Ramiro Velázquez, apasionado por la robótica
Por Tomás Dávalos
Aguascalientes, Aguascalientes. 26 de julio de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Ramiro Velázquez Guerrero, vicerrector de Investigación en la Universidad Panamericana (UP), campus Aguascalientes, y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), se ha especializado en el estudio de la robótica, especialmente en el desarrollo de dispositivos para personas ciegas.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, comentó que tomó la decisión de formarse como ingeniero en electrónica luego de ver una película sobre una prisión de alta seguridad, la cárcel estaba equipada con una gran cantidad de cámaras y sistemas electrónicos, dispositivos que le permitieron imaginarse todo lo que podría crear por medio de la electrónica.
Complementó su formación académica estudiando una maestría en sistemas de control en el Instituto Nacional de Ciencias Aplicadas en Lyon, Francia, y un doctorado en robótica en la Universidad Pierre y Marie Curie.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Desde la licenciatura comenzaste a participar en proyectos de robótica?
Ramiro Velázquez Guerrero (RVG): Estuve en el equipo de robótica, que la universidad tiene consolidado desde 1997, yo estuve en el equipo de 98 y 99. A mí me tocó la parte mecánica, había que construir un robot y después automatizarlo, me tocó estar en el diseño mecánico, y la verdad es que yo era electrónico y no sabía nada de diseño mecánico, rompí seguetas, aprendí a usar las máquinas de control numérico, tornos, fresadoras, y eso me brindó un poquito la perspectiva de la mecánica de la manufactura, que creo que al final fue lo que me empujó un poquito más hacia el lado de mecatrónica, que los dispositivos tuvieran una parte mecánica.
Particularmente en el 99 tocó ir a una competencia a Montreal, cuando estábamos en Canadá armando el robot pasó un profesor que nos preguntó cómo funcionaba, porque le pareció muy interesante. A la hora de la premiación, que sacamos el segundo lugar, el profesor me dijo: “Oye, ¿estaría bien si te invito un café para platicar?”. Estuvimos platicando y me dijo que era profesor invitado y trabajaba en el Instituto Nacional de Ciencias Aplicadas, y me planteó la posibilidad de hacer la maestría en sistemas de control. La verdad es que yo estaba muy emocionado, dije que sí, regresé a México, envié la solicitud para la beca, me la dieron y me fui a Lyon.
AIC: ¿Qué proyecto desarrollaste durante la maestría?
RVG: Era un robot de inspección tubular, este robot es un proyecto que tenía la universidad en colaboración con Électricité de France. Francia se mueve mucho con energía nuclear, entonces hay un cierto tipo de tubos por donde pasa el vapor en las centrales nucleoeléctricas que se cuartea, y eso implicaba fugas y desgastes.
Ellos habían hecho un robot muy chiquito, de tres centímetros de diámetro, que era capaz de desplazarse por los tubos, pero de manera vertical, no horizontal, el robot se iba fijando a las paredes, iba sacando fotos, iba mandando el video de cómo estaban los tubos, y pues ya alguien tomaba la decisión si estaba bien o no.
El robot ya estaba listo, había sido una tesis doctoral y se buscaba controlarlo, que avanzara más rápido, que si detectaba algo emitiera una alarma. Ese fue mi proyecto de maestría, me gustó mucho, fue algo que nunca había hecho, pasé de robots grandes que pesaban más de 100 kilos, a robots de cinco centímetros.
AIC: ¿Qué tipo de controles desarrollaste?
RVG: Lo que se buscaba era precisión, por ejemplo, decirle al robot: quiero que subas 50 centímetros, entonces el robot se buscaba que fuera preciso a los comandos que se le daban, que si le decías quiero 50 centímetros que no caminara 51 o 49, sino realmente 50.
También estaba la parte de la cámara de video, donde se necesitaba recibir esa imagen y mandarla de forma remota. Estamos hablando de 1999-2000, cuando el Internet apenas se estaba desarrollando, ahora esto es mucho más sencillo con todas las cosas que hay, pero en aquel entonces no había muchas y se desarrollaban cosas ad hoc, expresamente para ello. No había ningún circuito que te permitiera mandar o procesar esa imagen, entonces lo que tratábamos de hacer era subirlo a un servidor en Internet, para después descargarlo y procesarlo localmente.
