Las ciencias genómicas y el futuro
Por Carmen Báez
Cuernavaca, Morelos. 3 de mayo de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Fue un 25 de abril de 1953 cuando la revista científica Nature publicó un artículo firmado por los científicos James Watson, de Estados Unidos, y Francis Crick, de Gran Bretaña, en el que presentaban el modelo de la estructura molecular del ácido desoxirribonucleico (ADN); hecho considerado por la comunidad científica como la punta del iceberg que propició nuevos caminos para el desarrollo de la genética.
A 64 años de esa publicación titulada “A Structure for Deoxyribose Nucleic Acid”, el doctor en biomédica e investigador del Centro de Ciencias Genómicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), David René Romero Camarena, señaló que a partir de la publicación se logró conocer el proceso mediante el cual la información genética pasa del ácido desoxirribonucleico al ácido ribonucleico (ARN) y este último a las proteínas.
“Primero que nada se logró determinar lo que es el flujo de información, desde el almacenador del material genético: el ADN, hasta las proteínas, que son las que hacen el trabajo. La información no pasa directamente del ADN a las proteínas, necesita la ayuda de un buen amigo que es el ARN, este proceso se conoce como transcripción. La transferencia de información del ARN a las proteínas se conoce como traducción. Por lo general, este es el flujo de información del material genético”, describió durante su participación en la conferencia magistral titulada Las ciencias genómicas, el futuro es ahora, actividad que formó parte del Congreso de Investigación CUAM-Acmor.
Secuenciación de genomas
Desde entonces, dijo, un gran número de investigaciones se han concentrado en describir los diferentes pasos de este proceso genético, pero también en la búsqueda de genes que determinan características humanas específicas, como el color de pelo, de ojos, estatura, así como los factores genéticos implicados en el desarrollo de enfermedades hereditarias.
Haemophilus influenzae, causante de diferentes tipos de enfermedades. La secuenciación completa de genomas abrió la puerta para nuevas aplicaciones médicas.
Otro acontecimiento importante para las ciencias biológicas se dio en 1995, fecha en que se reportó la primera secuencia completa de un organismo vivo, el de la bacteria“1995 fue una fecha histórica, pues se logró por primera vez la secuenciación del genoma de un organismo. De 1995 a 2003, la secuenciación de bacterias dominaba las investigaciones, lo que nos permitió conocer a los amigos y enemigos: bacterias que pudieran causar enfermedades en humanos, el primer paso para combatir patologías”, refirió.
El también miembro de la Academia de Ciencias de Morelos (Acmor) aseguró que actualmente es posible secuenciar todo el genoma de un individuo por 999 dólares y determinar todos los cambios en este.
¿Cuántos genes tiene un organismo?
Durante la conferencia mencionó que el ser humano comparte la misma base genética con la mosca y el mono. “El genoma humano tiene solo 30 mil genes al igual que la mosca, el chimpancé tiene exactamente el mismo número de genes, mientras que un gusano, 20 mil. Todos los humanos tenemos genomas muy similares, aun las variantes más extremas tienen un genoma 99.688 por ciento idéntico”, apuntó.
Las bacterias, continuó, pueden llegar a tener tres mil genes, es decir, tres millones de pares de bases, mientras que el genoma humano tiene tres mil 500 millones de pares de bases, lo que equivale a un millón 404 millones de páginas de texto, es decir, dos mil 808 libros de 500 páginas, 14 mil 627 días o 31 años de lectura.
“En 2003, se obtuvo la secuencia del genoma humano, y hasta ahora existen más de 75 mil proyectos de secuenciación de genomas. La información que se obtiene se almacena y se consulta continuamente. Para 2010, se llegó a secuencias de aproximadamente mil genomas por año, la capacidad ha crecido muchísimo de modo tal que al día de hoy la capacidad mundial de secuenciación es de cerca de un millón de genomas humanos por año. Se calcula que para el año 2025 se almacenarán cerca de un trillón de exabytes por año”, detalló el investigador, cuya principal línea de estudio es la recombinación genética de bacterias.
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