Vicente Aboites, 30 años formando científicos
Por Gabriela Toral
León, Guanajuato. 3 de mayo de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Con 30 años de experiencia como fundador y al frente del Laboratorio de Láseres del Centro de Investigaciones en Óptica (CIO), el doctor Vicente Aboites recuerda cómo fue su acercamiento a la ciencia: cuando tenía aproximadamente 12 años de edad miró a su alrededor y se preguntó, “¿qué es lo mejor que puedo hacer por el mundo en el que me tocó vivir?”; y su respuesta fue: conocer.
“Conforme fui creciendo y estudiando me di cuenta de que había tres áreas en las que debía concentrarme, eran tres carreras universitarias que yo debía de seguir para poder conocer todo lo que me rodeaba en el universo, y estas eran, física-matemática, filosofía y biología”, comentó para la Agencia Informativa Conacyt el investigador en el área de Óptica y Láseres del CIO, en Guanajuato.
Vicente Aboites se graduó como físico matemático en la Universidad Autónoma Metropolitana campus Iztapalapa (UAM-I), en la Ciudad de México, y como filósofo en el Birkbeck College de la Universidad de Londres, en Gran Bretaña, logrando combinar ambas carreras que le permitirían llegar al objetivo de su vida, que es el conocimiento.
“Considero que la ciencia y la filosofía son complementarias para comprender lo que se está haciendo. Yo creo que el pensamiento filosófico totalmente desligado del mundo material empírico que nos rodea no tiene mucho sentido, de igual modo, la investigación científica que no se analiza también desde una perspectiva filosófica no es muy fructífera”, señaló Vicente Aboites al respecto de sus dos pasiones.
Posteriormente, en la década de los ochenta realizó una investigación doctoral en el Laboratorio Rutherford en Oxfordshire, presentando su tesis en la Universidad de Essex, en Inglaterra. Asimismo, realizó estudios de especialidad en la Universidad de París, un posdoctorado en la Universidad de Berlín y fue Fellow Maria Curie del Imperial College de Londres.
Laboratorio de Láseres
En 1986, cuando finalizó sus estudios en Europa, regresó a México invitado por el CIO para fundar el Laboratorio de Láseres en donde hasta la fecha es profesor e investigador titular.
“Me pareció un reto importante ya que era una forma de apoyar el desarrollo de mi país, un país al que le debo prácticamente toda mi educación inicial; de hecho, nada de lo que hice después hubiera sido posible sin lo que recibí inicialmente en México. Me pareció un gesto noble de reciprocidad regresar a mi país y ponerme a trabajar en echar a andar un laboratorio, del cual han surgido muchos estudiantes que actualmente son reconocidos científicos que trabajan en diferentes instituciones de México y del extranjero, entonces fue así como surgió la idea en 1986, hace exactamente 30 años”, dijo.
El también miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) aseguró sentirse satisfecho con el trabajo realizado en el Laboratorio de Láseres del CIO, pues señaló que México como país tiene todavía problemas que dificultan el desarrollo científico pero que, sin duda alguna, se ha avanzado en ello.
“Veo que las instituciones dedicadas a apoyar la ciencia están haciendo un esfuerzo que es innegable y que debemos felicitarnos”, acotó.
Formación de científicos
El doctor Vicente Aboites aseguró que la aportación más importante que ha hecho a la ciencia en México es la generación de recursos humanos y la formación de científicos.
“Cuando regresé a México en 1986 había no más de tres o cuatro especialistas en láseres en el país, ese año el Institute of Physics británico, en el área de electrónica cuántica, que es láseres, tenía más de mil 800 miembros, esto nos da idea del dramático rezago que como país enfrentábamos en el desarrollo de la ciencia, en especial en el área de los láseres. Lo primero en lo que nos concentramos fue en formar científicos jóvenes que hicieran sus maestrías y doctorados, muchos fueron enviados de inmediato al extranjero a que terminaran sus estudios o que hicieran posdoctorados para después integrarse al país; a su vez cada uno de ellos, ya como científicos independientes, empezaron a formar también más científicos y esta es una cadena que creo yo ha tenido éxito, ha crecido; sin embargo, sigue habiendo un rezago en el número de científicos que tenemos en el país”, aseguró.
Asimismo, indicó que el área de láseres, como cualquier área científica, tiene una serie de especialidades, como láseres de semiconductores, láseres de estado sólido, láseres de gas, entre otros, y al respecto cuestionó: “¿Cuántos especialistas tenemos en estos tipos de láseres?”.
