Sylvia Paz Díaz, una vida de pasión y esfuerzo por la salud pública
Por Janneth Aldecoa
Culiacán, Sinaloa. 1 de noviembre de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Desde muy pequeña entendió que su destino sería trabajar al servicio de la investigación de la salud pública. A los tres años caminaba cerca de siete kilómetros en un poblado de su natal Mocorito, Sinaloa, para acudir a la escuela primaria. Lo hacía con gusto, señala, pues todos los días aprendía algo nuevo.
La doctora Sylvia Paz Díaz Camacho es considerada en la entidad una de las catedráticas más destacadas. Ha asesorado múltiples tesis de licenciatura, maestría y doctorado. A más de tres décadas dedicadas a la docencia y a la investigación en temas relacionados con la salud, señala que lo más importante es continuar aprendiendo y poniendo el corazón en la formación de nuevos científicos y en el descubrimiento de enfermedades bacterianas.
Díaz Camacho es catedrática de la Facultad de Ciencias Químico Biológicas (FCQB) de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) y nivel II del Sistema Nacional de Investigadores (SNI). Actualmente es jefa de la Unidad de Investigaciones en Salud Pública “Dra. Kaethe Willms”, laboratorio que lleva el nombre de su mentora en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Ha participado en la creación de diversos proyectos, principalmente de nuevos programas educativos en la UAS. De ese centro de estudio han surgido nuevos conocimientos para el tratamiento de enfermedades crónico degenerativas.
La académica desconoce cuántos premios y reconocimientos ha recibido en el país y el mundo; sin embargo, son más de 100, entre ellos la Medalla Antonio Caso, de la UNAM, la Medalla Granito de Oro, en Mocorito, así como el premio Profesionista del Año, estos últimos en México. A nivel internacional ha recibido la Medalla Paul Harris.
Díaz Camacho fue además la primera mujer en recibir el Premio Estatal de Ciencia y Tecnología en Sinaloa. Considera que los académicos tienen el deber de generar conocimiento y formar a nuevos investigadores.
Equidad de género en la academia
"Une a las mujeres la necesidad de tejer redes de amor para formar hombres y mujeres de bien", comentó.
Paralelamente, la investigadora promueve y patrocina equipos de futbol para niños, y voleibol para amas de casa. Considera que el deporte es esencial en todas las edades.
"A lo largo de mi carrera, solo he dejado que mi vida se llene de pasión por todo lo que hago. He tenido mucho apoyo. Gracias a Conacyt logré realizar mis estudios de licenciatura y maestría. Ahora agradezco que hemos recibido apoyo para el laboratorio”, comentó.
En el mundo, lamentó, existen visiones totalitarias y extremos del pensamiento que toman forma en modos de violencia.
Como un gran logro, comenta, se encuentra la investigación realizada entre 1984 y 1986, cuando encontraron la primera teniasis y cisticercosis. Encontraron a un gran número de individuos discapacitados por cisticercosis.
“Comenzamos a trabajar con neurólogos, es decir, con equipo médico organizamos un primer encuentro donde convocamos a la Secretaría de Salud en Sinaloa. Se presentaron los resultados que habíamos obtenido en nuestra investigación en poblados como El Salado, La Curva, El Batallón, entre otros”, recordó.
En ese momento, el equipo de científicos alertó a las autoridades de salud sobre esta problemática.
“Afortunadamente se sumaron muchos médicos. El ISSSTE compró tomógrafos para hacer diagnósticos. Hicimos múltiples conferencias, charlas y fue como entendieron los médicos que había cisticercosis. Día y noche se realizaron diagnósticos, hasta que se estandarizó; es algo que no es nada fácil”, comentó.
Un día, muy de mañana, añadió, pudo colocar afuera del laboratorio de la FCQB de la UAS un pequeño pizarrón en el que anunciaba la apertura de pruebas para la ciudadanía en general.
Consideró necesaria la impartición de una educación vinculada a los derechos humanos.
“Así el ciudadano recibirá los conocimientos necesarios para demandar el respeto a los derechos. La premisa de actuación por el bien común y la prosperidad general. Sinaloa no puede permanecer indiferente. Debemos hacerlo convencidos de que la educación no solo forma al individuo, sino que previene los grandes males sociales que aquejan a la humanidad", dijo.
Otro logro, añadió, es la creación de un cuerpo académico de salud pública dentro de la FCQB, del que surgió un proyecto de maestría en ciencias biomédicas, del que han egresado nueve generaciones. Participaron exalumnos como Guadalupe Rendón Maldonado, Héctor Samuel López Moreno, Rosalío Ramos Payán, Eleaquim Arámbula Meraz, Maribel Aguilar Medina, así como Julio Montes Ávila y Marielena Báez Flores.
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