Fomentan la innovación mexicana con el PEI
Por Verenise Sánchez y Yureli Cacho Carranza
México, DF. 12 de agosto de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Hasta hace cinco años, la empresa Kioru estaba conformada solo por tres personas. Sin embargo, la compañía decidió apostarle a la investigación y desarrollo y actualmente tiene más de 20 empleados.
Asimismo, debido a sus innovaciones, esta empresa mexicana está por comercializar su tecnología de información y comunicación en Brasil, reconoció José Carlos López González, director general de Kioru.
Como Kioru, hay tres mil 899 empresas en México que han logrado incrementar sus ventas con el desarrollo de investigaciones, tecnologías e innovación apoyadas por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) a través del Programa de Estímulos a la Innovación (PEI).
Impulsan pymes
En 2009 surgió el PEI con el objetivo de incentivar la inversión de las empresas en actividades y proyectos relacionados con la investigación, desarrollo tecnológico e innovación, con el fin de impulsar la competitividad económica del país, indicó Luis Gabriel Torreblanca Rivera, director adjunto de Desarrollo Tecnológico e Innovación del Conacyt.
En entrevista, el funcionario indicó que el PEI es el resultado de modificaciones de políticas públicas para impulsar el desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas, por eso se pasó de dar un estímulo fiscal a un estímulo directo.
“Antes del PEI las empresas grandes eran las que más se beneficiaban de los apoyos fiscales porque eran las que tenían para invertir hoy y descontarlo en el segundo o tercer año, en cambio las pymes no lo podían hacer”.
Con este programa se incentivó a que las pymes apostaran a la investigación y al desarrollo para poder impulsar la llamada economía del conocimiento, ya que de los cuatro millones 15 mil unidades empresariales que hay en el país, 99.8 por ciento son pymes y estas generan 52 por ciento del producto interno bruto (PIB) y 72 por ciento del empleo en el país, de acuerdo con cifras del portal ProMéxico.
De este modo, aumentó la participación de las pequeñas y medianas empresas en temas de innovación, ya que mientras en 2009 y 2010 solo 30 por ciento de las empresas que utilizaban el PEI eran pymes, en 2015 alrededor de 70 por ciento de los proyectos los presentan empresas pequeñas y medianas, subrayó Torreblanca Rivera.
Formar la triple hélice
Además de apoyar a las pequeñas y medianas empresas, el PEI también busca generar una vinculación entre el sector académico y el empresarial, para que aunado con el apoyo del gobierno se forme la llamada triple hélice que fomenta la economía del conocimiento, indicó Hugo Nicolás Pérez González, director del PEI.
En entrevista, el funcionario federal destacó que ambos sectores se necesitan mutuamente para desarrollar innovaciones que impacten de manera positiva en el mercado.
"A lo largo de estos seis años, el PEI ha fomentado ese trabajo conjunto entre las empresas y los investigadores. En 2009, poco más de 60 por ciento de los proyectos estaba vinculado con ambos sectores; actualmente 92 por ciento de las innovaciones que se hacen con el apoyo del programa tienen vinculación", manifestó Pérez González.
Esta interrelación ha permitido el diseño y desarrollo de diversos productos innovadores que han puesto en alto el nombre de México a nivel mundial, como la creación de chasis para camionetas eléctricas por parte de la empresa Metalsa, los sistemas de telemedicina realizados por la compañía Lumed, así como bioinsecticidas hechos a base de ozono de la firma Agro Operadora de Silos y Bodegas, entre muchos otros.
Gracias al PEI, científicos y académicos han podido vivir la experiencia de que cuando trabajan juntos por un objetivo común avanzan más rápido que si lo hacen por separado.
Al respecto, Manuel Castañón Puga, investigador de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) y responsable del proyecto Facmail: administración y contabilidad electrónica automatizada en la nube, destacó que el PEI ha permitido trabajar de la mano con Grupo Timex en productos innovadores.
“Los estímulos del Conacyt han sido muy importantes para propiciar el acercamiento de las empresas con la universidad. De manera que las compañías se motivan a colaborar como una pequeña extensión de la universidad. Mi experiencia en los proyectos de vinculación ha sido muy enriquecedora porque como académico he establecido relaciones con los empresarios enfocando mi esfuerzo hacia objetivos comunes”, reiteró.
Por su parte, Edaniel Figueroa García, director de proyectos de Grupo Timex, empresa que ha sido beneficiada en diversas ocasiones por el PEI y que ha trabajado con el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la UACB, señaló que la vinculación de la ciencia con los negocios no se contrapone, al contrario, se fortalece.
