Presentan la biodiversidad vegetal de Tehuacán en libro electrónico
Guadalajara, Jalisco. 29 de noviembre de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Las plantas podrían parecer seres aislados que solo necesitan del sol y del agua para vivir, pero durante la presentación del libro electrónico Flora de Tehuacán: especies y modos de convivencia, Emmanuel Bolaños Bautista dejó claro que estos organismos tienen relaciones más complejas de lo que imaginamos, compiten unos con otros, dependen de otras especies y se relacionan profundamente con los seres humanos, inclusive pueden llegar a contar su historia.
El libro, presentado en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), tiene el propósito de exponer las relaciones entre la flora y su entorno geográfico. Editado por el Centro Regional de Enseñanza de Ciencia y Tecnología del Espacio para América Latina y el Caribe y el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), la versión electrónica estará disponible bajo un esquema de acceso abierto, es decir, su consulta será completamente gratuita y podrá ser descargado e impreso por los lectores.
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Con esto, los autores, Emmanuel Bolaños Bautista y Jesús Antonio González Bernal, buscan invitar a todo público a interesarse sobre la biodiversidad vegetal de Tehuacán, pero también a aprender sobre las estrechas relaciones ecológicas y el papel que juegan las plantas en todos los ecosistemas.
Tehuacán y su flora característica
Tehuacán es un municipio que se encuentra al sureste del estado de Puebla y forma parte de una de las 16 provincias florísticas de la provincia mexicana, esto quiere decir que forma parte de una de las regiones que representan a la flora del país, explicó Emmanuel Bolaños, ingeniero bioquímico especializado en ciencias ambientales.
Tehuacán se encuentra en un área importante, pues representa, de norte a sur, la última zona semiárida del país, en donde se pueden encontrar condiciones y especies vegetales similares a las de Baja California, Chihuahua y Sonora, que confluyen con especies del sur de la república.
Las plantas también se adaptan
El clima árido de Tehuacán genera una respuesta adaptativa en la vegetación del lugar. Estas respuestas pueden clasificarse en dos tipos: los cambios a nivel del genoma o los cambios fenotípicos, observables en la estructura o la fisiología de las plantas.
El autor del libro mencionó varios ejemplos de estas respuestas adaptativas, entre ellas el característico color rojizo de las plantas de las regiones áridas.
“Normalmente las plantas las podemos encontrar en tonalidades verdes, pero cuando una planta cambia su coloración hacia los rojizos, los amarillentos o los morados, lo que hace es absorber menor energía lumínica y, por ende, sufre menos quemaduras y sus tejidos resultan más resistentes”, explicó el ingeniero bioquímico.
Otro de los mecanismos que las plantas utilizan para protegerse de las quemaduras del sol es desarrollar hojas con profundas rugosidades, ocasionando surcos en los cuales el sol no puede penetrar y por donde pasa su venación para sufrir una menor evaporación.
Las hojas acanaladas, que dirigen la humedad del ambiente hacia las raíces de la planta; los troncos fotosintéticos resistentes a las quemaduras solares; o las flores que solo crecen en dirección al norte para protegerse de la radiación y durar viables por más días, son distintas estrategias que la vegetación de esta región ha adoptado.
Emmanuel Bolaños explicó que existe, además, una estrategia adaptativa conocida como latencia, en la que las plantas disminuyen su actividad fisiológica al mínimo. Esto ha dado origen a un paisaje que permanece seco a la vista humana por los 15 meses en que las sequías pueden prolongarse, pero que en tan solo ocho días de lluvias se transforman por completo en un verde océano.
¿Cómo conviven las plantas?
Para el especialista, la ecología debe intentar explicar cómo es que se relacionan las plantas al vivir juntas, pues a pesar de que cada una parece estar armada con increíbles mecanismos que la protegen del clima, como grupo estos ecosistemas pueden ser bastante frágiles.
La relación que existe en el paisaje de Tehuacán permite que algunos organismos se beneficien de la convivencia con sus vecinos, por lo que existe en la región vegetación parásita, epífita o que presenta nodricismo, en donde algunas plantas cuando jóvenes utilizan la sombra de otras de mayor tamaño para protegerse del sol.
“Hubo una ocasión en que a la rama de un árbol le conté 200 individuos viviendo sobre ella”, narró Emmanuel Bolaños.
Las plantas y la historia humana
Para el investigador, la relación que tienen las plantas entre sí no es el único aspecto que puede analizarse al investigar en el área de la ecología y encuentra que estudiar los nombres comunes de las plantas es un reflejo de la relación que tiene la vegetación con las comunidades humanas.
“No sé si hayan escuchado el término 'voy a limpiar mi terreno', a mí se me hace una forma muy despectiva e inadecuada de referirse a la vegetación, pues esta no es basura”, comentó a la audiencia.
Además, el autor del libro expuso otros ejemplos, como el del fruto denominado “tapa culito”, efectivo para curar la diarrea; el del “asiento de suegra”, cactácea que en tiempos de la Revolución era utilizada como instrumento de tortura para sentar a las mujeres adultas con el fin de que revelaran dónde se encontraban escondidas las mujeres jóvenes; o incluso el nombre del orégano, planta denominada por los conquistadores que llegaron al continente americano imaginando que encontrarían las mismas especies vegetales que en Europa.
Conocer para conservar
El libro Flora de Tehuacán: especies y modos de convivencia en su versión electrónica es gratuito y puede descargarse en alta resolución. El lenguaje utilizado trata de evitar los tecnicismos y cuenta con un glosario que explica de manera sencilla los términos especializados que no pueden evitarse.
A mediados de 2017 se espera que se publique una versión impresa del libro, la cual tendrá un costo de recuperación que ayudará a financiar un segundo volumen. Pero por el momento el autor invitó a todo el público a descargar el libro electrónico e interesarse por la vegetación del país.
“El libro es gratuito primero porque se paga con el erario público y todos tenemos derecho a tenerlo, y segundo porque lo que se conoce sí se puede defender, porque cuando algo se conoce se le toma aprecio, por eso los invito a que lo descarguen”, concluyó Emmanuel Bolaños.
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