Jorge Hernández López: un cazador de microbios
Por Joel Cosío
La Paz, Baja California Sur. 28 de abril de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- "La ciencia debe aplicarse para resolver problemas de la vida diaria; con un poco de imaginación, esa puede y debe de ser su principal función", afirma en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt Jorge Hernández López, investigador asociado del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor).
Nacido en León, Guanajuato, el 20 de marzo de 1961, el doctor Hernández se tituló como químico bacteriólogo-parasitólogo en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Cursó la maestría en ciencias marinas en el Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (Cicimar IPN) y su doctorado en el programa de doctorado en ciencias, con especialidad en bioquímica, del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), en Hermosillo, Sonora.
En su juventud, uno de los factores que lo motivaron a adentrarse en los campos de la ciencia y la tecnología fue atestiguar la carencia de servicios de salud y sanitarios en Pátzcuaro, Michoacán, pueblo en donde vivió sus primeros años.
“En Pátzcuaro, Michoacán, había muchas carencias en el sector salud; suponía que podía hacer mucho por mi pueblo y que una preparación, con enfoque médico-clínico, podría resolver la falta de algunos servicios de salud. Una de las situaciones que más llamaba mi atención era la extrema suciedad que existía en Janitzio, una isla de gran importancia turística, cercana a Pátzcuaro, la cual carecía de infraestructura para ofrecer servicios sanitarios de calidad e imaginé que podría implementar metodologías para resolver esta situación”, mencionó el doctor Hernández López, nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Libros que cambian vidas
Cazadores de microbios de Paul de Kruif, una historia fascinante sobre la vida y obra de un grupo de científicos que sentaron las bases para conocer y comprender el mundo de los organismos microscópicos, influyó de forma determinante en su formación. Posteriormente, en la educación superior conoció al doctor Sergio Estrada Parra, profesor e investigador del IPN, quien lo acercó al estudio de estos organismos y confirmó su interés por la bacteriología y parasitología.
La lectura del libro“Cazadores de microbios fue un libro que cambió mi vida, me apasionó y dije: ‘Quiero ser así’. Toda mi carrera me he dedicado al campo microbiológico gracias a esa lectura, también una persona que influyó mucho en mi carrera fue el doctor Estrada Parra, mi maestro en el IPN y uno de los precursores de las investigaciones de inmunología en el país”, mencionó.
El doctor Hernández López, al introducirse en la vida laboral, por diversas razones se involucró en la industria acuícola, en donde encontró muchos retos y satisfacciones.
“De pronto me vi inmerso en la acuicultura y, laborando en ese campo, me di cuenta que había un mundo totalmente distinto a lo que nos habían enseñado en la escuela, había muchas cosas por hacer y eso me motivó a realizar ciencia aplicada”, mencionó.
“Lograr apoyar a una persona, de la que su bienestar depende de la salud de sus animales en un estanque, y que te dé las gracias, es una experiencia muy satisfactoria. Pronto aprendí que nuestro trabajo debe de servir para resolver problemas en la sociedad”.
En la industria acuícola, el doctor Hernández López ha innovado métodos de monitoreo del estado de salud de los estanques de cultivo de peces y camarones, y actualmente se ha enfocado en la investigación microbiológica en la acuicultura.
“Estamos incursionando en la parte microbiológica, en procesos para detección y manejo microbiológico de los estanques acuícolas, necesitamos seguir las poblaciones bacterianas y conocer cuándo está en equilibrio, con base en tecnología biomolecular y de ácidos ribonucleicos”.
Compromiso social
Para el doctor, la capacitación de recursos humanos con alta formación e interés en aplicar la ciencia para la resolución de problemáticas de la vida cotidiana es una de las prioridades y compromisos sociales que deben asumir los investigadores y académicos.
“Los muchachos cada vez vienen más preparados, tienen mucha capacidad, pero hay que encauzar sus esfuerzos para resolver situaciones en México y que se den cuenta que con un pensamiento innovador, con algo de imaginación, pueden desarrollar ciencia y tecnología del más alto nivel”.
“Por otro lado, los investigadores necesitamos ver hacia futuro y abordar problemas de la industria mexicana en grupos de trabajo; hace falta dejar a un lado el ego e ir por resultados juntos”, afirmó.
Por último, el doctor Hernández López comentó que sin el apoyo y comprensión de su familia sería difícil ejercer la ciencia en esos niveles.
Esta obra cuyo autor es Agencia Informativa Conacyt está bajo una licencia de Reconocimiento 4.0 Internacional de Creative Commons.