Un viaje hiperveloz en el marco de la relatividad general
Por Dalia Patiño González
Puebla, Puebla. 23 de noviembre de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- La teoría de la relatividad de Albert Einstein postula, como principio, que nada puede viajar más rápido que la luz, pero en 1992, el doctor Miguel Alcubierre Moya propuso que el espacio se puede deformar con intromisiones de materia o energía para poder viajar más rápido que la luz, a más de trescientos mil kilómetros por segundo.
“La idea es hacer una expansión del espacio atrás de nosotros y que se comprima de manera violenta adelante de nosotros, a fin de que se genere una burbuja de espacio que permitiría movernos a cualquier velocidad”, expuso el doctor y también director del Nuclecu (Instituto de Ciencias Nucleares de la Universidad Nacional Autónoma de México), Alcubierre Moya, durante su participación en el segmento Mexican I Can, de la Ciudad de las Ideas en su novena edición, celebrada del 18 al 20 de noviembre en Puebla.
El doctor Alcubierre Moya refirió que su teoría ha sido planteada en modelos matemáticos aceptados a nivel mundial; sin embargo, aclaró que para hacer deformaciones reales como las que plantea su modelo se necesitan grandes concentraciones de masa y energía equivalentes al tamaño de un planeta, lo que produciría antigravedad, algo que por el momento aún resulta inviable de realizar.
¿Por qué no se puede viajar más rápido que la luz?
Durante su ponencia, el doctor en física recordó que Einstein no postuló primero el concepto de relatividad, sino fue Galileo Galilei en el siglo XVII al plantearse preguntas sobre la velocidad y la forma en cómo medirla.
Para el siglo XIX, mencionó el doctor Alcubierre Moya, los eruditos de esa época se dieron cuenta de otra cosa, que la velocidad de la luz es absoluta, sin importar la velocidad de la fuente de luz ni la velocidad del observador que la mide, esto contradijo el postulado de Galileo sobre la relatividad, pero Albert Einstein, por su parte, reflexionó sobre los postulados de Galileo y sobre la velocidad absoluta y logró conciliar estos planteamientos contrarios con su teoría de la relatividad especial en 1905.
"Entre las consecuencias de esta teoría, resulta que hay cosas que son relativas y otras que son absolutas, como por ejemplo la velocidad de la luz es absoluta, lo mismo que las leyes de la física, pero las distancias, el tiempo y la simultaneidad son relativas. Partiendo entonces de la idea de que dos cosas distintas ocurren al mismo tiempo —la simultaneidad—, observaremos que en un sentido una cosa ocurre primero que la otra, pero si cambiamos de orientación, veremos que lo que creímos ocurrió después ahora nos parece que ocurrió primero; esto genera confusión sobre el orden del tiempo y de los hechos, algo que amenazó con meter en un problema a la física. Ese problema se llamaba causalidad, porque las causas, se supone, siempre tienen que venir antes de los efectos, pero si no estamos seguros de qué ocurrió primero, ¿cómo resolverlo?”.
La velocidad de la luz explica la causalidad
El doctor Alcubierre Moya explicó que para responder los cuestionamientos sobre la causalidad, Einstein tuvo la idea de plantear que si viajábamos a la velocidad de la luz, vista como absoluta, el problema se podía resolver, pues si existe consenso en que la luz es la más rápida, los científicos se pondrían de acuerdo en el orden de los hechos. De ahí que por eso nada podría viajar más rápido que la luz, porque esta explicación permitía conservar la causalidad. Es decir, la causalidad solo podía salvarse si se asumía que la única velocidad absoluta (la de la luz) es también la velocidad máxima en el universo.
Sin embargo, 10 años después (1915) Einstein creó la teoría general de la relatividad, la cual plantea que la gravedad no es más que una distorsión de la geometría del espacio y el tiempo; cuando hay un objeto como el sol o como la Tierra, curvan el espacio, lo deforman. Esta teoría explica el problema de la gravedad.
En 1992, el doctor Alcubierre Moya presentó una idea diferente y, a partir de la teoría general de la relatividad, planteó cómo viajar más rápido que la luz, pero sin violar los principios planteados por Einstein. Su modelo, explicó, se sustentó en la idea de moverse con el espacio, en vez de a través del espacio.
“Mi idea se asemeja a las bandas transportadoras del aeropuerto, entonces, si expando el espacio atrás y lo contraigo de enfrente, lo que estoy haciendo es moverme a cualquier velocidad, incluso más rápido que la luz, con esto le hago trampa a Einstein, pero no lo contradigo. Sin embargo, uno simplemente no puede contraer o expandir el espacio sin pagar un precio. El costo de esto es enorme y las matemáticas me dicen que se requiere de muchísima energía, de energía negativa o antigravedad y esa no ha sido vista aún, nunca la hemos detectado. Entonces ¿sí o no se puede viajar más rápido que la luz? La relatividad especial lo prohíbe, pero la relatividad general sí permite esta posibilidad. No hay respuestas finales, pero la pregunta sí tiene sentido y así es como avanza la ciencia".
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