La importancia de las ciencias de la Tierra reunida en un museo
Por Hugo Valencia Juliao
México, DF. 30 de mayo de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Una fachada labrada de piedra volcánica que viste las importantes colecciones geológicas que hay en su interior es la estructura que alberga al Palacio de las Ciencias de la Tierra, mejor conocido como el Museo del Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“La geología es la ciencia que estudia las fuerzas físicas que han actuado sobre la Tierra, los procesos que gobiernan la composición química de los minerales, rocas y la biología de la vida pasada revelada en los fósiles”, se lee en uno de los muros de este recinto de la colonia Santa María la Ribera, al noroeste del Centro Histórico de la Ciudad de México.
El Instituto de Geología nació por la idea del entonces presidente de la República, Porfirio Díaz, sobre la necesidad que tenía el país de conocer su carta geológica, dijo en entrevista Stefany Ramírez Martínez, anfitriona del museo.
El recinto se divide en cuatro secciones: Sala de Paleontología, Sala de Minerología, Sala de Sistema de la Tierra y Sala Principal. En todas estas hay una gran variedad de 
colecciones que coexisten con la decoración característica de la época porfiriana, que contiene diversas obras de arte en forma de pinturas y vitrales.
En la Sala Principal, uno de los objetos que llama la atención de los visitantes es un fósil original de un mamut encontrado en México. En esa misma sección hay una extensa colección de rocas pertenecientes al reino mineral, las cuales destacan por su forma y colores, detalló la anfitriona del recinto.
Por su parte, la Sala de Minerología alberga, como su nombre lo indica, una colección de minerales que el museo ha adquirido a través de donaciones a lo largo de los últimos años. “Lo que tratamos de hacer en esta sala es explicarle a la gente el uso cotidiano que le damos a cada mineral y contarles su historia. Esto ayuda a que relacionen fácilmente el conocimiento adquirido con su vida diaria”, explicó Ramírez Martínez, quien además es estudiante de la UNAM.
En la Sala de Paleontología se pueden observar diferentes fósiles de dinosaurios y de otros animales antiguos. “Los fósiles mexicanos son los objetos más valiosos que tiene el museo; como el Kritosaurus, que fue descubierto en Chihuahua por el actual director del museo, el maestro Luis Espinosa Arrubarrena”, destacó la anfitriona.
Y por último, la Sala del Sistema de la Tierra es la sección interactiva del museo –la cual fue creada a la par del Universum, ubicado en Ciudad Universitaria–, en la cual, a través de juegos digitales, se explica la composición de la estructura interna de nuestro planeta, así como los diferentes fenómenos relacionados con la geología, entre los que destacan la vulcanología y los movimientos de placas tectónicas, detalló Ramírez Martínez.
La importancia de la divulgación geológica
El objetivo del Museo del Instituto de Geología de la UNAM es revelar la importancia de esta ciencia en México, declaró en entrevista el ingeniero geólogo Julio Caballero Corona, quien es jefe de divulgación del museo.
“La relevancia de divulgar el significado de la investigación geológica radica en que cada mexicano sepa los recursos naturales que existen en el país, muy pocos saben para 
qué son y para qué sirven las ciencias que engloban la geología, por esto es una materia muy poco conocida, y ese es un aspecto que a través del conocimiento que adquieran los visitantes del museo se puede erradicar”, explicó el especialista.
El museo es una joya por su edificio, sus colecciones y sus obras de arte, comentó Caballero Corona, porque todo en conjunto simboliza uno de los primeros intentos en México para saber con qué recursos naturales contamos. “Al principio, esto solamente era un grupo de geólogos que se dedicaron a conocer el país y ver qué existía, objetivo que resulta determinante en la formación y desarrollo de una nación”, manifestó.
Sobre las colecciones que alberga el recinto, el jefe de divulgación indicó: “Tenemos ejemplares muy valiosos, ya que cuando se inauguró el edificio en 1906 tuvo lugar el X Congreso Geológico Internacional, en donde muchos investigadores de todo el mundo realizaron donaciones muy importantes, entre ellas, un ictiosauro original de tres metros de largo por dos de ancho; es un ejemplar de mucho valor y se encuentra en la Sala de Paleontología”.
