Jesús Madera, un científico con raíces campesinas
Por Yohana Ríos
Tepic, Nayarit. 8 de enero de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Una buena taza de café siempre acompaña a este investigador social, tal vez su amor por la bebida sea producto de los múltiples estudios que ha realizado en las comunidades del municipio de Ruiz, Nayarit, donde los cafetales abundan.
Proveniente de familia campesina, Jesús Antonio Madera Pacheco ha dedicado sus esfuerzos científicos en indagar y contribuir en las zonas rurales del estado y del país. Actualmente es coordinador del doctorado en Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) y presidente electo del Comité Ejecutivo Nacional de la Asociación Mexicana de Estudios Rurales (AMER), cargos que, sin lugar a duda, le permiten cumplir su propósito: promover la economía campesina.
El también miembro nivel II del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) es doctor en Agroecología, Sociología y Desarrollo Rural Sostenible por el Instituto de Sociología y Estudios Campesinos de la Universidad de Córdoba, en España.
En su infancia, Jesús Madera fue testigo de las injusticias que se vivían en el campo mexicano; su familia, originaria del municipio de Acaponeta, Nayarit, dependía de las ganancias que se obtenían por las cosechas y que en algunos años no se comparaban con la gran labor que demandaban las huertas.
“Yo identificaba que había problemas porque los vivía, de repente trabajabas en tu casa y veías que te esforzabas mucho, tenías buena cosecha y al final los ingresos no eran tan buenos; los acaparadores se llevaban la mayor parte de los ingresos que tú habías contribuido a generar. Era una forma muy simple de empezar a ver la realidad y eso fue lo que me llevó a ir articulando estas cosas”, afirmó. Su niñez y adolescencia transcurrieron en la cotidianidad, como cualquier hijo de familia campesina dividía el día entre el trabajo y la escuela, resaltando, a su corta edad, su gran capacidad para cuestionar la realidad del campo.
Pasó el tiempo y a pesar de que los ingresos económicos de casa no eran altos, tuvo la oportunidad de trasladarse a la capital del estado para estudiar en la universidad; aunque no pudo concretar su primera opción de licenciatura por la oferta académica en la UAN, eligió la que más se asimilaba.
“Entonces cuando llegó el momento de estudiar la universidad, estudié Economía, debo reconocer que quería estudiar Antropología; sin embargo, en ese momento para mí era una situación complicada por cuestiones familiares y de recursos, y en la universidad estaba la Facultad de Economía que en ese entonces era un enfoque más próximo a la economía política y no tanto a la economía ortodoxa. En ese momento era la licenciatura más próxima a lo que yo quería y tenía pensado hacer”, apuntó.
Talleres de investigación, el impulso a su caminar científico
En aquel entonces, a partir del tercer semestre de la licenciatura en Economía se ofertaban talleres de investigación, cada joven elegía el investigador y la línea de trabajo que más le interesaba; gracias a los debates que se generaban y los conocimientos que adquirió en estos espacios, Jesús Madera fue definiendo su vocación científica.
Después, en séptimo semestre tuvo la oportunidad de participar en el verano de investigación, cuya convocatoria era emitida por la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
“Había esa posibilidad de solicitar una beca para hacer una estancia con un investigador, la solicité y fui seleccionado; en ese entonces, de Nayarit solo íbamos cinco compañeros. Me fui a hacer mi estancia con un investigador que trabajaba temáticas de economía campesina y fue a partir de ahí donde empecé a dar forma a mi proyecto de tesis, fue un estudio sencillo de la economía campesina en torno a la producción de tabaco”, añadió.
Apoyado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), al término de su licenciatura estudió la maestría en Desarrollo Regional en El Colegio de la Frontera Norte (Colef) de 1998 a 2000; de nueva cuenta su objeto de estudio fue la economía campesina en la producción de tabaco, con comunidades históricamente vinculadas con el trabajo de esta planta.
Cruzando fronteras
Al término de su maestría, Jesús Madera se incorporó como docente e investigador en la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Nayarit; de hecho, inició acompañando a los jóvenes en los talleres de investigación que tanto lo impulsaron; aunque se sentía contento con su labor, la inquietud por continuar sus estudios estaba presente.
Fue entonces cuando se postuló para obtener una beca al extranjero que otorgaba el entonces Programa de Mejoramiento del Profesorado (Promep) de la Secretaría de Educación Pública (SEP); beca que le permitió cursar sus estudios de doctorado en Agroecología, Sociología y Desarrollo Rural Sostenible del año 2002 a 2006, donde, sin dudarlo, continuó con la línea de investigación de familias productoras de tabaco.
Lo que más resalta de esta experiencia es haber compartido con colegas de diferentes países, siendo el más joven del grupo, asegura que aprender de sus compañeros fue “de las más grandes bondades del doctorado”.
“También me permitió interactuar con gente de una gran experiencia, hablo de mis profesores y compañeros del doctorado, tuve como compañeros de investigación colegas de Brasil, Venezuela, Chile, Bolivia, España, Argentina y otro colega de México, gente con formaciones diversas porque el programa es transdisciplinar; así como yo iba de Economía, había gente de Agronomía, Antropología, Sociología. Las discusiones en el posgrado eran muy ricas”, apuntó.
Soberanía y Seguridad Alimentaria
Actualmente, el investigador trabaja cuestiones de agroecología, diálogo de saberes y estrategias de vida campesina. En este año recién terminó un proyecto financiado por Conacyt donde estudió las estrategias de organización y reproducción social para el desarrollo comunitario, principalmente en zonas productoras de café del municipio de Ruiz.
“Tiene que ver con actores sociales y desarrollo local, es una gran línea lo que vengo trabajando en diálogo de saberes, que es la posibilidad de dialogar el conocimiento de científicos con otros conocimientos como campesino, indígena; es esta posibilidad de poder entablar un diálogo entre ellos y reconocer que los dos son válidos”, explicó.
En 2015 inició otro trabajo de investigación denominado Estrategias para la soberanía y seguridad alimentaria en el Pacífico mexicano, en coordinación con colegas de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach) y la Universidad de Guadalajara (UDG), con quienes forma un grupo de investigadores que en anteriores ocasiones ya han colaborado en diferentes proyectos.
“En los proyectos anteriores se venían vislumbrando nuevas líneas de investigación que al final aterrizan en este proyecto, con el cual buscamos evaluar el papel de los pequeños productores o agricultura campesina. En el caso de Nayarit, estaremos trabajando con los municipios de Ruiz y Santiago Ixcuintla para evaluar el papel de estos pequeños productores en la construcción de estrategias que ayuden a mitigar las cuestiones de inseguridad alimentaria; hacer una valoración e identificar cuáles conocimientos locales y estrategias que están poniendo en marcha los productores, bajo el cobijo de un entorno agroecológico, sirven para construir la soberanía alimentaria”, aseveró.
Jesús Madera explicó que la soberanía alimentaria se concibe como el poder de decisión que deberían tener los productores locales para elegir qué, dónde y cómo trabajar sus tierras. Pues en la historia del campo muchas zonas han sido marginadas y sometidas a realizar diferentes procesos de cultivo.
El proyecto de Jesús Madera es incidir en algún momento, con los resultados de su investigación, en la definición de la política pública, desde luego, en beneficio de las comunidades campesinas.
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