Se inauguran las instalaciones del Centro de Ciencias de la Complejidad
Por Yureli Cacho Carranza
México, DF. 3 de noviembre de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Recientemente se llevó a cabo la ceremonia inaugural de un nuevo inmueble, amplio y moderno, destinado para ser sede exclusiva del Centro de Ciencias de la Complejidad, también llamado C3, cuya historia comenzó a forjarse hace más de diez años y que para el desempeño de sus actividades, ocupaba el sexto piso de la Torre de Ingeniería (TI) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El C3 que ahora se ubica en uno de los corredores del Centro Cultural Universitario (CCU), frente a Universum, Museo de las Ciencias de la UNAM, fuera del afloramiento rocoso entre dos de las zonas de amortiguamiento (la A5P y la A13) de la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel (REPSA), cuenta con grandes jardines xerófitos (aquellos que se adaptan al medio seco), los cuales serán de bajo mantenimiento y tendrán especies nativas de la REPSA para mitigar la ruptura entre las zonas de amortiguamiento, que fue necesaria para su construcción, lo que seguirá favoreciendo el cruce de animales entre una zona y otra, así como la conservación de la flora y fauna.
Las zonas de amortiguamiento son las que limitan con las áreas naturales protegidas y conforman espacios de transición entre las zonas protegidas y el entorno. Su establecimiento intenta minimizar la repercusión de actividades humanas que se realizan en territorios inmediatos, en este caso, la REPSA.
La dispersión de semillas en los jardines del C3 restablecerá la vegetación (en un periodo de uno a dos años) y la recuperación estética de la configuración rocosa, respetando también los espacios interiores, destinados a la realización de actividades académicas y científicas.
La apertura de estas nuevas instalaciones del C3 fue presidida por el rector José Narro Robles, quien para transitar de lo virtual a lo concreto autorizó la construcción de este espacio. El director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Enrique Cabrero Mendoza, dijo que “todo incremento de la infraestructura científica, tecnológica y académica del país es loable”. Así como el ingeniero químico Leopoldo Silva Gutiérrez, secretario administrativo de la UNAM; el doctor Carlos Arámburo de la Hoz, coordinador de Investigación Científica de la UNAM; y el doctor Alejandro Frank Hoeflich, coordinador del Centro de Ciencias de la Complejidad (C3), quien describió el nuevo espacio como un lugar para contribuir al encuentro entre disciplinas y al análisis de nuevos caminos de vinculación de la sociedad mexicana.
Temas de investigación
A la fecha, el C3 ha conformado siete programas de investigación para desarrollar proyectos concretos a través del enfoque de los sistemas complejos: Complejidad y salud pública, Biología celular, Ecología y ciencias ambientales, Ciencias de los datos e inteligencia computacional, Complejidad social, Arte, ciencia y complejidad así como Neurociencias, son las directrices bajo las cuales están en proceso de desarrollo diversos proyectos de investigación básica y aplicada cuya pretensión es entender, solucionar y prevenir problemáticas que requieren atención urgente para poder tomar decisiones sobre las afectaciones que impactan socioeconómicamente.
Por ejemplo, la enfermedad de Chagas o influenza; factores causales, alarma temprana y posible detección de padecimientos complejos como la diabetes tipo 2 y el cáncer; causas y prevención de conflictos socioambientales, la problemática del agua y los tóxicos ambientales; redes complejas y tecnologías inteligentes como un sistema en línea de monitoreo de enfermedades respiratorias en el que la ingeniería computacional juega un papel fundamental.
Al respecto, el director general del Conacyt puntualizó que los principales cinco temas del Centro de Ciencias de la Complejidad son por demás importantes porque resumen algunos de los campos de la alta complejidad que deben ser atendidos porque “buena parte de las políticas públicas que hoy enfrenta el país y las cuales involucran activamente a la sociedad se caracterizan por estar en un proceso expansivo, en donde cada vez participan más actores y donde la legitimación del gobierno debe involucrar más voces. Diferentes percepciones y conocimientos deben ser incluidos en la resolución de los problemas públicos del país”.
Por su parte, el coordinador del C3, Alejandro Frank Hoeflich, miembro nivel III del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), mencionó que el grupo que ha contribuido al diseño del C3 está integrado por científicos que intentan comunicarse entre sí y con otros para analizar y buscar resolver problemas relacionados con el universo, el cerebro humano, la vida, la contaminación, el calentamiento global, la pérdida de especies, etcétera”.
Asimismo, el doctor Frank Hoeflich, agregó que en el C3 la frontera entre las distintas ciencias se vuelve más tenue y la interacción entre factores que dan lugar a lo complejo adquiere un papel primordial.
