Jorge Carlos Alcocer, compromiso con la investigación médica
Por Carmen Báez
México, DF. 31 de enero de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Adscrito desde hace 40 años al Departamento de Inmunología y Reumatología del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), el doctor Jorge Carlos Alcocer Varela ha contribuido a la medicina con importantes avances en el campo de la reumatología y la inmunología.
Investigador, médico y con una fuerte inclinación por la enseñanza, el doctor en ciencias médicas ha dedicado su labor científica a las enfermedades reumáticas, conocer qué las ocasiona para su diagnóstico temprano y ofrecer recursos a su tratamiento. Sus principales áreas de estudio son la inmunopatogenia de las enfermedades difusas del tejido conjuntivo, la tolerancia inmune y la autoinmunidad.
Como un reconocimiento a su profesión, en meses recientes fue galardonado con el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2015 y, con motivo de ello, el investigador originario de la Ciudad de México (8 de febrero de 1946) compartió con la Agencia Informativa Conacyt el camino que recorrió para ser hoy un destacado médico a nivel nacional e internacional en su campo de estudio.
Primeros estudios
Alcocer Varela tuvo un infancia típica, no obstante, sufrió de amigdalitis en repetidas ocasiones, situación por la que su madre lo motivó a estudiar medicina y con ello encontrar la causa de su principal problema de salud en la niñez y adolescencia.
Las limitaciones económicas que se presentaron en su familia no incidieron para que el ahora investigador emérito del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) se apartara de una formación académica. Gracias a su desempeño y buenas calificaciones pudo recibir becas para continuar sus estudios, los cuales realizó en escuelas públicas.
“Decidí estudiar medicina rechazando incluso una evaluación en la que se me ubicaba como bueno para las matemáticas, la ingeniería y aspectos ligados a las ciencias exactas. Sin embargo, sentí mayor cercanía en el ámbito de la medicina y por eso me metí a la carrera”, agregó.
Así entonces en 1970 recibió, con mención honorífica, el título de médico cirujano en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y continuó con su preparación en el Hospital General de México (HGM), donde conoció a Ruy Pérez Tamayo. Ahí llevó la mayor parte de sus actividades clínicas.
“Desde el tercer año de mi carrera comencé a ver cuál podría ser mi responsabilidad o en dónde podría trabajar. Tuve la suerte de que me aceptaran en la Unidad de Patología del HGM y conocer al doctor Ruy Pérez Tamayo, quien indirectamente me llevó a valorar más tarde el interés por la medicina, integrando una motivación central, inquietudes y la búsqueda de respuestas”, recuerda.
Pero fueron los médicos Mario Lieberman y Mario Salazar Mallén quienes sembraron en él la inquietud de encaminarse por la medicina interna, área enfocada en el estudio, diagnóstico y tratamiento integral de enfermedades no quirúrgicas.
Para el investigador, la medicina interna es hoy una base importante para la atención médica. “Los pacientes requieren de un diagnóstico bien establecido y a quienes se les ofrece un cambio para mejorar su salud y evaluar ese cambio con medicamentos tradicionales y nuevos, producto del desarrollo tecnológico”, comentó.
Como parte central del conocimiento y el origen de las enfermedades reumáticas, Alcocer Varela se especializó en inmunología en el ICRF Tumour Immunology de la Universidad de Londres.
“Necesitaba afilar algunas herramientas y me fui a la Universidad de Londres a hacer inmunología experimental. Pero al cabo del primer año, en 1980 se devaluó el peso con mucha energía y se cancelaron las becas del recién creado Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, en ese contexto caminé hacia la investigación sin olvidar desde luego la necesidad asistencial”, recordó.
40 años dedicados al INCMNSZ
Aunque el doctor en ciencias médicas por la UNAM recibió en más de una ocasión la oferta de trabajar en la medicina privada, decidió continuar en el sector público; como médico, asegura que su principal labor es contribuir a mejorar la situación social del país desde su trinchera.
Es así que desde hace 40 años, el también miembro de la Academia Nacional de Medicina de México (ANMM) dedica gran parte de su tiempo a la investigación. Como resultado de ello fue el primero en demostrar a nivel internacional que la interleucina 2 no se sintetiza adecuadamente en el organismo de pacientes con lupus eritematoso sistémico.
