Fabio Cupul, cientos de razones para estudiar al ciempiés
Por Pablo Miranda Ramírez
Guadalajara, Jalisco. 11 de julio de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- Dotados de varios pares de patas, los ciempiés y los milpiés son artrópodos que cautivaron al doctor Fabio Cupul Magaña, quien desde hace una década estudia estos animales, denominados miriápodos, para conocer un poco más de la taxonomía de estos pequeños habitantes del suelo.
Desde que era un niño, el doctor Fabio Cupul, investigador del Centro Universitario de la Costa (CUCosta) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), sentía fascinación por la naturaleza y los seres vivos. Esta pasión se alimentaba con sus primeros acercamientos a la ciencia con revistas y enciclopedias, lo que lo influyó para dedicarse al estudio de la naturaleza.
“Siempre sentía curiosidad de los animales que habitaban en el jardín de mi casa y recuerdo que hacía mis colecciones”, rememora este miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Oriundo de Mexicali, Baja California, este investigador llegó a Puerto Vallarta hace unas décadas y se instaló en el CUCosta, donde inició con el estudio de reptiles y aves que habitaban en esa zona costera, posteriormente amplió sus líneas de estudio y se enfocó en investigar artrópodos, especializándose en la taxonomía de los ciempiés y milpiés.
Aunque en un principio no abordó el estudio de estos artrópodos, el doctor recuerda que en una ocasión mientras realizaba un inventario de especies encontró un milpiés; sin embargo, no pudo identificar la especie, por lo que buscó información sobre estos animales, pero descubrió que eran animales poco estudiados en nuestro país.
“Empecé a estudiar los miriápodos, principalmente los ciempiés, a partir de esto publiqué varios artículos, entre ellos la descripción de una nueva especie para México, en Tamaulipas, y recientemente terminé, junto con un colega de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo un catálogo de todas las especies de miriápodos en el país”.
Además de los descubrimientos de nuevas especies de miriápodos en México, el doctor Fabio Cupul también colabora con otros investigadores que abordan el estudio del veneno de los ciempiés, en ese equipo se encarga de identificar las especies que se usan para este fin.
El científico resalta que su labor se centra en buscar conocimiento sobre estos artrópodos para que quede un legado de información que pueda ser útil para que otros investigadores profundicen en sus propios estudios.
Divulgador de los miriápodos
Cuando el doctor Fabio Cupul habla sobre los ciempiés y milpiés normalmente recibe gestos de repulsión, señala; conocedor de las características de estos artrópodos, el investigador no duda en mencionar las bondades de estos animales, por ejemplo, son importantes para los ecosistemas, pues al ser depredadores, tienen el rol de acabar con otras especies que puedan ser una plaga.
Los miriápodos cuentan con un par de colmillos en la cabeza, que contiene un veneno neurotóxico para atacar a sus presas, detalla el investigador, y relata que las mordeduras de este animal pueden llegar a ser muy dolorosas, pero no son especies agresivas.
“Cuando estamos frente a un animal cualquiera, más si es rastrero como el ciempiés, nuestra opinión puede ser muy diversa y en ocasiones hasta negativa, pero cuando conocemos a fondo qué hace, cómo es, en qué participa y de qué manera beneficia a la especie humana, ya existe una empatía sobre las especies y no se les ve como algo dañino, sino como otro animal con la oportunidad de vivir en la Tierra”.
Fabio Cupul Magaña detalla que existen alrededor de tres mil especies de ciempiés, y en México hay 183 especies que principalmente están distribuidas en el centro del país, así como en la zona del golfo de México o en costas del Pacífico, y aunque se les puede ver en desiertos, lo común es que prefieran ambientes con humedad.
En su fase como docente, este investigador asesora a estudiantes de posgrado que trabajan en la elaboración de estudios de localización de las especies de ciempiés y milpiés en México y señala que al menos la mitad de estas solo han sido observadas una vez y los estudios al respecto se basan en especímenes únicos.
Este investigador menciona que aún falta profundizar en la taxonomía de estos artrópodos, así como en su biología y sus hábitos, además de que este animal puede ser objeto de estudio gracias a las propiedades que puede contener su veneno.
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