Iniciativas para el crecimiento: jóvenes científicos
Por Tania María Robles Hernández
México, DF. 12 de mayo de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- El crecimiento económico de una nación está fuertemente relacionado con la innovación y tecnología que el país desarrolle, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). En la actualidad existen las llamadas economías basadas en el conocimiento, que plantean posicionar a este como indicador de productividad y crecimiento económico nacional.
La OCDE trabaja con gobiernos para la creación de políticas que promueven el bienestar de las naciones. México forma parte de esta organización, cuyos datos revelan que en nuestro país el 36 por ciento de adultos entre 25 y 64 años tienen educación a nivel bachillerato, uno de los índices más bajos dentro de los países pertenecientes a dicha organización.
Panorama educativo de México en el mundo
La OCDE realiza cada tres años el Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés), que pretende dar a conocer el nivel que presentan los países en las áreas de matemáticas, lectura y ciencia, en jóvenes de entre 15 y 16 años.
Los resultados de estos estudios muestran grandes áreas de oportunidad en México. En 2012, la evaluación arrojó los siguientes datos: el nivel de lectura en hombres es de 411 con un máximo alcanzado por Japón con 597; en mujeres el nivel alcanzado es de 435 con un máximo de 556 por Finlandia.
En cuanto al nivel de matemáticas, en hombres es de 420 con un máximo presentado por Corea con 562; en mujeres se llegó a 406 y un máximo por la misma nación asiática de 544 puntos. En tanto, la evaluación en ciencias para hombres mostró 418 puntos y un máximo de 552 por Japón; mientras que las mujeres mexicanas mostraron puntuación de 412 y un máximo de Finlandia con 554 puntos.
En promedio, México obtuvo una puntuación de 424 en nivel de lectura, 413 en matemáticas y 415 en ciencias, lo que lo coloca por debajo del promedio de los países miembros de la OCDE en los tres rubros.
Soluciones viables
Para mejorar la calidad de aprendizaje de la población y por ende contribuir al desarrollo del país, existen acciones que fomentan a los jóvenes a conocer la labor diaria de un científico para ayudarlos a explorar el amplio campo que dedicarse a esto representa. Un ejemplo de estas acciones es el Taller de Ciencia para Jóvenes llevado a cabo en Ensenada, Baja California, y que este 2015 cumple 15 años de incentivar con entusiasmo la formación de jóvenes curiosos por la ciencia.
Durante una semana, los jóvenes tienen la oportunidad de interactuar con investigadores. Esta actividad es organizada en conjunto por la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) –que pertenece al Sistema de Centros Públicos de Investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología– y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Dicho taller está conformado por actividades que abarcan cursos de biología, matemáticas, química y física. También se llevan a cabo prácticas en laboratorios especializados con temáticas como astrobiología, ecología marina, biología, ficotoxicología, física, geología, microbiología, nanotecnología, oceanografía física, óptica y química.
Además de este taller, existen otros eventos de este tipo distribuidos en todo el país, por ejemplo el Taller de Ciencia para Jóvenes Campeche organizado por El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), el Taller de Ciencia para Jóvenes del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), y el Taller de Ciencias del Centro de Investigación en Matemáticas (Cimat). Todos estos también pertenecientes al Sistema de Centros Públicos de Investigación del Conacyt.
"Si un estudiante está expuesto a la lectura de unas palabras en el pizarrón, el porcentaje de retención es como del diez por ciento. Si escucha una narración, el 
porcentaje aumenta al treinta por ciento. Si ve un video, el porcentaje es mucho más alto porque está viendo, escuchando y puede leer al mismo tiempo. Pero si hace cosas con las manos y explica lo que está haciendo, el porcentaje de aprendizaje puede ser del ochenta por ciento", de acuerdo con declaraciones de la doctora Julieta Fierro publicadas en la Revista Digital Universitaria.
En la Ciudad de México se encuentra el Instituto Carlos Graef: jóvenes hacia la ciencia y la ingeniería, un plan de estudiantes avanzados en ciencias que es dedicado a acercar a jóvenes de bachillerato a las ciencias e ingenierías con charlas y talleres amenos, y con la participación de investigadores de alto nivel. Este programa fue inaugurado en mayo de 2011 por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Iztapalapa, recinto donde aún se lleva acabo anualmente. La fecha límite para el registro de aspirantes a la edición 2015 de este taller es el próximo 12 de mayo.
Por otra parte, dado que la docencia es parte esencial para hablar de un desarrollo educativo, Clubes de Ciencia México busca reunir a estudiantes de posgrado para crear programas intensivos dirigidos a alumnos de preparatoria o licenciatura con el fin de llevar educación de la más alta calidad, al mismo tiempo que los jóvenes desarrollan sus habilidades docentes al diseñar un club de ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas.
Acciones internacionales
Planes mundiales para el desarrollo del aprendizaje han sido creados por importantes instituciones, por ejemplo, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) creó una iniciativa de conocimiento libre y al alcance de toda persona que cuente con internet. Esta interesante red de conocimiento es el MIT OpenCourseWare, sistema en el cual se registran los cursos que el MIT ofrece y están a disposición del público.
Otra plataforma que puede generar conocimiento de forma autodidacta y hasta con la posibilidad de obtener certificados válidos internacionalmente es Coursera, la cual reúne cursos de las universidades más importantes del mundo en diversos tópicos como astronomía, ingeniería, programación, etc.
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