Y bueno, se trataba también de coordinar todos los sensores que tenía: la cámara de video, la manera en que se fijaba al tubo, que no se resbalara. Dimos varias maneras de control, algoritmos matemáticos para ello, y sobre todo la fatiga, que era algo a tomar mucho en cuenta, pues es una estructura mecánica sujeta a temperaturas de vapores elevadas, pues que no se desgastara tanto el robot.
AIC: ¿Cómo continuaste tu desarrollo como investigador al concluir la maestría?
RVG: Regresé a México y había un área de vinculación empresarial de la Universidad Panamericana, que se llamaba ingeniería aplicada. Cuando estuve en esta sección incursionamos mucho en instrumentación médica, era un proyecto en el cual estuve dos años, se trataba de hacer dispositivos médicos como electrocardiógrafos, oxímetros, Holters, de una manera muy económica, accesible para cualquier médico y que fuera portátil, para llevar la medicina a rancherías, a comunidades rurales. Se hicieron los prototipos y se patentaron.
Pero no estaba contento, como que en la maestría se forjó en mí un investigador, descubrí después de la maestría que realmente era un académico, y que me gustaba más la investigación que el desarrollo de proyectos tecnológicos.
Entonces empecé a buscar opciones de doctorado. Había conocido a alguien cuando estaba haciendo la maestría, y me invitaron a colaborar en el Instituto de Sistemas Inteligentes y de Robótica de la Universidad Pierre y Marie Curie.
AIC: ¿Ahí comenzaste a incursionar en el desarrollo de tecnología para ciegos?
RVG: Me ofrecieron un proyecto que me fascinó, era un sistema de navegación para ciegos. Los ciegos tienen tres problemas: primero la lectura, después la movilidad y luego el más novedoso es el acceso a los medios digitales. Este trabajo se concentró en movilidad: cómo hacer que una persona pudiera explorar su medio ambiente sin necesidad del bastón. El bastón no te dice qué es lo que hay, te dice que hay algo, pero no sabes qué es.
Lo que se trataba era de hacer una tableta táctil, que te pudiera dibujar un mapa y tú lo pudieras sentir al tacto. Han sido de los años más felices de mi vida, porque el proyecto era apasionante, era un proyecto que trabajaba con el Instituto Nacional de Jóvenes Ciegos de Francia, con otros laboratorios franceses.
Al final de cuatro años se logró un prototipo, se interesó Philips por él, obviamente la patente es de la universidad, y bueno, realmente fueron años donde se me inculcó cómo es un investigador, la importancia de publicar los resultados científicos, la redacción, que es, yo creo, esencial, aprender a expresar las ideas de una manera clara, y la verdad es que fue una formación para toda la vida.
AIC: ¿Qué continuidad le has dado a tu trabajo para ciegos?
RVG: Acepté una propuesta de estar aquí, en la Universidad Panamericana. Ingresé en el 2006 y tuve la fortuna de tener siete años de investigación y docencia puras, en este trayecto se me ocurrieron varios prototipos: la plantilla para ciegos, una tableta para libros que reprodujera libros electrónicos al Braille, incursionamos en robótica móvil, modelado de sistemas, y la verdad es que hubo resultados muy satisfactorios.
A nivel científico, conferencias y publicaciones en revistas importantes, que me permitieron entrar al Sistema Nacional de Investigadores, pero también a nivel de difusión, salir en el reportaje de la BBC, son cosas que a lo mejor no son tan importantes a nivel científico, pero para la difusión sí.
Posteriormente asumí la vicerrectoría de Investigación en la Universidad Panamericana y seguí con la cuarta etapa de un zapato para ciegos.
También hicimos una especie de proyecto donde tratamos de simular al perro. Al final, ¿qué es lo que siente la persona ciega? Lo que siente es que te jalen hacia adelante, hacia atrás, hacia un lado, hacia otro. Bueno, qué tal si quitamos al perro y ponemos un dispositivo háptico de retracción táctil que recree eso, entonces tenemos un prototipo.
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