La investigación es mi pasatiempo: Teresita González de Cossío
Por Carmen Báez
México, DF. 10 de abril de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Para algunas personas, leer un determinado texto puede cambiar el rumbo de sus vidas e incluso definir su vocación, como le sucedió a Teresita González de Cossío, investigadora en ciencias médicas del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), quien desde hace varios años realiza estudios para el diseño, evaluación y análisis de políticas nutricionales.
Con el interés de ayudar al sector más vulnerable a través de sus investigaciones, la doctora, oriunda de la Ciudad de México, decidió estudiar nutrición a partir de un artículo que leyó poco antes de salir de la preparatoria, publicado en la revista Life.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, González de Cossío, nombrada recientemente consejera del Comité Ejecutivo de la International Society for Research in Human Milk and Lactation, por su amplio conocimiento en el estudio de la lactancia, compartió las motivaciones que la impulsaron a estudiar los procesos fisiológicos y metabólicos que ocurren en el organismo con la ingesta de alimentos.
“Yo quería estudiar biología, pero no quería dedicarme al estudio de las plantas y los animales. Tampoco quería estudiar medicina, no quería hospitales ni enfermedades. Mi padre –el historiador Francisco González de Cossío Rivera– entendió mi inquietud y un día me mostró una revista Life. En la portada aparecía un niño con desnutrición aguda. Recuerdo que me dijo: ‘mira hija, esta es una área de estudio muy interesante, deberías revisar por si te gusta’. Ese momento fue un flechazo y dije: ¡esto, exactamente esto, es lo mío!”, recordó.
Aunque el texto determinó la vocación de la especialista en nutrición pública, poco antes de este acontecimiento supo que debía dirigir sus estudios al área de las ciencias de la salud, con la firme idea de contribuir a mejorar la condición de vida de las personas.
“En lo personal, siempre he tenido un gran interés en cómo funcionan las cosas, pero me interesé muchísimo más aún en los mecanismos del cuerpo humano. En mis opciones para estudiar encontré la carrera en Nutrición, era una licenciatura nueva en el país y me interesó muchísimo porque he tenido, desde el seno de mi familia, un gran interés social por la inequidad. Al ver el sufrimiento de los que menos tienen me dio ánimo de trabajar por ellos”, expresó.
Con los valores sembrados en el seno de su familia y el ejemplo de su alma mater, la Universidad Iberoamericana (UIA), González de Cossío encaminó sus estudios al área de la salud pública, para coadyuvar a mejorar la salud, erradicar y prevenir enfermedades a través de sus conocimientos. Por ello, cursó el doctorado en Nutrición Internacional en la Universidad Cornell, en Nueva York, Estados Unidos, y se especializó en Nutrición Materna en el Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (INCAP), en Guatemala.
“Siempre estoy curiosa de saber cómo funcionan las cosas, por ejemplo el sistema inmunológico de la leche, y conocer si los niños más pequeños o grandes se benefician más o menos con este alimento producido por la madre. Me gusta saber cómo podemos ayudar a que mejore. Es un área interesante porque la lactancia adecuada es una de las intervenciones más costo-efectivas para salvar vidas. Es algo que viene de la naturaleza, así fue que me interesé por su estudio”, expresó.
La investigación como un pasatiempo
Fue hace 22 años cuando González de Cossío ingresó como investigadora del Departamento de Salud de la Mujer y el Niño; más tarde se integró al Centro de Investigación en Nutrición, ambos pertenecientes al INSP. A partir de entonces radica en Cuernavaca, Morelos, rodeada de sus árboles frutales de los que dice, a veces cosecha para cocinar –otro de sus mayores placeres–.
Para la especialista en temas de lactancia, ser investigadora de dicho instituto le ha permitido coadyuvar en la elaboración de encuestas nacionales y en la evaluación de la política pública nacional. Señaló que su trabajo le ha dado gratas satisfacciones por lo que lo considera un pasatiempo.
“Soy afortunada, estoy trabajando en algo que me satisface, siempre es como si viniera a jugar, de lo entretenido que es mi trabajo. Es una de las sensaciones más grandes de mi carrera, el poder apoyar al diseño y desarrollo de la política pública en torno a la lactancia y colaborar a una adecuada alimentación para el infante, eso me tiene más feliz”, expresó la también miembro de la Academia Nacional de Medicina de México.
En la Academia Nacional de Medicina de México, en 2014.
“No todo es miel sobre hojuelas, es un trabajo pesado, competitivo y estresante; pero pasa el tiempo y no estoy preocupada por el prestigio o por el dinero, estoy más ilusionada por lo que se pueda aplicar de lo que hago”, afirmó.
Una mujer con carácter
Teresita González de Cossío, quien pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), señaló que al principio no fue fácil mantener tal nombramiento, principalmente por el embarazo de uno de sus hijos: “Cuando llego a México, después de mis estudios en Nutrición Materna, entré al SNI por mi productividad. Un año que no pude producir un artículo, porque tuve a mi hijo y levanté un proyecto de campo de arduo trabajo, me quitaron el nombramiento y me dijeron que era irrevocable”.
De manera firme y determinante, González de Cossío, escribió una carta abierta en la que habló sobre la maternidad en las mujeres investigadoras: “Pensé que era profundamente injusto, porque ni modo que no tuviera hijos. Entonces, escribí una carta y con esa libertad expuse que a las mujeres investigadoras se nos penalizaba por reproducirnos. La naturaleza nos dio esa responsabilidad. Lamentaba que la mujer investigadora fuera una especie en extinción, porque para continuar en ello no teníamos que reproducirnos”.
Dicha carta abierta causó efecto y se cambió el reglamento del SNI. Actualmente, la doctora en Nutrición es nivel II de este sistema de investigadores. “Esta carta cayó en suelo fértil, me volvieron a aceptar y ahora a las mujeres investigadoras o estudiantes que tienen hijos les dan un espacio de un año (de extensión para la producción científica y/o tecnológica)”, comentó.
El sueño hecho realidad
Con la frase del famoso discurso de Martin Luther King “I have a dream” como ejemplo, y el liderazgo de la doctora González de Cossío, en 2008 un pequeño grupo de especialistas del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del INSP, inició el diseño del primer doctorado en México en Ciencias de la Nutrición Poblacional.
Teresita González, acompañada de su grupo de investigación.
El esfuerzo compartido por los investigadores permitió en 2009 celebrar la incorporación de la primera generación de estudiantes de este doctorado, adscrito al padrón del Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), y que actualmente se imparte en la Escuela de Salud Pública de México (ESPM), ubicada en las instalaciones del INSP.
“Con la misión de mejorar las condiciones del área, armamos un equipo e hicimos el diseño del doctorado. Nos inspiramos en la frase de Martin Luther King y comenzamos con el sueño de formar investigadores de alto nivel, capaces de revisar y entender bien la literatura científica, para identificar y conocer los problemas de nutrición y formular investigación. Este año se graduará la tercera generación”, finalizó la coordinadora titular del posgrado.
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