Acreditan a William D. Phillips, Premio Nobel de Física 1997, como miembro de la AMC
Por Dalia Patiño González
Tonantzintla, Puebla. 23 de marzo de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- La Academia Mexicana de Ciencias (AMC) entregó este miércoles al doctor William Daniel Phillips, Premio Nobel de Física 1997, el diploma que lo acredita como miembro de esta asociación, en respuesta a los vínculos y relación que mantiene con instituciones de educación e investigación mexicanas, pero también por sus contribuciones en el enfriamiento de átomos con láser y sus trabajos con el condensado de Bose-Einstein.
La AMC está conformada actualmente por dos mil 708 miembros, de los cuales dos mil 601 son regulares. Con la incorporación del doctor Phillips se sumarán 107 miembros correspondientes, figura creada para reconocer la trayectoria de investigadores distinguidos que radican fuera de México y han contribuido a desarrollar la ciencia en nuestro país. Hasta el momento, la AMC mantiene como parte de su padrón a 11 premios Nobel.
En la ceremonia de incorporación, el director del Instituto de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), el doctor Leopoldo Altamirano Robles, celebró la incorporación del doctor William D. Phillips a la AMC, destacando su labor para procurar a través de la ciencia la resolución de problemas en favor de la humanidad.
“Ha procurado a través de la investigación científica y aplicada la solución eficiente a problemas fundamentales en beneficio de la humanidad. Sigamos el ejemplo del doctor Phillips a desarrollar nuestra labor científica desde un enfoque humano y cordial”.
Por su parte, la doctora Margarita Martínez Gómez, presidenta de la Sección Regional Centro-Sur de la AMC y encargada de entregar el documento al doctor Phillips, destacó el compromiso del premio Nobel 1997 para recibir a estudiantes mexicanos de doctorado, así como jóvenes investigadores que han realizado estancias posdoctorales con él.
Mencionó también la estrecha colaboración que el doctor Phillips mantiene con grupos académicos de instituciones como el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), el Tecnológico de Monterrey y el INAOE, que refleja un trabajo consolidado en proyectos relacionados con la física atómica, molecular y óptica, como muestra del compromiso que el doctor Phillips mantiene con México.
En su intervención, el doctor William D. Phillips agradeció en un breve discurso a la AMC por la distinción y dijo sentirse honrado por encontrar en México relaciones no solo de trabajo con investigadores y alumnos, sino también de amistad. Recordó que con la Academia Mexicana de Ciencias estrechó relaciones gracias al encuentro que mantuvo en 2016 en la National Academy of Sciences en Washington, D.C., con el doctor Jaime Urrutia Fucugauchi, presidente de la asociación.
El doctor Luis Orozco, de la Universidad de Maryland, quien también es miembro correspondiente de la AMC, fue quien nominó al físico estadounidense, destacando su gran calidad humana y la disposición que siempre ha mantenido para recibir en sus laboratorios a estudiantes mexicanos como Eduardo Gómez García, ganador del Premio de Investigación de la AMC en 2015.
Tras realizar una reseña biográfica del galardonado, el doctor Luis Orozco mencionó parte de las aportaciones científicas del doctor Phillips, entre las que destacan el desacelerador de átomos Zeeman —técnica para reducir el movimiento de los átomos gaseosos con el fin de estudiarlos detalladamente—, el descubrimiento del enfriamiento por debajo del límite Doppler, trabajo que le valió el Premio Nobel 1997, la generación de solitones en condensados Bose en geometrías 1D y 2D y las fluctuaciones de fase BEC y redes ópticas.
De estudiante destacado a premio Nobel
William Daniel Phillips nació en 1948 en Wilkes-Barre, Pensilvania, Estados Unidos. Fue hijo de Mary Catherine Savino y William Cornelius Phillips, ambos universitarios que le inculcaron el gusto por la formación académica y por la lectura y la religión.
Desde niño, William D. Phillips dio muestras de interés por la ciencia y el deporte. A sus ocho años de edad se hizo evidente su inteligencia superdotada y fue incluido en un proyecto experimental de educación acelerada, adquiriendo conocimientos que rebasaban el promedio de cualquier niño de su edad, sobre todo en el campo de las matemáticas.
William D. Phillips fue un estudiante destacado en ciencias, matemáticas, lengua francesa y literatura, lo que le permitió participar en cursos universitarios veraniegos, donde alcanzó el convencimiento de que su futuro profesional estaba íntimamente ligado a la física experimental.
En 1966, inició sus estudios superiores en el Juniata College, donde el profesor Wilfred Norris, director del Departamento de Física, dirigió sus primeras investigaciones, centradas en la mejora de los espectrómetros. Tras su paso por el Juniata College, William D. Phillips completó sus estudios universitarios en Princeton, aunque después se matriculó en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, (MIT, por sus siglas en inglés).
William Daniel Phillips se doctoró en 1976 y aceptó una oferta del MIT para cursar un posdoctorado. Fue en este periodo cuando se adentró en el estudio del condensado Bose-Einstein, un estado de la materia a temperatura ultrabaja, en el que los átomos se comportan como un único superátomo, siguiendo las leyes de la mecánica cuántica. Sentó, con ello, las bases de la investigación que, al cabo de veinte años, habría de hacerlo acreedor, junto con sus colegas Steven Chu y el francés Claude Cohen-Tannoudji, al Premio Nobel de Física.
En 1978, Phillips se trasladó a Maryland para incorporarse al NITS (National Institute of Standards and Technology o Instituto Nacional de Normas y Tecnología), donde aprovechó el equipamiento para ampliar sus conocimientos sobre las técnicas de refrigeración del láser.
Cercano al cero absoluto
En los años 80, Steven Chu desarrolló un método para frenar los átomos por medio de rayos láser, partiendo del conocimiento generalizado de la velocidad media aproximada a la que se desplazan los átomos a temperatura normal. Chu y su equipo habían ideado un proceso que, sirviéndose de un impacto frontal de los átomos contra los fotones de un rayo láser, daba lugar a una disminución considerable de la velocidad normal del átomo, y si repetían el proceso, se reducía cada vez más la velocidad de los átomos, de tal modo que su desplazamiento podía llegar a ser miles de veces más lento que el habitual, lo que equivalía a enfriarlos a temperaturas cercanas al cero absoluto.
Partiendo de estos trabajos, William Phillips y sus colaboradores lograron alcanzar, en los laboratorios de la NBS, velocidades y temperaturas aún mucho más bajas, sobre todo después de los límites a los que había llegado Steven Chu. Las temperaturas de 0.000043 kelvin conseguidas por Phillips obligaron a modificar todas las teorías sobre el enfriamiento desarrolladas tras la contribución de Chu.
El doctor Phillips es integrante de la National Academy of Sciences desde 1997 y de la American Academy of Arts and Sciences desde 1995. Ha sido distinguido con la Gold Medal del Departamento de Comercio de EE. UU., Michelson Medal del Instituto Franklin en 1996 y Premio Nobel de Física en 1997. Ha sido nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Buenos Aires, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y École Normale Supérieure, París. Ha realizado más de 130 publicaciones en prestigiadas revistas científicas y ha dictado decenas de conferencias en instituciones de diferentes partes del mundo. William Phillips también ha sido fundador de la Sociedad Internacional para la Ciencia y la Religión.
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