Renueva Conacyt su política de cooperación internacional
Por Verenise Sánchez
Ciudad de México. 10 de marzo de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Con el objetivo de hacer más eficaces y efectivas sus acciones de cooperación internacional, a partir de 2013 el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) dio un golpe de timón en sus estrategias, indicó el director de Cooperación Internacional del Conacyt, Arturo Borja Tamayo.
En entrevista, el directivo señaló que uno los principales cambios fue crear el Fondo de Cooperación Internacional para Ciencia y Tecnología (Foncicyt), a través del cual se apoyarán todas las actividades de cooperación internacional.
“Este fondo surgió en el sexenio pasado como un fideicomiso para financiar proyectos entre México y la Unión Europea. No obstante, en 2014 el director del Conacyt, Enrique Cabrero, propuso que el Foncicyt se convirtiera en el fondo de toda la cooperación internacional del Conacyt”, explicó.
La idea, dijo, es que de ese fondo salgan los recursos para financiar todas aquellas convocatorias, iniciativas o eventos internacionales del Conacyt, es decir, concentrar en un solo fondo todos los recursos que la instancia invierte en cooperación internacional.
Este fondo representa una herramienta muy útil para la Dirección de Cooperación Internacional del Conacyt porque le permitirá, a diferencia de lo que ocurría anteriormente, concentrar información y coordinar las iniciativas de colaboración internacional de las diferentes áreas del Consejo como Desarrollo Científico, Desarrollo Tecnológico o Posgrados y Becas, manifestó.
"Esto permitirá tener un panorama más global de las acciones y recursos que se destinan para actividades de cooperación internacional, así como generar estrategias que puedan tener mayor impacto", afirmó.
Asimismo, como parte de este golpe de timón, en 2013 el Conacyt decidió que maximizaría sus recursos y concentraría esfuerzos en campos y países prioritarios para México.
Arturo Borja Tamayo.“Cuando llegué al área de Cooperación Internacional, Conacyt tenía colaboración con muchos países, principalmente en la modalidad de financiar movilidad de investigadores, pero no había proyectos de investigación como eje central de la cooperación”.
Añadió que el Consejo cambió de ese tipo de modelo y se concentró en apoyar proyectos grandes que realmente hicieran una diferencia y tuvieran resultados con impacto medible.
Borja Tamayo resaltó que en 2015, con un presupuesto de 350 millones de pesos, a través de dicho fondo se apoyaron alrededor de 70 proyectos y en 2016, con un presupuesto de 400 millones de pesos, se espera incrementar la cifra. Detalló que los proyectos se apoyan durante dos o tres años.
Con este nuevo plan estratégico de cooperación internacional, el Conacyt ha identificado 15 países como socios prioritarios, entre los que se encuentran: Estados Unidos, Canadá, Brasil, Argentina, Colombia, Chile, Gran Bretaña, Alemania, Francia, España, China, Japón, Corea del Sur, la India e Israel.
Entre los proyectos que se han financiado a través de dicho fondo, se encuentra uno que se realiza entre la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), la empresa china Wuhan Optics Valley BeiDou Holding Group y la Universidad de Wuhan para desarrollar tecnología de geolocalización. El Ministerio de Ciencia y Tecnología de la República Popular China financia la participación de los socios chinos en el proyecto.
También ha recibido apoyo un proyecto para desarrollar nanotecnología para curar algunos padecimientos cerebrales. El consorcio de instituciones mexicanas lo encabeza el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), Baja California; el estadounidense lo encabeza la Universidad de California en Riverside. El apoyo de Conacyt a este proyecto se combina con recursos de la National Science Foundation, la agencia gubernamental más importante en los Estados Unidos en la promoción de la investigación científica y la innovación.
Recientemente se establecieron vínculos de colaboración con Turquía y África del Sur. “Con estos dos países hemos realizado talleres en temas muy específicos, por ejemplo con Sudáfrica organizamos talleres binacionales en los temas de océanos y astronomía”.
Con Turquía fueron a Ankara y ahí —junto con Tübitak, el equivalente turco del Conacyt— organizaron un taller con un grupo de científicos y tecnólogos mexicanos y turcos de diferentes áreas de conocimiento como salud, energías renovables, nanotecnología y metrología, detalló.
“Lo que queremos es orientar los recursos con estos socios estratégicos en aquellos campos en los que dichas naciones tienen ventajas comparativas en los rubros de ciencia, tecnología o innovación… La idea es ir enfocando la cooperación tanto por país, como temáticamente”.
México, un socio importante en ciencia, tecnología e innovación
En esta estrategia en que México busca asociarse con las naciones líderes en algunos rubros, el país también tiene mucho que aportar, pues en algunas áreas tiene mucho que ofrecer, manifestó Arturo Borja Tamayo.
“En desarrollo tecnológico, un ejemplo es lo que está ocurriendo en la industria aeronáutica. En Querétaro y Chihuahua se han desarrollado parques industriales dedicados exclusivamente a esta área. En ambos casos se está dando la sinergia entre centros de investigación y empresas (nacionales y extranjeras) que tan importante es actualmente para el Conacyt", expresó.
Asimismo, la ciencia y tecnología mexicanas están bien posicionadas en ciertas áreas del sector salud. Por razones obvias, tiene ventajas comparativas en enfermedades infecciosas tropicales y diabetes. Otro campo es el de las matemáticas, en diversas instituciones del país se ha desarrollado una comunidad muy competitiva a nivel internacional en esta disciplina.
México es uno de los países líderes también en astronomía, cuenta con recursos humanos altamente calificados y con excelente infraestructura. En el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) se cuenta con el Gran Telescopio Milimétrico y el Observatorio de Rayos Gamma HAWC (High-Altitude Water Cherenkov). En ambos casos participan socios internacionales en estas infraestructuras. Además, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) cuenta con un observatorio muy importante en San Pedro Mártir, en Baja California.
En los próximos años se espera seguir fortaleciendo los lazos de colaboración internacional siguiendo líneas estratégicas que contribuyan a acelerar el desarrollo científico, tecnológico y de innovación del país. Esta será una contribución importante para transformar a México en una economía basada en el conocimiento, finalizó el doctor Borja Tamayo.
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