La divulgación en las ciencias aplicadas
Por Hugo Valencia Juliao
Ciudad de México. 21 de febrero de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- En el marco del aniversario de la colección La Ciencia para Todos, se realizó la quinta mesa temática de la serie de eventos “Un catálogo en expansión”, esta vez se discutió sobre la divulgación en las ciencias aplicadas y sus características.
Se presentaron María Cristina Piña Barba, Daniel Reséndiz Núñez y Juan Tonda Mazón, con una mesa moderada por el editor de ciencia y tecnología del Fondo de Cultura Económica (FCE), Heriberto Sánchez.
"La categoría de ciencias aplicadas ya cuenta con 25 títulos en la colección. Es un área transversal porque se relaciona mucho con muchos de los temas que se han tocado en La Ciencia para Todos”, reconoció Heriberto Sánchez.
El primer título publicado de esta temática fue Más allá de la herrumbe, de Joan Genescá y Javier Ávila, un libro sobre el fenómeno químico de la corrosión de metales. “También tenemos publicados, por ejemplo, uno de los primeros libros que relacionan la física y la tecnología, El desarrollo de la tecnología, la aportación de la física, de Fernando Alba Andrade”, explicó el editor del FCE.
"Me encantó escribir libros de divulgación científica. Me invitó Alejandra Jaidar y me interesó mucho. Pero fue a partir del accidente de mi padre del cual ya no pudo caminar, que decidí dejar todo para hacer física aplicada a la medicina”, explicó la investigadora experta en biomateriales, María Cristina Piña.
Relató que su labor en divulgación de la ciencia empezó desde cero, ya que no había nada de material en el área que a ella le interesaba, por lo que empezó a conformar un grupo interdisciplinario en el que pudo conjuntar lo necesario para escribir los libros La física en la medicina I y II.
La colección que llegará a los 250 números en septiembre de este año, tiene muy pocos libros dedicados a la tecnología, en específico a la ingeniería, reconoció Heriberto Sánchez. A pesar de ello, dijo que hay material muy bueno en las entregas que ha aportado el investigador emérito del Instituto de Ingeniería (II) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Daniel Reséndiz Núñez.
“De las presentaciones o charlas a las que me ha dado más satisfacción asistir son las que están relacionadas con mi labor de divulgador. Este libro para mi sorpresa ha tenido una recepción muy buena”, dijo Reséndiz Núñez refiriéndose a su obra titulada El rompecabezas de la ingeniería.
En ese sentido, explicó que el propósito por el cual aceptó escribir un libro de divulgación era llevar al público en general la ciencia, es decir, contribuir a llevar una imagen más realista de lo que es la ingeniería. “La imagen que la gente tiene de la ingeniería es muy estereotipada y contraproducente para fines de divulgación y de comunicación con los jóvenes”, expresó el catedrático de la UNAM.
El enfoque que le dio a este libro publicado en 2008 fue para que se perciba la ingeniería como una profesión al servicio de la humanidad. Este concepto fue motivado a raíz de lo que el doctor Reséndiz Núñez había aprendido de sus maestros que le enseñaron que la ingeniería puede y debe volcarse al servicio de la sociedad.
“Tan pronto como empecé a escribir el libro mi actitud cambió radicalmente, porque es muy diferente escribir, por ejemplo, un artículo científico. A partir de las primeras líneas me di cuenta de que era otra cosa, y todo lo que yo había escrito estaba dirigido hacia especialistas”, indicó Reséndiz Núñez.
Avance de la tecnología
El divulgador de la ciencia Juan Tonda Mazón comentó que muchos temas que se escribieron hace 25 o 30 años en la colección se han vuelto aún más relevantes por el contexto de las sociedades actuales y el avance exponencial de la tecnología.
Tonda Mazón contó que trabajaba en el Instituto de Investigaciones Eléctricas de la UNAM, pero cuando empezó a conocer más la divulgación de la ciencia decidió dedicarse de tiempo completo a esta y abandonar la investigación, motivado porque a través de la divulgación de la ciencia se llega a un mayor número de personas que pueden hacer suyo el conocimiento.
“También es importantísimo hacer investigación científica, además de la formación y la divulgación. Esas tres áreas son sumamente importantes ya que son indispensables para que se pueda formar una cultura científica en la sociedad”, explicó el divulgador, quien tiene publicados diversos títulos en la colección como El oro solar y otras fuentes de energía, publicado en 1993.
Asimismo, acotó que la divulgación de las ciencias aplicadas es una tarea interdisciplinaria donde participan especialistas de todas las áreas del conocimiento, lo que obliga a los divulgadores a trabajar en equipo y genera un producto de mayor calidad.
“Desde mi punto de vista, lo más importante es que tú motives al lector, no haciendo un texto aburrido sino que de alguna forma tú utilices algún recurso o técnica que lo divierta y se acerque al objeto de divulgación. Se puede hacer uso de las metáforas cuando se quiere acercar algo”, comentó el egresado de la carrera de física en la UNAM.
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