William Lee, astrónomo por curiosidad
Por Tania Robles
México, DF. 25 de noviembre de 2015 (Agencia informativa Conacyt).- El actual director del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), William Henry Lee Alardín, ha dedicado su vida a la investigación y a la ciencia por la simple curiosidad de comprender el universo.
En su adolescencia, William Lee disfrutaba su tiempo entre libros de ciencia, en particular de astronomía y paleontología, leyendo los ensayos de Stephen Jay Gould o viendo la serie Cosmos.
El inicio de un brillante futuro
Siempre dirigido a su meta: ser astrónomo, William Lee ingresó a la Facultad de Ciencias de la UNAM en donde, por su buen desempeño, obtuvo la medalla Gabino Barreda. "En física al principio llevas básicamente materias de física y matemáticas, y muchas cosas me resultaban fáciles. Ya después se va volviendo más complejo, pero siempre fue motivante y tuve excelentes maestros. Más adelante pude llevar varias materias optativas de astronomía", platicó.
Al pasar los semestres, William comenzó su tesis de licenciatura al lado del hoy investigador emérito Manuel Peimbert Sierra, con quien trabajó en temas de espectroscopia para conocer los
elementos químicos que componen las estrellas. Lee afirma que es uno de los personajes que han impactado en su vida. "Yo trabajé con Manuel una cosa completamente distinta a la que me dedico ahora, ha sido el único momento en que hemos trabajado juntos haciendo astronomía, estábamos en niveles muy distintos, él era un súper profesor y yo era un estudiante de licenciatura. Me impresionaba, es como una enciclopedia ambulante".Más tarde, en 1992, William Lee obtuvo una beca Fulbright-Conacyt para estudiar su maestría y doctorado en la Universidad de Wisconsin, Estados Unidos, junto con su esposa, quien es matemática. "Decidimos enviar nuestros papeles a distintas universidades para estudiar el posgrado. Algunos nos aceptaron y otros no, algunos aceptaron a uno y al otro no, y Wisconsin fue uno de los lugares a los que pudimos entrar los dos. En Wisconsin habían estudiado varios investigadores que ahora trabajan en México, como José H. Peña, José Franco, Christine Allen, Marco Martos, Gilberto Gómez y Rafael Costero. Varios de ellos estuvieron en el Departamento de Astronomía y otros, como yo, fuimos al Departamento de Física, que tenía un grupo de astrofísica", comentó.
Durante el doctorado, el actual director del Instituto de Astronomía realizó investigación sobre la fusión de objetos masivos y compactos, es decir, estrellas de neutrones y agujeros negros. "Estos son los objetos que quedan cuando las estrellas mueren, a veces estos terminan en sistemas dobles o binarios y, por un efecto de la relatividad de Einstein, cada vez se va haciendo más pequeña la órbita entre ellos, van girando más rápido y terminan chocando. Estas colisiones liberan energías muy grandes. Mi asesor y yo estudiamos este problema, yo escribí un código y realicé simulaciones por computadora de estos sistemas", explicó.
Aunque esto no siempre fue fácil y existieron momentos en que no se veía cómo estos problemas se podrían resolver, Lee nunca abandonó su sueño de convertirse en astrónomo.
Desafortunadamente, en 1994 México sufrió una crisis económica, ocasionando que las becas fueran reducidas, por lo que William Lee buscó el apoyo de la UNAM mediante la Dirección General de Asuntos del Personal Académico (DGAPA) y así le fue otorgada también una beca parcial por parte de esta institución. Luego, en 1998, Lee y su esposa volvieron a México por una beca de repatriación que la DGAPA ofrecía.
En verano de ese mismo año, ingresó al Instituto de Astronomía como investigador asociado, y en 2006 se le otorgó la plaza fija por las investigaciones realizadas.
"Cuando llegué a México seguía investigando cosas parecidas a las que había hecho en el doctorado porque siempre te quedas con cosas pendientes. Lo último que había hecho durante el doctorado se convirtió en mis primeros artículos desde el instituto. Seguí en el estudio de colisiones de objetos compactos. Después, diversificando más las cosas y conociendo gente en uno y otro congreso, conoces otros temas y vas haciendo cosas un poco distintas", añadió.
Sin embargo, no existían las observaciones necesarias para comprobar su investigación, sino suposiciones de tales objetos. No obstante, en 2004 la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) lanzó un satélite dirigido a estudiar ese tipo de fenómenos directamente. "Fue la primera vez que logré tener datos en mis artículos. Antes ya había utilizado y comparado con datos de otras personas y proyectos, pero nunca había tenido un artículo en donde en el mismo hiciéramos las simulaciones basadas de estos sistemas y compararlas con datos reales. Fue muy interesante y muy divertido finalmente poder hacer la conexión de lo que llevaba años estudiando con algo más tangible".