Este lugar, agregó, es una muestra de la labor específica que tienen los geólogos, a veces desconocida. “Somos los especialistas que nos encargamos de estudiar e investigar los minerales, como elementos fundamentales para nuestra vida moderna. Nuestra principal labor es la exploración y la búsqueda de recursos. No solamente estudiamos la estructura interna de la Tierra, como mucha gente piensa; nuestro objetivo es la prospección de recursos naturales”, enfatizó.
Los minerales en México y el mundo
Julio Caballero Corona llamó a difundir la geología desde nivel primaria ya que, aseguró, resulta fundamental que los niños conozcan la variedad geológica de México y aprendan sobre la riqueza de recursos naturales que existe en el país. De allí la importancia de que visiten un recinto como este.
“México es autosuficiente en la gran mayoría de recursos naturales, por lo que importamos muy pocos minerales. Desgraciadamente, muchos de esos minerales que existen 
a lo largo y ancho de la República Mexicana no se explotan como se debería”, aseguró.
Y es que, en palabras del geólogo de la UNAM, la base fundamental para la industrialización y el progreso de una civilización son los recursos minerales, como el hierro.
“El ejemplo es Estados Unidos. Los colonizadores ingleses encontraron el yacimiento de hierro y carbón más grande del mundo, lo que les permitió en menos 300 años convertirse en potencia a nivel mundial, a la par de naciones como Francia e Inglaterra, en gran medida gracias a todo el acero que pudieron fabricar”, explicó.
Del mismo modo, agregó que cada mineral tiene una historia y es justo lo que el museo enseña a sus visitantes. “Todos (los minerales) son importantes y por supuesto tienen un valor económico. Sin embargo, hay unos que están subestimados, como es el caso de la sal; el 95 por ciento de la sal que hay en el mundo se usa para diversos procesos industriales y solamente alrededor del cinco por ciento es para el consumo humano”, puntualizó el geólogo.
Actualmente, minerales como el uranio han tenido un gran auge, principalmente porque es la materia prima de las plantas nucleares las cuales, dijo Caballero Corona, han sido “satanizadas” en los últimos años. Sin embargo, estas plantas de energía alternativa son fuertes motores de crecimiento para países altamente desarrollados, aseguró el ingeniero.
En voz de los visitantes
Las personas que recorren el antiguo edificio del extinto Instituto Geológico Nacional, reconocen con sorpresa los conocimientos adquiridos durante su visita al hoy llamado Museo del Instituto de Geología de la UNAM.
Norma Martínez, una de las asistentes al recinto, platicó con la Agencia Informativa Conacyt. “Me sorprendió saber que existen minerales que se utilizan en procesos industriales para controlar la densidad de alimentos como el chocolate”, dijo en relación a su visita a la Sala de Minerología.
Por su parte, Rodrigo Sánchez Olaya, estudiante de la Facultad de Ciencias de la UNAM, se mostró emocionado por conocer más acerca de la escala del tiempo geológico. “Viendo esto, te das cuenta que la evolución ha sido un proceso realmente largo, en el cual nuestra civilización ha ocupado un espacio de tiempo muy pequeño”, manifestó.
Arquitectura del museo
La fachada del museo es un factor que atrae a los visitantes. Se trata de un edificio de más de 100 años, característico de la colonia Santa María la Ribera. Porfirio Chávez Peralta, cronista e historiador del barrio, dijo en entrevista: “Si algo presumo de la colonia es el Museo del Instituto de Geología de la UNAM; es hermoso, así como también es importante que todos los que visitan Santa María la Ribera recorran el museo y lo conozcan”.
El arquitecto Carlos Herrera López fue el encargado de construir el edificio que fue destinado, en un principio, al Instituto Geológico Nacional, que posteriormente se transformó en lo que hoy es el Instituto de Geología de la UNAM. “Lo construyó con un estilo característico de la época, sobrio y elegante”, aclaró Chávez Peralta.
Esta obra cuyo autor es Agencia Informativa Conacyt está bajo una licencia de Reconocimiento 4.0 Internacional de Creative Commons.
