María del Socorro y la sociedad bajo el microscopio
Por Francisco Torres
Monterrey, Nuevo León. 26 de junio de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- Las mujeres, la participación ciudadana, las instituciones, los movimientos sociales, la gobernabilidad y todo lo referente a la democracia y a la política le interesan. Para ella, no son simples acontecimientos ni recortes cotidianos de los diarios, no, para ella representan algo más que eso: representan ciencia.
Fotografía: Eric Mata.
María del Socorro Arzaluz Solano es doctora en ciencias sociales con especialidad en sociología por El Colegio de México, pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) con nivel II, además de dirigir El Colegio de la Frontera Norte (Colef) con sede en Monterrey. Sus líneas de investigación se centran en política social, participación ciudadana y gobiernos locales.
Y para ella, su camino siempre marcó los rumbos de las ciencias sociales. Desde su infancia vislumbraba intereses poco comunes para su edad, que poco a poco se fueron consolidando con estudios académicos. Pero todo empezó mientras esperaba el periódico.
“Recuerdo que a los diez u once años esperaba impacientemente a mi padre, que regresaba del trabajo con el diario, y era muy frustrante que no llegara con él. No solo leía las cosas para niños, sino también otras cosas que pasaban o ver la cartelera del cine, creo que esos fueron los primeros indicios de que me acercaría a las ciencias sociales”.
En sus estudios previos a la licenciatura, la actual directora de El Colegio de la Frontera Norte en Monterrey destacaba gustosa en materias como civismo, historia, sociales, intereses que solo fueron acentuándose con el paso de los años y los grados académicos.
Arzaluz Solano ha dedicado gran parte de su trabajo a la situación de género.“Desde la preparatoria, que hice en la UNAM, en el último año tenías un espacio para decidir eso. Llegué a pensar en estudiar derecho, pero se me hacía muy cuadrado; ciencias políticas también me llamaba la atención, pero no era la política en sí lo que me interesaba. Tuve un profesor que me impactó mucho y él era sociólogo”.
Primeros acercamientos con la investigación
Proveniente de un bachillerato de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), decidió permanecer en la institución e ingresar a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales para cursar la carrera de sociología. Hoy, como investigadora y docente, recuerda cómo sus horizontes siempre estuvieron más o menos claros.
“Al ingresar a sociología, pensaba en dedicarme a la docencia, algo que hice y sigo haciendo hasta el momento. Pero en los últimos semestres de la carrera, un profesor mío me invitó a un proyecto de investigación. Acababa de pasar la huelga de 1986 en la UNAM, así que hicimos un seguimiento histórico a través de notas de prensa de lo que había pasado en los planteles universitarios”.
A partir de su inclusión en varias investigaciones, conoció a otros investigadores, situación que la llevó a tomar una fascinación por la investigación aún mayor a la que tenía previamente por la docencia.
Decidida a complementar sus estudios, tomó la decisión de estudiar un doctorado en ciencias sociales con especialidad en sociología en El Colegio de México, el cual concluyó en 2000.
Ingreso al Sistema Nacional de Investigadores
“Casi recién terminado mi doctorado, me invitan a El Colegio de la Frontera Norte en Monterrey, lo cual se me hizo una gran oportunidad… y eso que yo jamás había salido de la Ciudad de México. Y fue casi un año después de eso cuando ingresé al Sistema Nacional de Investigadores”.
En ese entonces, María del Socoro Arzaluz Solano ya contaba con amplia experiencia en el área de investigación, aunada a ciertas publicaciones que ya había realizado previamente. Actualmente es SNI II.
Secretaria General de la Red de Investigadores en Gobiernos Locales (IGLOM)
La Red de Investigadores en Gobiernos Locales es una red nacional que aglutina a investigadores y profesionales especializados en materia de gobierno, política, gestión pública y desarrollo de los ámbitos municipales y estatales en el país.
“En 2010 fui propuesta como secretaria general, por un periodo de dos años. Mis funciones consistían en apoyar en las cuestiones académicas y participar en la elaboración de libros, así como en los cursos y los procesos de investigación”.
Entre algunos de los investigadores que han pasado por el IGLOM destacan Enrique Cabrero, Alicia Ziccardi, Tonatiuh Guillén y Mauricio Merino, entre otros.
Proyectos que desembocan ¡en secretarías!
“Una de las aspiraciones que tenemos como investigadores es participar en actividades públicas, influir en la elaboración de políticas. Por eso, junto con otras investigadoras, y a petición del Instituto Estatal de las Mujeres en Nuevo León, nos invitaron a participar en un proyecto de igualdad de género para la Secretaría de Desarrollo Sustentable”.
A raíz de esto, realizaron otros proyectos sobre igualdad en ramas del gobierno estatal, como en el Instituto de Control Vehicular, la Secretaría de Seguridad, la Secretaría de Desarrollo Social, en las que hicieron una investigación en la que trataron temas de toma de decisiones, eliminar la brecha salarial, principalmente.
“Participé en la Secretaría de Seguridad Pública, que es una dependencia muy grande, donde fuimos detectando aquellos espacios donde podíamos buscar la igualdad. Buscamos que se siguieran estos planes, tratando de reducir las desigualdades que todavía existen”.
De la investigación al aula
Aunque pasa la mayor parte de su tiempo examinando con el microscopio a la sociedad en el laboratorio, Arzaluz Solano continúa siendo docente en El Colegio de la Frontera Norte, algo que le permite tener una óptica distinta a la que la investigación por sí sola podría dejarle.
“La ventaja que tenemos quienes nos dedicamos a la investigación y además a la docencia es que tenemos datos actuales, y que podemos transmitir un poco del aprendizaje que obtenemos en el día a día. Por eso yo enseño con muchos casos prácticos donde los incito a que piensen en qué harían en determinadas situaciones”.
Así, María del Socorro Arzaluz Solano, que primero pensaba en ser docente, terminó siéndolo pero desde la óptica científica, donde ella misma reconoce que no hubiera sido lo mismo.
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