Cómo hacer ciencia para la conservación y no morir en el intento

Por Karla Navarro

Ensenada, Baja California. 3 de marzo de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Para Rodrigo Medellín Legorreta, investigador del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el trabajo científico que se restringía al ámbito académico y sus laboratorios ha quedado obsoleto.

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Durante su conferencia Cómo hacer ciencia para la conservación y no morir en el intento, impartida en el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), el científico lanzó un exhorto a investigadores y estudiantes a que “salgan de su zona de confort”.

“Es muy fácil para cualquier académico meterse a su laboratorio, a su oficina, su lugar de trabajo, pero estamos en esa zona de confort. Si nosotros realmente queremos tener un impacto, debemos de salir de esa zona de confort, tenemos que empezar a trabajar con otros sectores”, remarcó.

Subrayó la importancia de que los investigadores amplíen su red de trabajo y establezcan alianzas con autoridades gubernamentales y asociaciones civiles que se sumen a los esfuerzos de los proyectos de investigación.

“No se trata de publicar el paper y decir 'yo ya cumplí', para nada, ya cuando lo publicaste ahí empieza el proceso de socializar el mensaje, sentarme con los dueños de la tierra, sentarme con las autoridades y ayudarles a digerir ese mensaje que normalmente está en un lenguaje que los dueños de la tierra o los tomadores de decisiones no lo van a leer, depende de nosotros el traducirlo”, sostuvo.

Cambio de paradigma

En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, el investigador, popularmente conocido como el Batman mexicano, comunicó que ha percibido el cambio de paradigma en las nuevas generaciones de estudiantes y científicos, que manifiestan un mayor interés por extender su trabajo académico.

“Los alumnos están en contacto con la realidad diaria del país, en donde la crisis ambiental está presente, está tangible, está evidente ante todos y ellos se dan cuenta de que tienen que hacer algo para revertirla”, afirmó.

1 proyecto0303 Estimó que son cada vez más los investigadores y estudiantes jóvenes que están cambiando su manera de operar y están estableciendo colaboraciones con comunidades y tomadores de decisiones para impulsar procesos multilaterales de integración en proyectos de conservación.

Rodrigo Medellín apuntó que para desempeñar esta labor no es necesario que el científico cuente con más características que ser una persona comprometida con su trabajo, bien preparada, inteligente y apasionada.

“Con esas cuatro características podemos llegar al fin del universo, el cielo es el límite si tenemos esas cuatro características”, aseveró.

Identificar actores clave

Respecto al proceso de identificación de los actores clave con los que, fuera del ámbito académico, el investigador deberá colaborar, Rodrigo Medellín explicó que sus proyectos de conservación incluyen un análisis de redes conectivas con el que definen la incidencia de una determinada especie en los diversos sectores.

“Es un análisis que nos dice ‘esta especie tiene presencia en estos sectores de la población o está incidiendo, bien o mal, en los intereses de ese sector’, vamos a trabajar con ese sector de la población para hacerlos sensibles, conscientes de que están recibiendo un beneficio a partir de esa especie y entonces ese es su mejor interés, el protegerlo”, explicó.

Puntualizó que en los casos en los que la especie esté afectando negativamente los intereses de un sector, será necesario analizar prácticas culturales o productivas para compaginarlas y armonizarlas hacia un resultado positivo para la especie y para los actores afectados.

Finalmente, el investigador enfatizó sobre la importancia de que los investigadores sean perseverantes e insistan en el desarrollo de sus proyectos.

“Nunca ceder, siempre habrá portazos, golpes, cosas que los desanimen. Son las generaciones jóvenes las que tienen la obligación de ser rebeldes, de ser constantes, de ser intensos, de ser apasionados y que estén empujando la puerta todo el tiempo”, concluyó.