Investigar por amor y diversión
Una parte de la línea de investigación que William Lee realizaba ha ido evolucionando poco a poco gracias a los avances tecnológicos y a nuevas colaboraciones con diferentes colegas. "Me sigue interesando cómo se mueren las estrellas. Mueren y producen explosiones de supernova, agujeros negros, estrellas de neutrones, y todos esos fenómenos muy energéticos. Y ellos te pueden hablar sobre relatividad general o el comportamiento de la materia en condiciones que no puedes replicar en un laboratorio como la densidad o la temperatura, en eso se centra mi interés fundamental", aclaró.
Luego, empezando en 2008, el investigador se ha adentrado a conocer y participar en los grupos de trabajo y desarrollo de instrumentación astronómica. Para William, esta nueva línea de investigación a la que se dirigió es muy distinta a la anterior, porque cuando se trabaja de forma teórica haciendo modelos, se colabora con pequeños grupos de científicos que intersectan en pensamientos parecidos al propio, pero al realizar instrumentación, existe la participación de gente de formaciones distintas que participan para que las cosas funcionen, y los grupos son mucho más diversos, lo que lo hace más interesante.
"Llevo años metido en eso, sigo en eso cada vez más y me gusta mucho. Aunque me sigue gustando hacer investigación en los temas de objetos compactos y destellos de rayos gamma, tengo menos tiempo para ello ahora, y me he dedicado más en apoyar y tratar de participar en proyectos de instrumentación de diferentes tamaños", dijo.
Director, padre y divulgador
Hace algunos años, cuando la dirección del Instituto de Astronomía estuvo a cargo del doctor José Franco, William Lee se desempeñó como secretario académico del mismo instituto. Además ya había participado dentro del Consejo Interno, por lo que decidió proponerse como director del instituto en 2010. "Yo tengo mis ideas de cómo debe funcionar el instituto, y supongo que hubo suficiente eco entre los colegas como para que la Junta de Gobierno de la Universidad hubiera decidido que yo sería un director adecuado. A mí me interesa, como director, desarrollar la infraestructura del instituto y tener estándares altos, para esto se necesitan recursos y a la gente correcta", aseveró.
La elección de director se lleva a cabo cada cuatro años y, en diciembre de 2014, William Lee Alardín fue designado nuevamente para un segundo periodo al frente del instituto.
"Yo creo que la función de un director es tratar de aprovechar de la mejor manera las capacidades de la gente, atraer personal calificado, apoyar los proyectos de los investigadores y conseguir recursos para ellos", señaló.
A pesar de que para William Lee es una satisfacción ser director del instituto, aseguró que es una tarea de tiempo completo y sin fin. "Si no aprendes a controlarte un poco, puedes enloquecer. Tienes que tener una vida fuera de esto, y yo tengo a mi esposa y a mis hijos. Hay cosas que no me imaginaba que tenía que hacer un director, y muchas que han sido muy gratas. El balance es muy positivo para mí y quiero pensar que para el instituto también", añadió.
Y a pesar de todas sus ocupaciones, el doctor Lee encuentra tiempo para continuar con sus pasatiempos favoritos como la lectura de historia de la ciencia o biología, la historia y las relaciones humanas y políticas. También gusta de tocar el piano, incluyendo el que tiene el Instituto de Astronomía en el auditorio principal.
Ha asesorado a estudiantes de licenciatura, maestría y doctorado e impartido clases en la Facultad de Ciencias de la UNAM y en el posgrado de astrofísica en el instituto. Cuenta con alrededor de 55 artículos arbitrados ya publicados. En cuanto a divulgación científica, disfruta dar charlas al público sobre el interesante mundo de la investigación astrofísica.
"Nunca dudé que quería ser astrónomo. La duda que tuve fue la que todo estudiante de ciencias se hace en algún momento, preguntarte de qué vas a vivir. Nunca me he arrepentido, la astronomía me ha dado todo lo que pensé, y pienso que tengo mucha suerte porque hago exactamente lo que me apasiona", concluyó.
William Henry Lee Alardín• Físico por la Facultad de Ciencias de la UNAM • Maestro y doctor en Física por la Universidad de Wisconsin-Madison • Investigador y director del Instituto de Astronomía de la UNAM • Miembro nivel III del Sistema Nacional de Investigadores • Miembro del PRIDE en su máximo nivel • Miembro de la Academia Mexicana de Ciencias • Miembro de la Unión Astronómica Internacional • Árbitro en revistas como el Astrophysical Journal, Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, Astronomy & Astrophysics y Revista Mexicana de Astronomía y Astrofísica |
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