Un referente en neurología y neurocirugía en México
Por Carmen Báez
México, DF. 27 de julio de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- La vida de Teresita Corona Vázquez está llena de retos y esfuerzos constantes que la han llevado a ser una de las primeras investigadoras del país en dirigir un instituto nacional de salud de alta especialidad.
Para la científica, ser directora general del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN) no ha sido una tarea fácil, pero sí totalmente realizable.
La doctora especialista en Neurología, oriunda de la Ciudad de México, compartió con la Agencia Informativa Conacyt su historia de éxito, su quehacer científico, así como las motivaciones que la impulsaron por el camino de la investigación y, más tarde, por el de la dirección del INNN.
El origen de una carrera científica
Durante su estancia en la Escuela Nacional Preparatoria Plantel 8 Miguel E. Schulz, Corona Vázquez se interesó por el estudio de la conducta social. Una vez que ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) decidió involucrarse en las neurociencias desde varios aspectos: atención al paciente, investigación y docencia.
“Siempre tuve interés por la mente y la conducta humana, desde que inicié mi carrera de medicina me incliné por el estudio del sistema nervioso, tanto por los componentes internos, como por su vinculación con el mundo exterior”, comentó.
Para la también miembro nivel III del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), la influencia de su padre, médico pediatra, jugó un papel muy importante en su formación. Sus primeros días en la facultad fortalecieron las motivaciones ya adquiridas.
“Sin duda, la influencia hacia la medicina es gracias a la buena relación que tuve con mi padre. Por otro lado, mi maestro de anatomía, Joaquín Reyes Téllez, fortaleció mi vocación; recuerdo que los días sábados realizábamos exploraciones neurológicas en el Hospital General de México. Desde ese momento decidí estudiar el sistema nervioso central y no dudé nunca de ello”, recordó.
Hoy en día, la doctora Corona Vázquez es un referente en el estudio del párkinson y la esclerosis múltiple en México, entre otras enfermedades neurodegenerativas.
La especialista forma parte de un proyecto interinstitucional que consiste en determinar si la información genética o el medio ambiente protegen de estas enfermedades a los nativos de la Selva Lacandona en Chiapas.
“Se trata de un estudio que hacemos para conocer si esta población, que no ha salido de su medio ambiente, tiene esclerosis múltiple (…) Hay enfermedades que estudiamos para vincularlas con algunas líneas del deterioro cognitivo y demencia, porque esos son los padecimientos que tendrá la población en 2050, esto en forma nacional y demográfica del envejecimiento poblacional”, expresó.
La consolidación de un proyecto de vida
Para la también miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), su proyecto de vida ha podido complementarse con la administración de un instituto de salud y la integración de un equipo de trabajo sólido.
Los logros obtenidos durante su primera gestión administrativa (2007-2012) se vieron reflejados al ser elegida por segunda ocasión como directora del INNN, para el periodo 2012-2017.
“Una de las cosas más interesantes es haber formado un equipo de trabajo de confianza, encontrar críticas constructivas y soluciones. Considero que hemos avanzado en muchos aspectos, por ejemplo, aumento de la matrícula en especialidades médicas en neurología, somos uno de los institutos más reconocidos en México e Iberoamérica”, manifestó la entrevistada.
Pero no todo es miel sobre hojuelas, asegura. Y es que al ser la primera mujer electa por la junta de gobierno del INNN, cuando alcanzó la dirección de dicho instituto se tropezó con obstáculos que pudo enfrentar gracias a la combinación de sus capacidades y disciplina.
“Al llegar a la administración del instituto me encontré con dificultades. El primer año fue difícil, como sucede en muchos lugares; pero al mostrar un objetivo claro y un proyecto adecuado, este tipo de situaciones disminuyen por fuerza, nunca hay que tomarlas como un aspecto personal, es una cuestión cultural de la sociedad que ha ido cambiando en los últimos años”, aseveró.
Corona Vázquez agregó que dirigir un instituto requiere de concentración y de mantener las capacidades profesionales al máximo, pero para poder ejercerlas es fundamental tener una vida familiar y social completa.
“Parte de mi labor es transmitir a las estudiantes jóvenes que es posible tener una carrera muy satisfactoria, combinándola con la vida personal. A veces los médicos o científicos creen que al hacer investigación la vida personal se deteriora; al contrario, ayuda muchísimo a tener confianza, seguridad y reafirmar tu proyecto profesional. Hay que tener el mayor convencimiento de que las cosas se pueden hacer”, destacó.
Reconocimiento a la disciplina
Su trabajo como investigadora le ha valido diversos reconocimientos nacionales e internacionales, como por ejemplo el Latin-American Committee for Treatment and Research of Multiple Sclerosis (2002); el reconocimiento al Mérito de los Profesionales en Salud Pública con el Premio Doctor Manuel Velasco Suárez, otorgado por Consejo de Salubridad General (2008); y el más reciente: la Condecoración Eduardo Liceaga, por su contribución a notables avances en las ciencias médicas y la administración sanitaria asistencial.
Para la neurocientífica, este último representa un estímulo para continuar con su trabajo en beneficio de las instituciones públicas de salud, la educación y la investigación del país.
De no haber sido neuróloga, le hubiera gustado dedicarse a las humanidades. Una de sus grandes pasiones es la literatura, la cual le ha permitido entender su área de estudio desde diferentes perspectivas. Algunos de los cuentos y ensayos que ha publicado ha tratado de vincularlos a los trabajos que se realizan en el instituto.
“Pienso que a través de la literatura se puede aprender muchísimo; los grandes escritores de otras épocas como Honoré de Balzac, Fiódor Dostoyevski, León Tólstoi, por ejemplo, escrudiñaron el alma, que en realidad es el cerebro, desde el punto de vista de la literatura”, manifestó.
Hace algunos años, la doctora tuvo la oportunidad de publicar un pequeño texto de ficción en la revista El Cuento, editada por Edmundo Valadés. Actualmente, en colaboración con especialistas, escribe un libro a partir de testimonios de pacientes con esclerosis múltiple.
Por último, la también académica de la UNAM señaló que su principal motivación es incidir en la formación de nuevas generaciones de médicos, contribuir en la mejoría del paciente, y finalmente ver crecer a la institución que dirige.
“El aprendizaje de estar junto a los jóvenes y la satisfacción de influir de alguna manera en su formación, por pequeña que sea, es tan inmensa como la que te puede dar el producto de investigación científica y el equipo de trabajo para dirigir una institución, o la satisfacción que te da poder ayudar a un paciente a llevar una mejor calidad de vida”, concluyó.
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