El estado de Guanajuato ha sido descrito como el nuevo Detroit del Bajío por el crecimiento que ha tenido en los últimos años en cuanto a la industria automotriz se refiere, en donde el uso del láser es cotidiano, por lo que el conocimiento de esta tecnología por parte de los estudiantes de dichas áreas es de suma importancia para su desarrollo profesional.
“Actualmente estoy impartiendo un curso a los alumnos de nivel técnico universitario de la Universidad Tecnológica de León (UTL), en donde los estamos enfocando en los tipos de láseres que van a encontrar en la industria, y derivado de estos cursos publicaré un libro que sirva de guía a estos estudiantes para que conozcan los tipos de láseres que existen y sus aplicaciones. Lo que nosotros pretendemos es preparar a jóvenes que, terminando sus estudios, puedan ingresar en una empresa y que al momento en que les presenten un robot láser no se sorprendan por no haber visto antes algo parecido y que sepan cuáles son los principios básicos por los cuales funciona e incluso que puedan desarmarlo, repararlo y ponerlo en operación”, informó el también investigador y docente del Centro de Investigación en Matemáticas (Cimat) y de las facultades de Filosofía, Física y Matemáticas de la Universidad de Guanajuato, entre otras instituciones nacionales y extranjeras.
Áreas de investigación
Vicente Aboites, quien es investigador titular C del CIO en el área de Fibras Ópticas y Láseres, ha trabajado en un importante proyecto en dinámica caótica y sistemas de láseres descritos por mapeos bidimensionales, del cual ha sido pionero a nivel internacional.
“El trabajo que hemos estado realizando en dinámica caótica y sistemas láser (sistemas láser de anillo de conjugación de fase) (...) hemos sido los pioneros obteniendo láseres caóticos que operan con diferentes tipos de mapeos bidimensionales caóticos, lo cual nos tiene muy emocionados”, dijo.
Señaló que existen varios tipos de mapeos, entre los que destacó el mapeo de Ikeda, el de Hénon, el de Tinkerbell, el de Duffin, que matemáticamente, dijo, son muy interesantes, “porque algunos de ellos describen fenómenos físicos importantes, entonces lo que nosotros estamos haciendo es aplicar todos estos mapeos al estudio de la dinámica de láseres, en particular a la dinámica caótica, entender cómo se genera el caos en un láser”.
Precisó que esto tiene aplicaciones interesantes en sistemas caóticos muy complejos, como la medición del clima utilizando láseres o utilizando el formalismo matemático de ellos; también aseguró que en el área de la medicina se puede describir el sistema nervioso a través de ecuaciones que también son caóticas y que de igual modo se pueden simular usando láseres, o bien en el sistema circulatorio el funcionamiento del corazón en relación con las características del sistema puede ser descrito de la misma forma; la evolución del cáncer también se ha descrito por medio de ecuaciones similares a las de los láseres.
Sin embargo, el investigador del CIO señala que probablemente el trabajo experimental más importante que ha realizado ha sido el estudio de láseres Q-switched con celdas de conjugación de fase.
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“El trabajo científico más importante ha sido el estudio de láseres Q-switched con celdas de conjugación de fase que presenté en el Congreso Lasers 90, en San Diego, California, con mi equipo de investigación conformado por la doctora Hui Meng y el doctor E. J. Eichler cuando estaba en la Universidad de Berlín, ya que un año más tarde la empresa alemana Coherent y Spectra Physics, de origen estadounidense y alemán, empezaron a producir láseres con celdas de conjugación de fase exactamente iguales a las que nosotros dimos a conocer al mundo en ese congreso, el problema está en que el trabajo no se patentó y al haberlo presentado en un evento así se volvió del dominio público”, comentó.
Aseguró que dicho trabajo fue de gran impacto industrial en el mundo, ya que las celdas para Q-swicheo típicamente son celdas electro-ópticas, acusto-ópticas o magneto-ópticas, pero estas tres tienen un alto costo en el mercado que oscila entre los cinco y 12 mil dólares, mientras que las celdas de conjugación de fase consisten en un pequeño tubo con dos lentes llenos de gas a alta presión, el cual tiene un costo de entre 50 y 100 dólares, lo que representó un gran ahorro para el sector industrial a nivel mundial.
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