Pasaporte al Camino del Conocimiento Científico
Por Marytere Narváez
Mérida, Yucatán. 23 de febrero de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Una clase que sucede simultáneamente en 10 estados de la república con asistencia de alrededor de mil niños y niñas, es una propuesta innovadora para el sistema escolarizado que conocemos en México. Afrontar este reto y llevarlo a cabo durante ocho años ha sido el trabajo realizado en Pasaporte al Camino del Conocimiento Científico, un modelo educativo presencial y a distancia de divulgación de la ciencia que surgió desde la sección sureste de la Academia Mexicana de Ciencias y que cuenta actualmente con la colaboración de diversas instituciones de investigación y educación en el país.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, Dalila Aldana Aranda, investigadora de la Unidad Mérida del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y coordinadora del Pasaporte, señaló que el principal objetivo del programa es contribuir a que la sociedad, desde el preescolar hasta los adultos mayores, tenga alcance al conocimiento científico. "Lo que busca este programa es que la sociedad en que vivimos tenga mayores conocimientos que le permitan una mejor toma de decisiones en su vida", comentó la investigadora.
Desde el funcionamiento de computadoras, antenas, redes y diversos temas de tecnología hasta el cuidado del medio ambiente, como evitar el desperdicio de agua, de zapatos y celulares, es la diversidad de temas que se presentan por investigadores y científicos reconocidos en Pasaporte al Camino del Conocimiento Científico.
El programa está dirigido a niños escolarizados de seis a catorce años, pero también participan familiares de todas las edades. Entre los participantes hay quienes han asistido desde los cinco años de edad y llevan alrededor de siete años en el Pasaporte. "Eso es una calificación del programa, participan en todo el semestre —siendo además la actividad en sábado—, lo que genera una tasa de asistencia en términos generales de 85 por ciento, con una fuerte permanencia y alta tasa de retorno", apuntó la coordinadora.
Lo que inició como una idea por parte de Aldana Aranda durante su periodo como presidenta de la sección sureste de la Academia Mexicana de Ciencias, de Esperanza Tuñón Pablos, del Instituto de Ecología (Inecol), y de Pablo Liedo Fernández, de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) —centro público de investigación del Conacyt—, se ha convertido actualmente en un programa de carácter nacional, multiinstitucional, gratuito, presencial y a distancia que acoge el compromiso de todos sus participantes.
De acuerdo con la investigadora, quien es miembro nivel II del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), el programa tiene una filosofía altruista, con mucho compromiso por parte de las instituciones participantes, sus autoridades y el personal de apoyo, así como por parte de las y los investigadores invitados.
¿Cómo opera Pasaporte al Camino del Conocimiento Científico?
Pasaporte al Camino del Conocimiento Científico opera en 10 ciudades del país mediante una videoconferencia multimodal que debe funcionar en tiempo preciso y con la infraestructura adecuada. La o el conferenciante invitado es, generalmente, uno de los mejores científicos a nivel nacional con respecto al tema que impartirá, aprovechando la riqueza científica con que se cuenta en México.
Cada sesión tiene duración de una hora que se divide en tres etapas. La primera corresponde a los primeros 20 minutos, donde el investigador invitado comienza señalando que fue niño, que asistió a la escuela primaria, secundaria, preparatoria y que llegó a la universidad, donde estudió la carrera correspondiente.
"Esa es la primera información que queremos dar a nuestra audiencia, no insistimos en los posgrados sino en la carrera: soy ingeniero, biólogo, médico, eso es muy importante porque la gente puede familiarizarse con las diversas profesiones", mencionó Aldana Aranda.
Durante la misma etapa, el o la investigadora presenta el conocimiento que existe acerca del tema elegido en una exposición teórica. Durante los siguientes 20 minutos se desarrolla un experimento que ilustre el tema y ese es el mayor reto para los invitados, ya que debe ser preciso, fácil de realizar, de explicarse y apto de ser replicable en los nueve estados conectados a través de la videoconferencia.
