Alberto Martín Álvarez y su interés por América Latina
Por Ana Luisa Guerrero
Ciudad de México. 23 de mayo de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- De joven, Alberto Martín Álvarez se vio atraído por los movimientos sociales que convulsionaban a América Latina. Centró su mirada en el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional de El Salvador y dejó su natal España para estudiar su transformación de una guerrilla a un partido político.
Doctor en estudios iberoamericanos por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), ha recorrido un camino en América Latina con el propósito de encontrar respuesta a las preguntas que se formuló desde su juventud y que se han multiplicado con el paso de los años.
Como investigador social, vio en México una gran oportunidad para explotar sus líneas de investigación enfocadas en la acción colectiva, los movimientos sociales y la violencia política en este continente durante el siglo XX.
En los albores de su carrera se pensaba como profesor, aspiración que ha visto materializada en el Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora (Instituto Mora), donde actualmente funge como académico, investigador y director de Docencia.
Apasionado de la literatura histórica, Alberto Martín Álvarez comparte con la Agencia Informativa Conacyt parte de su vida, los lazos familiares que lo unen con esta región del continente y sus intereses de investigación.
Estudió la licenciatura en ciencias políticas y sociología, la maestría en ayuda y desarrollo internacional y el doctorado en estudios iberoamericanos, pero su camino profesional se fue orientando a la investigación que solo cambiaría quizá por una vida más tranquila y austera en su país de origen, dedicado —tal vez— a la agricultura orgánica.
Atracción por movimientos revolucionarios
La Revolución Sandinista en Nicaragua era foco de atención en diversos países de Europa y, siendo un estudiante universitario, Alberto Martín Álvarez veía América Latina como un lugar de promesas de cambio, de transformación y de proyectos alternativos que parecían concretarse.
“Eso captó mi atención inmediatamente. La propia historia del continente y su vinculación con mi país me pareció que era un historia que debía conocer en torno a la relación entre ambas regiones del mundo”, refiere.
Durante el doctorado analizó la transformación del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional de un movimiento revolucionario a un partido político, “me interesaba entender cómo ese proceso se había producido, qué consecuencias había tenido y cómo se puede producir ese tránsito de la guerra a la paz, desmovilizar un grupo armado que no había sido derrotado militarmente”.
Para responder esas preguntas de investigación viajó a El Salvador para analizar esa izquierda revolucionaria o también llamada “nueva izquierda” que fue el resultado de la influencia ideológica de los años sesenta, de la Revolución Cubana y de los movimientos de liberación en varios países del mundo.
Destino: México
La atracción del joven Alberto por este continente también puede atribuirse a vínculos personales, ya que desde los primeros años del siglo XX migraron a esta región algunos integrantes de su familia.
A México llega después de concluir sus estudios de doctorado al adscribirse a un programa de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, a través del cual se insertaba a científicos experimentales y sociales en México durante un periodo de dos años, pero “enganchado” por este país ha prolongado esa estancia por once años.
Durante este tiempo ha trabajado sus líneas de investigación en un “proceso paulatino en el que tuve que crecer como científico” para llegar al Instituto Mora con una producción “más o menos respetable”.
A la fecha, asentado en esta región, estudia la oleada de violencia revolucionaria de la nueva izquierda en América Latina y Europa entre la década de los 60 y 80, además de hacer un análisis histórico comparado de los procesos de radicalización violenta de activistas de movimientos sociales y partidos políticos.
“El conocimiento verdadero de una sociedad llega cuando vives en ella y eres parte de ella. Este periodo me ha enseñado muchísimas cosas, en México el nivel de la ciencia social es muy alto, aunque en muchas ocasiones desde aquí no se reconoce suficientemente el nivel de la ciencia social que se hace, tanto por la calidad como por la cantidad de producción científica en este campo”, asevera.
La investigación social
El doctor Alberto Martín Álvarez aborda líneas de investigación que fusionan la historia y la sociología y eso implica la realización de un trabajo meticuloso de archivo, de localización de documentos y de trabajo sobre los mismos.
