De la fuga al flujo de cerebros
Por Verenise Sánchez
México, DF. 11 de mayo de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Sin recursos humanos altamente capacitados no hay desarrollo científico, tecnológico y de innovación, y sin ello no se puede impulsar ni una sociedad, ni una economía basada en el conocimiento, que promueva el desarrollo del país.
Por tal motivo, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) procura conservar y aprovechar a aquellos científicos mexicanos talentosos que ya capacitó con un doctorado o posdoctorado, ya sea en México o el extranjero, a través de diversos esquemas.
La globalización de la ciencia
Lorena Archundia Navarro, directora de Planeación de Ciencia del Conacyt, destacó que hoy en día los problemas globales requieren de soluciones globales: “En un mundo global, el concepto de fuga de cerebros ha evolucionado hacia flujo o circulación de cerebros, el reto consiste en aprovechar de mejor manera el talento nacional que está distribuido en todo el mundo”.
Subrayó que “el Conacyt ve con buenos ojos la internacionalización de la ciencia y apoya la participación de mexicanos en grupos de investigación internacional”, pero siempre cuidando que esa participación contribuya al fortalecimiento científico y tecnológico del país.
Reiteró que la decisión de desarrollarse en México o en el extranjero la tiene el propio investigador y en la cual no se puede influir, sin embargo, en la decisión que tome siempre va estar el Conacyt para ayudarlo y aprovechar su talento.
“Nosotros queremos estar cerca de los recursos humanos que estamos formando, si es su deseo regresar o permanecer en México tenemos los mecanismos de Repatriación y Retención de Talento, pero si prefiere quedarse en el extranjero también vamos a estar ahí presentes para poder aprovechar ese talento a través de la modalidad En el Extranjero, del Sistema Nacional de Investigadores (SNI)”, detalló.
Añadió que el Conacyt “debe tener la batería de mecanismos institucionales necesarios para ofrecer diferentes opciones, así como por un lado tenemos los elementos para la internacionalización, también contamos con las modalidades suficientes para traerlos y preservarlos en México, no hay que perder de vista que también queremos seguir fortaleciendo nuestras instituciones in situ”.
Preservar el talento mexicano
Con Repatriación y Retención de Talento, México ha logrado preservar mil 386 investigadores mexicanos, de 2007 a diciembre de 2014, de acuerdo con el último informe oficial del área de Planeación de Ciencia del Conacyt.
Estos mecanismos han ayudado a que los mexicanos que están en el extranjero regresen al país para que continúen su desarrollo científico en México, manifestó Claudia Gómez-Nava Sotomayor, subdirectora de Seguimiento Científico del Conacyt.
A través de estos incentivos se busca aprovechar el talento mexicano para abrir nuevas líneas de investigación, ya que los investigadores repatriados o retenidos deben contar con una invitación de trabajo con alguna institución nacional, así como con un comprobante de que se van a incorporar a un grupo de investigación o que van a crear una línea propia de investigación, indicó.
Asimismo, estos elementos –que aportan una ayuda mensual al investigador mientras la institución a la que se va incorporar realiza los trámites necesarios para su contratación– buscan mejorar la calidad educativa de la ciencia y la tecnología en México.
“Los investigadores repatriados o retenidos, al incorporarse a grupos nacionales de investigación, también inciden en las nuevas generaciones de científicos ya que ellos también forman nuevos recursos humanos y repiten el ciclo, pues incentivan a sus estudiantes a que regresen al país si es que hacen sus posgrados en el extranjero”, manifestó.
Además de esto, se quiere generar “puentes” de colaboración con las instancias internacionales en las cuales estuvo el investigador mexicano repatriado. “Estos mecanismos nos han abierto la posibilidad de alianzas con instituciones del extranjero, porque los investigadores regresan con muchos contactos y relaciones científicas que se pueden aprovechar”, destacó.
Consolidar la ciencia mexicana
Fuente: Informe Oficial del área de Planeación de Ciencia del Conacyt, que tiene recopilada información de 2007 a 2014.Estos mecanismos de Repatriación y Retención de Talento, que datan de 1991, han contribuido al fortalecimiento de diversos grupos de investigación en México y han posicionado y consolidado a diversas instituciones académicas a nivel nacional e internacional, comentó Irma Reyes Balleza, jefa del Departamento de Consolidación Institucional del Conacyt.
