María Antonieta Chávez, la científica mexicana que busca erradicar la leucemia
Por Armando Bonilla
México, DF. 25 de enero de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Aun cuando reconoce que llegó a la biología debido a que no fue aceptada en la carrera que deseaba estudiar, la doctora María Antonieta Chávez se ha convertido en una de las investigadoras más importantes en su área en la actualidad.
Incluso, recientemente fue reconocida con el Premio de Investigación en Biomedicina “Dr. Rubén Lisker” por su investigación para combatir la leucemia. "El premio me significa un gran compromiso con quienes me otorgaron el reconocimiento, con mis estudiantes y personal, porque se trata de gente que confía en mis proyectos, cree que son interesantes, que son relevantes y los respaldan".
Su incursión en el mundo de la biología
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, la doctora, que actualmente se desempeña como investigadora asociada en la Unidad de Investigación Médica en Enfermedades Oncológicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), relató que estudió la carrera de biología en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza. “Llegué a esa licenciatura como segunda opción”, reveló.
Asimismo, detalló: “Al terminar la preparatoria, yo quería estudiar la carrera de investigación biomédica básica en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), realicé los trámites, pero al final de la selección no fui aceptada, así que decidí estudiar biología, pero siempre con la convicción de que en algún momento me desarrollaría como investigadora”.
Respecto a las dificultades que le significó no haber sido aceptada en la carrera que deseaba estudiar y qué tanto la desanimó esa situación, la investigadora mencionó que aun cuando no se trató de su primera opción, la biología siempre fue un área que le atrajo y que ello, sumado al apoyo y respaldo de su familia, contribuyó a que su formación académica no representara retos adicionales a los que enfrenta cualquier otro estudiante.
Una vez concluida su carrera realizó una maestría en ciencias en la Facultad de Ciencias de la UNAM y más adelante continuó con el doctorado en investigación biomédica básica en la Facultad de Medicina de la máxima casa de estudios.
Sus primeros pasos en el mundo de la investigación
De acuerdo con la doctora especializada en el estudio de células troncales con leucemia mieloide crónica, comenzó a realizar investigación al concluir sus estudios de licenciatura, mientras realizaba su tesis de titulación.
Al respecto, precisó que durante su trabajo de tesis de licenciatura, intentó purificar una proteína que inhibía la proliferación de células de cáncer de cérvix. “Fue así como comencé a aprender y trabajar en torno a la biología celular y cultivos celulares (…) Disfruté mucho la carrera, aprendí mucho de muchas áreas, terminé en biología celular, que la verdad me encantó y ahí me seguí”.
Añadió que al terminar sus estudios de doctorado tuvo la fortuna de quedarse al frente del Laboratorio de Células Troncales Leucémicas, puesto que ostenta hasta la fecha y desde donde sus diversas líneas de investigación han ido madurando.
Las líneas de investigación
Al referir las líneas de investigación en torno a las cuales ha construido su carrera, dijo que sus intereses se enfocan en tres grandes áreas que consisten en el estudio del microambiente para identificar si existen nichos preferenciales en donde a las células leucémicas les guste sobrevivir, proyecto que cuenta con apoyo de un Fondo Conacyt.
Otra de sus líneas de investigación es la búsqueda de marcadores en la superficie de las células troncales de leucemia mieloide crónica, que permita distinguirlas de las células normales y de las que no son primitivas —con cierto grado de maduración—, conocimiento que también posibilitaría tener un marcador de permanencia o de progresión de la enfermedad.
Entretanto, la tercera línea consiste en probar la respuesta de las células troncales de leucemia mieloide crónica, cuando son crecidas in vitro, es decir, definir si son sensibles a ciertos agentes utilizados para combatir la leucemia. “Lo que estamos haciendo es probar esas moléculas (tratamientos) en las poblaciones normales y en las poblaciones leucémicas más primitivas crecidas in vitro, para determinar si existe alguna molécula que tenga efectos selectivos o preferenciales”.
Los hallazgos más relevantes
“Comencé mi doctorado trabajando sobre células troncales de leucemia mieloide crónica, durante mis estudios evalué el crecimiento de las células más primitivas que se encuentran en el sistema óseo de los sujetos, antes y después de ciertas opciones de tratamiento”.
Derivado de ese trabajo, su primer hallazgo científico radicó en identificar que las células troncales en su etapa más primitiva, es decir, las responsables de mantener la enfermedad, no son eliminadas por los fármacos y el siguiente paso, en entender por qué estas células no son eliminadas.
“Actualmente trabajamos para probar agentes que las puedan eliminar sin perjudicar las funciones de las células sanas, ya que ambas, las leucémicas y las sanas, coexisten en la médula del paciente”. Este proyecto dio lugar a haber sido galardonada con el premio Rubén Lisker.
La vida más allá del laboratorio
Aun cuando, a decir de los grandes científicos mexicanos, su profesión es una de las más demandantes, la mayoría de ellos coincide en la importancia de generar un balance entre la vida personal y la actividad profesional.
En ese contexto, la doctora María Antonieta Chávez relató: “Una vez que salgo del laboratorio me convierto en mamá y no abandono eso hasta el anochecer, cuando los hijos se van a descansar (…) Disfruto mucho estar con mi familia, esposo, hijos, soy producto de una familia muégano y tengo una familia muégano”.
Asimismo, añadió: “Soy una investigadora que disfruta mucho su trabajo, pero también soy la mamá que disfruta mucho a su familia; además uno juega muchos roles, mamá, hermana, hija, esposa, amiga, y yo los disfruto todos al máximo”.
Además de ello, dijo, le gusta acampar con sus amigos biólogos y "soy una persona a la que le gusta bailar y lo hago donde se me presente la oportunidad".
Finalmente, la doctora mencionó que para ella ser investigadora representa “pasión y compromiso, uno tiene que ser apasionado de lo que investiga, todas las cosas en las que trabajes te deben generar pasión, entrega y ganas de salir a hacer tu trabajo todos los días porque de otra manera no lo disfrutas”.
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