"Esta parte es muy bonita porque los niños y las niñas usan con mucha facilidad la educación a distancia y comienzan a dialogar directamente con el invitado; estamos acostumbrados a dar una conferencia y despedirnos, pero en este caso la conferencia incluye la teoría, el experimento y la explicación del experimento. Esto ha resultado en que hoy tenemos una verdadera biblioteca de temas y de experimentos desarrollados por diversos investigadores y que no hemos publicado aún, es un programa que se está consolidando y yo tengo mucha esperanza en que podamos sacar la edición de estos libros con el apoyo correspondiente", declaró la investigadora.
Los últimos 20 minutos, la tercera etapa, están dedicados a lo que se denomina la apropiación del conocimiento, donde los investigadores y los asistentes pueden interactuar de manera directa a través de preguntas y respuestas, y donde ha sobresalido el interés y la confianza de las y los niños para participar.
"Es un reto de logística, reto de humanos, hay una verdadera red que ya opera este programa, alrededor de cien investigadores, estudiantes de posgrado y personal de estas instituciones que están sábado tras sábado siendo los monitores, con lo que se ha ido formando un verdadero programa de divulgación y difusión de la ciencia, cualquiera de nosotros tiene la capacidad de leer, entender y fabricar cualquier experimento en el lugar donde se va a aplicar", apuntó la investigadora.
¿Cuándo ocurre?
El programa se desarrolla de enero a junio con una frecuencia quincenal. En su octavo año, cuenta con 84 temas impartidos y experimentos ofertados. Los temas de cada programa a lo largo del año están divididos en tres secciones: sociedad y salud, medio ambiente y tecnologías. En cada sección se desarrollan cuatro temas, con lo que se obtiene un total de doce temas impartidos al final del curso escolar.
A lo largo del semestre se intenta mantener un equilibrio geográfico, procurando realizar dos conferencias en Mérida, dos en Cancún, una en Los Mochis, una en Ensenada, dos en San Cristóbal, una en Campeche y una Villahermosa. "Ya sea que interactúen con el investigador de manera presencial o a distancia, es impresionante cómo eso al niño no le causa mayor efecto, entonces de cierta manera estamos contribuyendo con los programas de educación a distancia que cada vez son más frecuentes y se vuelven una alternativa por costos y eficiencia en este y todos los países", apuntó Aldana Aranda.
Asimismo, Pasaporte al Camino del Conocimiento Científico se constituye como una fortaleza de la alianza de instituciones que disponen una infraestructura física adecuada y el mejor capital humano en manos de la sociedad.
"¿Y con todo esto qué hacemos? Contribuir de una manera significativa a alfabetizar a nuestra sociedad en términos de conocimiento científico. Cada vez es más difícil entender las nanotecnologías, la genómica, la metagenómica, qué es todo esto; pues cada ser humano tiene que entender estos temas porque una vez que se tiene dicho entendimiento, todos podemos tomar una mejor decisión y eso repercutirá en nuestra calidad de vida, esa es nuestra apuesta y yo diría que, en segundo lugar, sería despertar el interés científico en la niñez", agregó la investigadora.
Educación y ciencia
La evolución de la escuela y las formas diversas de aprendizaje fueron los temas discutidos en las primeras dos conferencias que dieron inicio al programa en la ciudad de Mérida, a cargo de María Elena Barrera Bustillos y de Sylvia Ortega Salazar. Ortega Salazar, socióloga y directora general del Colegio de Bachilleres en la Ciudad de México, expresó en entrevista que la enseñanza debe cambiar radicalmente ya que, tal como indican las investigaciones en los campos de la neurociencia, las ciencias de la conducta y las ciencias de la educación, los niños no aprenden igual que antes, por lo que motivarlos para resolver problemas mediante distintas alternativas fue su mensaje principal.
"La elaboración pedagógica ha quedado rezagada, la gama de inteligencias hace que los niños disfruten y puedan hacer bien algunas cosas y no todas, por lo que el conocimiento resulta indispensable para mejorar la educación", apuntó.
La conferenciante agregó que en el país es necesario tender y proteger los puentes entre la ciencia y la educación, lo que requiere de mayor inversión, más número de personas y más apoyos por parte del sistema educativo y el sistema de conocimiento científico, siendo el Pasaporte al Camino del Conocimiento Científico un modelo factible de seguir.
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