En la sociología y la ciencia política se utilizan evidencias de distinta naturaleza, que van desde la estadística avanzada hasta los testimonios y las entrevistas, pasando por los grupos de discusión; es decir, un amplio abanico metodológico que se utiliza según las necesidades de cada investigación.
Miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), Alberto Martín busca responder preguntas sociológicas que se relacionan, por ejemplo, con el impacto de determinadas coyunturas y contextos históricos en las nuevas generaciones de individuos que se incorporan a la sociedad.
“Lo que hago es utilizar evidencia histórica para contestar dichas preguntas, por lo que me muevo en un tipo de investigación donde la evidencia histórica la construye el sociólogo o el científico social, y no solo el historiador”, expone.
En el caso particular de los movimientos sociales violentos, detalla que ha estudiado organizaciones clandestinas cuya historia no ha sido escrita y cuyos documentos fueron secretos durante mucho tiempo, por lo que es necesario desenterrar esas evidencias históricas para después tratar de contestar preguntas desde una perspectiva sociológica o politóloga.
“Son procesos complejos que se han producido de forma diferente en cada país, por ejemplo en el caso centroamericano transitan a través de conflictos armados, una transición de una izquierda con un horizonte de revolución político-social teniendo el socialismo como bandera. En el Cono Sur esta transición se produce a través del exilio, donde se replantean las estrategias y se opta por una nueva forma de participar en política. En Europa el fenómeno fue más marginal con organizaciones pequeñas y radicalizadas, muy aisladas de su contexto social y reducidas a fenómenos de terrorismo”, expone.
Pasión por la investigación
De pequeño, el investigador adscrito al área de Ciencias Sociales y Cooperación Internacional quería ser profesor y a la fecha disfruta mucho de la docencia, pero el rumbo a la investigación se presentó en el camino, “cuando empiezas a darte cuenta que el interés por un tema no se agota simplemente en una lectura, sino que quieres más y siempre surgen nuevas ideas y nuevas preguntas acerca de las cuestiones por las que te interesas, entonces poco a poco te vas dando cuenta de que tu vocación va a convertirte en un investigador”.
|
Escucha aquí la entrevista del Dr. Alberto Martín Álvarez. |
Asegura que “es muy fácil apasionarse con la investigación” y al final se acaba convertido en una especie de Sherlock Holmes en los temas que te interesan, incluso algunos son “casi artesanía pura” por el tipo de trabajo que se realiza para lograr descubrir algunos archivos o recabar ciertos testimonios.
No obstante, aclara que no siempre es tan fácil como parece, “con frecuencia la gente cree que la investigación social consiste simplemente en sentarse a leer y ya está, pero obviamente va mucho más allá: es una planificación cuidadosa de la investigación, hay que ser muy sistemático con lo que se hace, observar la metodología que se emplea; es una labor de tiempo completo”.
Y aunque las investigaciones sociales son las que menos recursos reciben en todo el mundo, en comparación con la financiación que se dedica a las ciencias experimentales, a decir de Alberto Martín Álvarez es más que necesario llevarlas a cabo, porque a través de ellas se contribuye a buscar soluciones a problemas sociales o a construir la cultura y la identidad de las sociedades.
Visiblemente entusiasmado por su trabajo, el investigador invierte su tiempo libre en lecturas sobre historia europea, “en este momento leo la biografía de Daniel Bensaïd, uno de los líderes de la nueva izquierda francesa de los años sesenta y setenta.”
A futuro se vislumbra como un investigador que realiza su trabajo con la misma pasión y al mismo ritmo con que lo hace ahora; “me veo profundizando en estos temas, espero haber publicado varios trabajos al respecto y haberlos convertido en algo que merezca la pena leer”, confiesa.
Descargar fotografías.
Ver texto en pdf.
Esta obra cuyo autor es Agencia Informativa Conacyt está bajo una licencia de Reconocimiento 4.0 Internacional de Creative Commons.