En la actualidad, la interleucina 2 es central para la investigación celular. Esta citocina activa las células y participa notablemente como un sensor que elimina agentes extraños del organismo y los separa.
“Cuando no se controla esta respuesta inmune, hay emergencia de diversos padecimientos como el cáncer, por ejemplo. Se desgasta el sistema y hay proteínas que participan en ello, comandadas por la interleucina 2”, dijo.
Afortunado por el tiempo en que le ha tocado vivir, asegura que en las últimas décadas se ha empezado a cristalizar el conocimiento de estos mecanismos que limitan la respuesta inmune.
“Me ha tocado vivir en una época muy promisoria para el progreso de la investigación biomédica; se han logrado conocer los principios fundamentales de la conducta celular, con avances sustanciales en el entendimiento del código genético, de la división celular y de las moléculas que conducen numerosas señales claves en la herencia. También contamos con el potencial de las células madre y el de las tecnologías en informática. Su confluencia ha creado una oportunidad nunca antes vista para incidir en la salud del humano", comentó.
Respecto al Premio Nacional de Ciencias y Artes, el investigador resalta que se trata de reconocimiento al instituto y la integración de la investigación clínica, lugar al que ha dedicado cuatro décadas de su vida.
“Hace 40 años yo me asomé a lo que hoy llamo el oráculo de Tlalpan (el instituto) y desde entonces sigo aquí. En el instituto se asentaron con esfuerzo, disciplina, ánimo y mística, la medicina interna, las especialidades y el código de ética que ahora es tan detallado y que por entonces era necesario seguir (…) Cuando queremos hacer un estudio con sus células, los pacientes, como todos los mexicanos, son muy nobles y aceptan esa disposición, lo que es una mayor responsabilidad y un baluarte muy importante para hacer bien las cosas”, afirmó.
Acrecentar el conocimiento médico y científico en la población
El también profesor del Departamento de Atención a la Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Unidad Xochimilco, destacó la importancia de abrir más espacios para que los jóvenes se interesen por la ciencia y la tecnología para con ello contribuir al crecimiento del país.
“Mientras la ciencia y la tecnología no estén en manos de los jóvenes, esto no va a progresar. En este camino tenemos la responsabilidad de dar a conocer los resultados de nuestros proyectos (…) Mientras no exista una ciencia y tecnología fuertes, vamos a seguir dependiendo de los altos costos para los medicamentos y para los productos que requiere la investigación. Tanto política y no políticamente se necesita invertir en ciencia y tecnología”, comentó.
En palabras del investigador, la población mexicana tiene un nivel de conocimiento médico pobre, situación por la que muchas veces el paciente enfermo acude al médico en una etapa avanzada de su padecimiento. Por tanto, comparte el pensamiento de que los investigadores juegan un papel preponderante en explicar a la sociedad su quehacer, para mejorar la calidad de enseñanza y preparación de la población.
“La ciencia es asunto de todos, porque los problemas que se tienen en el hogar, en la familia, en la institución los resolvemos todos”, expresó.
Quehacer cotidiano
Motivado por el tráfico mañanero de la Ciudad de México, el doctor Alcocer Varela sale desde muy temprano de su casa en dirección al INCMNSZ. Después de satisfacer su vicio de ponerse al día con las noticias y tomar una taza de café, visita y evalúa la situación de los pacientes con enfermedades reumáticas y autoinmunes. Su quehacer se complementa con el análisis de proyectos de investigación, seminarios y sesiones académicas.
En la actualidad el doctor Jorge Alcocer Varela continúa trabajando, en colaboración con alumnos de maestría y doctorado, en conocer las moléculas que inhiben una respuesta inmune dentro de las enfermedades reumáticas (autoinmunes). “Al conocer los mecanismos de regulación de sus actores (células y moléculas) tendremos mejor conocimiento de su participación y cómo modificarla en el cáncer, en las infecciones, en las enfermedades metabólicas, entre otras", concluyó el además investigador emérito de la Secretaría de Salud (SSA).
Descargar fotografías
Esta obra cuyo autor es Agencia Informativa Conacyt está bajo una licencia de Reconocimiento 4.0 Internacional de Creative Commons.
