ciencia a todo color
Luz del Carmen Gómez Pavón también asumió por primera vez la dirección de la Facultad de Ciencias de la Electrónica y comparte con su homóloga del Instituto de Física el gusto por la ciencia.
Originaria de Oaxaca, la doctora Gómez Pavón asegura en entrevista que la ciencia para ella representa la posibilidad de mejorar las condiciones de vida del otro, hacerla más fácil y confortable. Su inclinación por la electrónica, carrera que la llevó a radicar en Puebla desde 1989, surge en parte del placer que le produce el séptimo arte.
“Sentía curiosidad por saber cómo funcionaban los equipos electrónicos, entender qué pasaba adentro (…) Recuerdo cuando surgieron las videocaseteras. Poder ver películas en casa cuando antes solo era en el cine fue algo que llamó mi atención. Me preguntaba cómo grabar la imagen y cómo reproducirla en un equipo que en ese momento era compacto. Creo que tuvo mucho que ver el gusto que tengo por el cine y tener la posibilidad de tener ese recurso en casa fue emotivo para mí”.
La doctora Gómez Pavón cursó la licenciatura en electrónica en la entonces Facultad de Físico Matemáticas de la BUAP. Al concluir sus estudios, se separa el Colegio de Electrónica y el de Computación de la Facultad de Físico Matemáticas y para ese momento llama su atención el estudio de la fibra óptica, por lo que decide cursar su maestría y doctorado en optoelectrónica.
“Tuve la posibilidad de visitar la empresa de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ya que mi papá trabajaba ahí, pero después de interactuar con los ingenieros y ver lo que hacían supe que el trabajo en la industria no era lo que buscaba. Decido continuar con mis estudios e iniciar en la docencia porque de esa forma podía generar nuevas ideas y trabajar con ellas”.
Gómez Pavón cursó con apoyo del Conacyt un posdoctorado en 2002 en el Instituto de Ciencias Fotónicas Ópticas (ICFO) en la Universidad Politécnica de Cataluña, en España. Ahí trabajó un año en la parte de comunicaciones ópticas y transmisión de información.
Con el tiempo, la doctora Gómez Pavón asumió el cargo de directora (2015-2019), un reto que, asegura, no solo consiste en conservar sino en ampliar el reconocimiento que la facultad ya tiene, además de fortalecer las nuevas carreras e impulsar la participación de las mujeres, pues aún hay una diferencia notable en la matrícula estudiantil de 18 por ciento de mujeres contra 82 por ciento de hombres.
“Nunca he tenido un impacto negativo por ser mujer, si acaso algún profesor cuando era estudiante hizo un trato distintivo para remarcar que no estaba en el lugar indicado, pero eso no me importó. Por otra parte, soy soltera, no tengo hijos, pero esa es una decisión personal que no tiene nada que ver con la carrera. Creo que si contara con una familia, tendría que organizarme de forma diferente, aunque también tengo que darles tiempo, atención y convivencia a mis padres y para mí eso es importante”.
El tiempo a veces es una dificultad
No es la primera pero sí la tercera mujer en ocupar la dirección de la Facultad de Físico Matemáticas. La doctora Martha Alicia Palomino Ovando ha tenido siempre un gusto por las matemáticas y la física de materiales, área en la que se especializó tras cursar su maestría y doctorado en el Instituto de Física Luis Rivera Terrazas.
SNI) durante varios años y que obtuviera la promoción al nivel II hasta hace poco (2014). Actualmente mis hijos ya son universitarios, estudian fuera de la ciudad y eso me ha permitido crecer profesionalmente, y en este periodo contribuir al desarrollo de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas desde la dirección”.
"Me tocó vivir una época universitaria en la que hubo mayor apertura para las mujeres, a la fecha no he vivido discriminación en el ámbito universitario, la discriminación se percibe más en otros medios sociales. Sobre el tiempo que se invierte en la atención a la familia implica una desventaja para hacer investigación. En mi caso, como madre soltera de dos hijos, repercutió en un retraso en mi desarrollo profesional porque los niños pequeños requieren de mucho tiempo y dedicación, eso implicó de alguna manera que me mantuviera en el nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (Reconoció también que el tipo de trabajo como docente e investigador permite cierta flexibilidad para acoplar horarios, a diferencia de las mujeres que trabajan para la industria o están lejos de la ciudad y que tienen horarios muy estrictos.
Actualmente, en la Facultad de Físico Matemáticas de la BUAP, la participación femenina ha logrado igualar a la masculina pero solo en matemáticas aplicadas y actuaría, mientras que física y física aplicada reportan 30 por ciento de alumnas y 70 por ciento de alumnos.
No obstante, este año a pesar de ser minoría, estudiantes de física obtuvieron reconocimientos, logrando estancias en el Laboratorio Nacional Fermi (Fermilab), en Estados Unidos, mientras que una exalumna y que ahora es cátedra Conacyt obtuvo el premio L'oréal.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) informó que, en 2011, las mujeres ocupaban solo 31 por ciento de los puestos de alta dirección en México. La Organización Internacional del Trabajo (OIT), en su informe "Las mujeres en el trabajo, tendencias 2016", indicó que en carreras profesionales existe una participación de una mujer por cada 10 hombres en los puestos directivos. De acuerdo con la OCDE, entre los obstáculos que impiden a las mujeres participar en puestos directivos se incluyen: la carga del trabajo no remunerado; los tradicionales roles de género; y la carencia de políticas de conciliación entre trabajo y vida familiar, especialmente la insuficiente oferta de servicios de cuidado infantil y de prácticas laborales flexibles |
Esta obra cuyo autor es Agencia Informativa Conacyt está bajo una licencia de Reconocimiento 4.0 Internacional de Creative Commons.