Lo que debes saber de los estímulos fiscales
Por Verenise Sánchez
Ciudad de México. 8 de mayo de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- A través del programa Estímulo Fiscal a la Investigación y Desarrollo de Tecnología (EFIDT), se espera recibir una inversión adicional en materia de ciencia y tecnología por parte de la iniciativa privada y el gobierno de al menos cuatro mil 500 millones de pesos.
Esta cantidad, aunada con el monto del Programa de Estímulos a la Innovación (PEI), el cual tiene una inversión para este año de aproximadamente dos mil millones de pesos por parte del gobierno, más dos mil o dos mil 500 millones de pesos del sector privado, sumarían alrededor de nueve mil millones de pesos, lo cual sería una cifra récord.
Con estos dos programas, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) busca incrementar la inversión en investigación y desarrollo por parte de la industria, ya que en los países más desarrollados es la iniciativa privada la que invierte más recursos.
Por ejemplo, en Israel, Corea y Japón el gobierno solo aporta alrededor de 20 por ciento de la inversión total de investigación y desarrollo y es la industria la que aporta el resto, según datos del documento Main Science and Technology Indicators, realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En tanto, en México ocurre lo contrario, 67.9 por ciento de la inversión la hace el gobierno y la iniciativa privada solo participa con 32.1 por ciento, según datos presentados recientemente por el titular del Conacyt, Enrique Cabrero Mendoza.
Con el programa Estímulo Fiscal a la Investigación y Desarrollo de Tecnología, que impulsan en conjunto el Conacyt y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), aunado a otras políticas públicas, se espera que este año la inversión de la industria crezca a 35.6 por ciento.
Indispensable la participación de las empresas
Cabrero Mendoza destacó que “sin una vigorosa participación de las empresas en la agenda de innovación y desarrollo tecnológico, México no podrá avanzar hacia una economía más sólida y basada en el conocimiento”.
Afirmó que el desarrollo científico, tecnológico y la innovación generan en la industria mejores prácticas de competitividad y evidentemente mayor solidez en sus empresas; además de un mejor posicionamiento en los mercados internacionales.
Por tales motivos, subrayó que el gobierno federal decidió implementar con vigor el EFIDT, para que más empresas le apuesten a la investigación y desarrollo como una herramienta para hacer sus compañías más rentables y que esto, a su vez, coadyuve a impulsar una economía basada en el conocimiento.
Bondades del EFIDT
Víctor Carreón Rodríguez, director adjunto de Planeación y Evaluación del Conacyt y secretario técnico del EFIDT, señaló que este programa no es completamente nuevo, “en Conacyt habíamos tenido uno muy similar que operó de 2001 a 2007”.
Dicho programa se llamó Programa de Estímulos Fiscales al Gasto en Investigación y Desarrollo de Tecnología de las Empresas Privadas en México, el cual fue sustituido por el Programa de Estímulos a la Innovación.
La convocatoria para acceder a este estímulo termina el 30 de mayo. |
No obstante, “el PEI es un programa que tiene ciertas características, que por sus reglas de operación hay empresas que no pueden participar”. Por tal razón se decidió reactivar el EFIDT.
“El EFIDT surge para tener una estrategia adicional al PEI, que permita que todas las empresas participen. Tiene unas características similares al programa que operó anteriormente; sin embargo, hay algunos aspectos nuevos que nos van a permitir tener un mejor programa y generar mejores resultados “, señaló Carreón Rodríguez.
Una de las principales ventajas que presenta el EFIDT es que las empresas pueden proponer proyectos multianuales y pueden proponer más de un proyecto. “Lo que queremos con esto es que las empresas presenten, más que un proyecto, un plan de investigación y desarrollo tecnológico”.
30 por ciento de crédito fiscal
Este programa lo que ofrecerá será 30 por ciento de crédito fiscal referente al monto adicional de la inversión en investigación y desarrollo por parte de las empresas.
Las compañías que quieran participar en el programa deberán registrarse en la página web de la convocatoria e ingresar información fiscal de los últimos tres años. Se requerirá la declaración fiscal de 2014, 2015 y 2016 y que indique cuánto invirtió en investigación y desarrollo en esos tres años.