"A diferencia de los centros de investigación tradicionales, el C3 no tiene una plantilla de investigadores permanente. No se trata de una organización o personal de tiempo completo dedicado a un tema específico, sino de un espacio de encuentro en el que se buscará mayor vinculación con el sector público y privado en donde se tiendan puentes entre las ciencias exactas, naturales, sociales y humanísticas, así como entre teoría, experimento y simulaciones en computadora para contribuir al desarrollo de una ciencia y tecnología vigorosas en beneficio del país", añadió el coordinador.
La complejidad inherente al ser humano y su entorno
Durante su intervención, el doctor Enrique Cabrero Mendoza se refirió al C3 como un proyecto de vanguardia y una idea innovadora. “La complejidad caracteriza buena parte de nuestra realidad que el conocimiento del ser humano intenta descifrar. El estudio e interconexión de múltiples variables, procesos y estructuras implica una percepción sistémica de los fenómenos o problemas y al mismo tiempo la comprensión de la necesidad de los diferentes elementos que integran ese todo”.
Añadió que los grandes problemas que el ser humano ha buscado resolver a lo largo de la historia, así como las principales preguntas que guían el desarrollo científico y comparten la actualidad de la complejidad, es uno de los retos para ocupar un lugar preponderante en el mundo del conocimiento.
“Comprender la complejidad, analizarla y entenderla hacen necesaria la diversidad de enfoques, la interacción de disciplinas, la multi, inter y transdisciplina. La interdependencia permanente y coexistencia de diferentes puntos de vista nos invita a romper nuestros propios hábitos de generación del conocimiento... A lo largo de sus 45 años de vida, el Conacyt se ha caracterizado por apoyar procesos de cambio y puntos de inflexión en el desarrollo de la ciencia y la tecnología del país”, afirmó.
Este espacio de investigación, bajo su característica de laboratorio nacional, estará abierto a otras instituciones para generar reflexión y desarrollo de proyectos específicos, lo que para el Conacyt es de particular importancia, aludió el doctor Cabrero Mendoza.
"La inauguración del C3 es prueba de las buenas noticias en política científica y tecnológica. A lo largo de tres años los recursos en el ramo se han incrementado hasta en 44 por ciento y para el año próximo, si los legisladores aceptan la propuesta del ejecutivo, el presupuesto será superior a 90 mil millones de pesos, de los cuales 34 mil millones le corresponderían al Conacyt".
La articulación de todas las voluntades de las comunidades científica, tecnológica, universidades, institutos, centros de investigación, sociedad y grupos empresariales estamos entendiendo el valor del conocimiento y ese es un gran logro, finalizó el más alto funcionario del Conacyt.
Importancia de la vinculación
El rector Narro Robles habló de la necesidad de convertir el C3 en un lugar para todos, un punto de encuentro para entender mejor los problemas cuyas respuestas solo se hallarán en conjunto, se requiere mayor equilibrio y en este sentido las humanidades y las ciencias sociales tienen mucho que ofrecer. “No vamos a poder resolver el problema de la pobreza, la desigualdad o la desarticulación si no incorporamos las humanidades o las ciencias sociales con el resto; por lo que se hacen necesarios espacios como este para hablar, discutir y hacer mejores diagnósticos”.
A nivel mundial la experiencia ha demostrado las limitaciones que implica intentar resolver problemas asociados con sistemas complejos a partir de una sola ciencia o disciplina, de ahí que el estudio de los sistemas complejos para ser capaces de abordar problemáticas concretas requiera de una ciencia integrativa que logre trascender las barreras disciplinarias, aseveró el doctor Alejandro Frank Hoeflich.
Por lo anterior invitó a universitarios, académicos e investigadores de otras instituciones a que se acerquen al C3 porque el éxito del Centro de Ciencias de la Complejidad dependerá de su participación. “La puerta está abierta a la apertura de nuevos proyectos transdisciplinarios”, subrayó el coordinador.
En la ceremonia estuvieron presentes la directora adjunta de desarrollo científico del Conacyt, Julia Tagüeña Parga; el director del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM, Miguel Alcubierre Moya, quien junto con la licenciada y secretaria administrativa Alejandra Reyes Mancilla y su equipo, formaron parte del proyecto de la creación del C3.
Entre los académicos de la UNAM que integran el C3 están el físico Germinal Cocho Gil, pionero de los sistemas complejos en México, las doctoras Elena Alvarez-Buylla, Natalia Mantilla, Mariana Benitez y Marcia Hiriart; así como los doctores Christopher Stephens, Octavio Miramontes, Gustavo Martínez Mekler, Felipe de Jesús Lara Rosano, Alfonso Valiente, Antonio del Río, Enrique Hernández Lemus y Carlos Gershenson.
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