“Por un lado permite que las empresas inviertan en investigación y desarrollo, de manera que puedan concentrar y dirigir su esfuerzo a la creación de negocios y empleos y, por otra parte, los centros de investigación focalizan su trabajo al unir los negocios con la ciencia y la investigación. El resultado son proyectos de innovación y creatividad, que es la base del progreso, no solo de los participantes, sino del país”, indicó.
La innovación y los negocios
Debido a la mancuerna que han hecho las empresas y la academia, a través del Programa de Estímulos a la Innovación, las unidades empresariales se han vuelto más competitivas y han incrementado sus ventas, así como su portafolio de productos, expresó Miguel Preciado, gerente de tecnología de InterlubGroup, compañía que produce y suministra lubricantes y que también ha recibido el apoyo del PEI.
“Los apoyos recibidos a través del PEI son de gran valor porque están enfocados en realizar desarrollo de alta tecnología con el objetivo claro de generar productos de valor y nuevos negocios. Los fondos del PEI son un complemento de altísimo valor para nuestras propias inversiones que permite impulsar nuestra empresa hacia objetivos de crecimiento sostenido”.
En este mismo sentido, Víctor Xavier Arroyo Schroeder, director comercial de la empresa Sign Cal, destacó que los apoyos del PEI ayudan a absorber el “riesgo” que corre una empresa al apostar a la investigación y desarrollo.
“Pensar en perfeccionamientos, avances o adelantos es pensar en correr riesgos que pueden conllevar la potencial quiebra de una empresa. Sin embargo, si hay alguien más dispuesto a correr el riesgo, es más fácil tomar la decisión. El PEI es una herramienta que enseña a las empresas a hacer desarrollos e incentiva la generación de ecosistemas multidisciplinarios de cooperación que reditúan en empresas más preparadas para enfrentarse a la competencia”, subrayó.
Kioru, un caso de éxito
Una de esas tres mil 899 empresas que han decidido correr el riesgo con el apoyo del PEI es Kioru, la cual se ha posicionado a nivel nacional e internacional con sus productos Saeko y Parkuest.
Hace cinco años, tres jóvenes ingenieros en tecnologías de la información y comunicaciones, recién egresados del Tecnológico de Monterrey (ITESM) Campus Hidalgo, no imaginaron el alcance que llegaría a tener su empresa cien por ciento mexicana a la que, desde su apertura en 2010, denominaron Kioru.
“Éramos solo tres jóvenes que apenas estábamos saliendo de la universidad, no teníamos idea de cómo era formar una empresa; lo único que sabíamos era programar”, comentó en entrevista José Carlos López González, director general de la empresa.
“En 2012, cuando recibimos los primeros ingresos por parte del PEI –bajo la modalidad de Innovación tecnológica para las micro, pequeñas y medianas empresas (Innovapyme)– éramos seis y actualmente somos un equipo de 20 personas”, subrayó.
Además, gracias al apoyo del programa del Conacyt la empresa que se dedica al desarrollo de tecnología de información y comunicación ha registrado un incremento anual de sus ventas de aproximadamente 35 por ciento, de 2012 a la fecha, y además ha logrado expandir su negocio a Brasil.
“Otras de las ventajas que ha obtenido la empresa, gracias al financiamiento del PEI, son cuatro marcas registradas, dos trámites de patente en proceso y tres nuevas líneas de productos”, informó el joven empresario López González.
Hacia el futuro
Pese a que todavía existen muchos retos para consolidar la vinculación entre el sector académico y el empresarial, este programa del Conacyt ha contribuido al acercamiento entre ambos sectores.
Lo anterior es positivo para aumentar la inversión en ciencia y tecnología del país, potenciar la innovación mexicana y así permitir un mayor crecimiento económico que mejore la calidad de vida de la sociedad.
Si se considera que del Gasto en Investigación Científica y Desarrollo Experimental (GIDE) del país, el sector empresarial aporta el 46 por ciento, cuando en naciones como Israel o Japón se destina más de 80 por ciento, según cifras reportadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se observa que aún se puede avanzar mucho en materia de innovación si los empresarios le apuestan a la investigación y al desarrollo como motor central de sus unidades de negocio.
No obstante, este incremento en la inversión por parte del grupo empresarial solo se dará en la medida en que se tenga una experiencia positiva de vinculación con el sector académico, y en este sentido el PEI ha sido fundamental.
Requisitos básicos para ser beneficiario del PEI:• Contar con el Registro Nacional de Instituciones y Empresas Científicas y Tecnológicas (Reniecyt) vigente.
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