Destacó que algunos de los que han sido repatriados o retenidos hoy en día son directivos de algunas instituciones académicas, como Pedro Salazar Ugarte, actual director del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), entre otros.
Asimismo, otros investigadores que han sido beneficiados con estos mecanismos actualmente son líderes de grupos mexicanos en proyectos internacionales, como es el caso de Arturo Fernández Téllez, quién coordinó el diseño e instalación de ALICE Cosmic Ray Detector (ACORDE), en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés).
Arturo Fernández Téllez realizaba una estancia posdoctoral en el Laboratorio Nacional Fermi (Fermilab), en Estados Unidos, cuando decidió regresar a México y continuar su carrera científica en su natal Puebla, relató el propio investigador.
“Tengo mucho arraigo a mi ciudad y en esa época algunos profesores de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas de la Benemérita Universidad Autónoma 
Fuente: Informe Oficial del área de Planeación de Ciencia del Conacyt, que tiene recopilada información de 2007 a 2014.de Puebla (BUAP) me invitaron a reintegrarme a la BUAP y, a pesar de que en ese entonces las condiciones de trabajo eran precarias en esta universidad, me animé a continuar mi trabajo científico en Puebla”, recordó el especialista en física de altas energías.
Destacó que esta fue una de la mejores decisiones que ha podido tomar porque gracias a su trabajo le ha podido abrir las puertas a muchos jóvenes científicos del país y en especial de Puebla. Además de que ha podido posicionar a su casa de estudios (la BUAP) a nivel mundial.
“Cuando decidí regresar a México le avisé al doctor Jeffrey Appel, que en esa época era jefe del Departamento de Física de Fermilab, quien me ofreció establecer un convenio de colaboración formal con mi universidad para que participara en el experimento E791-Fermilab”, recordó.
Fue así como la BUAP suscribió el primer contacto y convenio con un laboratorio internacional del más alto prestigio, destacó Fernández Téllez, quien ahora es miembro nivel III del SNI.
Así como el doctor Arturo Fernández pudo regresar al país, 588 investigadores más han sido repatriados con ayuda del Conacyt de 2007 a diciembre de 2014; sin embargo, no todos los científicos mexicanos que se han formado en el extranjero han querido regresar al país.
Fuente: Informe Oficial del área de Planeación de Ciencia del Conacyt, que tiene recopilada información de 2007 a 2014.
No obstante, la mayoría han querido contribuir desde donde se encuentran a impulsar el desarrollo científico y tecnológico de México, a través de “puentes” de colaboración que logran tender entre las instituciones en las que se encuentran con instituciones mexicanas, como Raúl Rojas González, quien a pesar de que vive en Alemania desde hace más de 10 años nunca ha perdido el contacto con el país y sus investigadores.
"En relación a los científicos que han emigrado como yo, siempre he dicho que no se trata de fuga de cerebros sino de circulación de cerebros, porque a pesar de que vivo en otra nación viajo constantemente a México y mis investigaciones se relacionan con lo que se hace en nuestro país", manifestó.
Destacó que en México ha impartido cursos de inteligencia artificial y conferencias sobre los automóviles autónomos; además, en el Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS) de la UNAM tiene amigos y colegas con los que colabora en el área de robótica.
Lo ideal sería que todos los investigadores mexicanos puedan desarrollarse dentro del país, pero si eso no es posible, entonces se deben ver los mecanismos para que ese talento que ya se formó contribuya desde donde esté en el desarrollo de la ciencia y tecnología de México.
Pues como aseguró Arturo Fernández: “La migración de científicos no es mala, lo malo es cuando el investigador pierde toda vinculación con el país, porque 
Fuente: Informe Oficial del área de Planeación de Ciencia del Conacyt, que tiene recopilada información de 2007 a 2014.cuando eso pasa ya se puede considerar fuga de cerebros, la cual es mala porque desbarata la infraestructura científica de una nación”.
En tanto, en la circulación o flujo de cerebros los investigadores mexicanos visitan centros de estudio de otros países para aprender de investigadores de todas partes del mundo, pero siempre con la bandera mexicana o pensando en contribuir al fortalecimiento de los grupos de investigación del país. Esto con el objetivo de impulsar el desarrollo científico, tecnológico y de innovación de México, que ayude a fomentar una sociedad y economía basada en el conocimiento.
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