Carreón Rodríguez explicó: “Supongamos que una empresa invirtió cinco millones en 2014, 10 millones en 2015 y 15 millones en 2016, la suma de esos tres nos da 30 millones, que lo dividimos entre tres para sacar el promedio”.
De tal suerte que esos 10 millones, que es el promedio de inversión de los últimos tres años, es lo que se tomará como base, y si esta empresa manifiesta que en este año invertirá 40 millones, a este monto se le restará el promedio, es decir, a los 40 millones se le quitarán 10, quedarán 30 millones, así que el estímulo fiscal será 30 por ciento de esos 30 millones.
Es decir, la empresa tendría un crédito fiscal de aproximadamente nueve millones de pesos para pagar su impuesto sobre la renta (ISR) en 2018 cuando haga su declaración de 2017.
¿Cómo acceder al EFIDT?
Para Alejandro Ruiz Martínez, director general de Technology Business and Research (TB&R), firma que imparte cursos para asesorar a empresas para que puedan acceder a este estímulo, hay varios factores importantes para que una empresa se postule sin fracasar en el intento.
Consulta los requisitos y reglas de operación aquí. |
Uno de ellos, quizás el más importantes, es “la madurez del proceso de control contable de sus proyectos, lo cual tiene que ver con tener un sistema administrativo formal y bien organizado del gasto hecho en los proyectos de investigación y desarrollo”.
Esto es, que se cuente con un control bien detallado de los gastos realizados en esos proyectos durante los últimos tres años, con el adecuado control de facturas y los comprobantes fiscales (CFDI), ya que son los elementos con los que se calculará y validará el monto del crédito fiscal.
“Estas condiciones de madurez del control administrativo solo ocurren en dos circunstancias, una es en empresas que cuentan con un área específica para hacer investigación y desarrollo, con presupuestos asignados y procesos contables exclusivos para controlar esos gastos, condición que es frecuente en empresas grandes, no en pymes”, subrayó.
El especialista en gestión tecnológica señaló que para las pequeñas y medianas empresas que deseen acceder a este estímulo es recomendable que cuenten con experiencia en la participación en otros programas de fondos públicos del Conacyt en años pasados y que hayan recibido un dictamen positivo de su última participación.
Ya que “los reportes financieros auditados que debieron haber presentado para el cierre de sus proyectos pueden ser su mejor fuente de información contable para participar en el EFIDT de este año”.
Tanto para las pymes como para las empresas grandes, el gasto concurrente hecho en proyectos pasados financiados por fondos públicos puede ser presentado como parte de la inversión hecha en investigación y desarrollo en los últimos tres años, pero la empresa debe saber muy bien qué porcentaje de cada factura de los proyectos fue pagada con su dinero para poder declarar eso en su propuesta.
Retos y oportunidades
Hay varios desafíos para que las empresas accedan a este estímulo, quizás el más evidente es tener que recorrer una nueva curva de aprendizaje para dominar la dinámica de participación del EFIDT, comentó Ruiz Martínez, quien cuenta con una maestría en ciencias de la comercialización de la ciencia y la tecnología por la University of Texas en Austin.
Otro reto es diseñar la estrategia fiscal de participación, lo que implica, a su vez, hacer un esfuerzo combinado entre los aspectos técnicos y administrativos del proyecto, para que cuente con la calidad y mérito tecnológico necesario para ser aprobado.
Quizás el desafío más grande es lograr que “las empresas cuenten con una visión y estrategia empresarial de largo plazo alineada a una estrategia tecnológica y de innovación, en donde una empresa tenga claros los proyectos que la lleven a mejores condiciones competitivas y a mercados más atractivos”, indicó.
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Esto necesariamente le hará ver la necesidad de invertir en investigación y desarrollo en el corto plazo, ya que sin la generación y aplicación del conocimiento es prácticamente imposible aspirar a ser más competitivos.
“Hay estrategias que permiten dar pasos pequeños pero consistentes en este tema, pero esto demanda que el empresario se dé cuenta de las brechas de su empresa para aspirar a una mejor posición competitiva y esto, sin el ejercicio de una estrategia, es difícil de lograr”.
Vale la pena que las empresas, en especial las micro, pequeñas y medianas empresas, que son las que usualmente no invierten tanto en ciencia y tecnología, destinen más recursos para hacer más eficiente sus procesos o mejorar su productos y aprovechen este incentivo fiscal.
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