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Detección y análisis de organismos genéticamente modificados


Por Israel Pérez Valencia

Santiago de Querétaro, Querétaro. 22 de febrero de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- México ha desarrollado la capacidad para la generación de materiales de referencia certificados para la determinación de organismos genéticamente modificados (o transgénicos) en los últimos años. Esto se debe a la integración y trabajo realizado por la Red Nacional de Laboratorios de Detección, Identificación y Cuantificación de Organismos Genéticamente Modificados (RNLD-OGM), auspiciada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

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Esta red está integrada por laboratorios especializados del Centro Nacional de Metrología (Cenam), el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), el Instituto Politécnico Nacional (IPN) campus Tamaulipas, el Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (Ciatej) y el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) unidades Zacatenco e Irapuato.

Participan también el Centro de Investigaciones Científicas de Yucatán (CICY), la Dirección de la Comisión de Recursos Naturales de la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP); la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), la Universidad de Colima, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Colegio de Postgraduados (Colpos) campus Campeche, así como la Secretaría de Salud del Estado de Michoacán.

Melina-Pérez-Urquiza,-coordinadora-científica-de-la-dirección-general-de-Metrología-de-Materiales-del-Cenam.jpgMelina Pérez Urquiza.En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, la coordinadora científica del Laboratorio de Biometrología de la División de Materiales Orgánicos del Cenam, Melina Pérez Urquiza, habló sobre los objetivos que persigue la red al promover la capacitación, así como el desarrollo y elaboración de materiales de referencia certificados de estos organismos en todo el país.

Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Cómo surge la RNLD-OGM y qué objetivos persigue?

Melina Pérez Urquiza (MPU): En la red desarrollamos materiales de referencia. Nuestra misión y visión están enfocadas a patrones de medición en laboratorios nacionales y cuantificación de eventos de modificación genética para su detección y análisis.

En 2009, el Cenam desarrolló un proyecto como laboratorio de referencia para la medición de ácidos nucleicos, junto con los laboratorios de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), que es el centro de referencia de organismos genéticamente modificados en el país; el INECC, el Programa Universitario de Alimentos (Pual) de la UNAM, la Universidad de Colima y la Unidad Tamaulipas del Cinvestav.

Tuvimos una reunión directiva porque habíamos detectado la presencia de muchos organismos genéticamente modificados (OGM), entre semillas y animales, así que decidimos comenzar por el maíz (Zea mays), porque es uno de nuestros símbolos nacionales. Nos acercamos a una de las compañías desarrolladoras de este tipo de tecnología, en este caso Monsanto, quien nos donó el producto para desarrollar los materiales de referencia.

En 2012, nos dieron un proyecto a través del Fondo Sectorial de Investigación en Materia Agrícola, Pecuaria, Acuacultura, Agrobiotecnología y Recursos Fitogenéticos Conacyt-Sagarpa.

AIC: ¿Qué líneas de investigación se desarrollaron?

MPU: En ese entonces recibimos un material del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt), que era un trigo (Triticum) resistente a la sequía desarrollado aquí en México para subsanar los problemas de alimentación que existen en el mundo, en lugares como África o incluso aquí mismo.

Este trigo era un sisgénico, esto quiere decir que el gen de la resistencia a la sequía está presente en la planta, y lo que hace es someterla a estrés para que se manifieste y se seleccionan las que usan ese gen para el desarrollo de materiales. Ahora se utiliza mucho esta técnica porque, a diferencia de los transgénicos donde se traspasa material genético de una planta a otra para cambiar su metabolismo, aquí se trata de la misma, que es trabajada sin esa manipulación.

AIC: Hablando de materiales transgénicos, ¿qué se ha trabajado?

MPU: En el caso de los materiales transgénicos, trabajamos con el maíz, que es una planta muy sofisticada porque como la semilla está dividida en tres partes, que son el pericarpio y dos tipos de endospermos, no toda tiene la misma cantidad de material transgénico. Dependiendo qué parte de la semilla se seleccione se toma en cuenta para ser transgénico o no.

Este tema es muy importante desde el punto de vista comercial, porque si se compra a una empresa de biotecnología un material que se requiera que sea 100 por ciento transgénico porque se necesita que sea resistente a una determinada plaga, se espera que resulte efectivo. Hemos sabido de casos en los que las plagas se acaban los plantíos porque no se logró la modificación genética completa.

AIC: ¿Cuál fue el producto que se obtuvo de esta investigación?

MPU: Llevamos a cabo la elaboración de un material de referencia. El desarrollador de la tecnología nos dio el maíz en gránulos, nosotros lo molimos un poco más. En el Departamento de Producción de Materiales de Referencia tienen mallas que están calibradas, tamizamos el maíz y homogeneizamos para obtener la porción que estaba entre 350 y 425 micrómetros.

corn-head-22217.jpg¿Qué logramos con eso? Homogeneizar el tamaño de partícula, cuando trabajamos, por ejemplo, con contaminantes orgánicos a menor tamaño de partícula, mayor contaminación, porque hay mayor superficie de contacto. Hace tiempo se pensaba que al disminuir el tamaño de partícula tendríamos menos transgénicos. Ahora sabemos que no, que no importa el tamaño de granito, va a contener el mismo material genético.

Sin embargo, lo que sí ayuda analíticamente hablando es que cuando se muele demasiado el polvo a la hora que se intenta pesarlo en las microbalanzas, el material se pega a las paredes y se vuela, entonces eso es difícil de usar para el analista. El tamaño de partícula que tenemos ahorita es de entre 150 y 450 micrómetros y está bien, es manejable; logramos entregar un material homogéneo.

AIC: En ese sentido, ¿cuáles son los proyectos a futuro que contempla la red?

MPU: Una de las iniciativas que tenemos ahorita es que se capacite el Centro Nacional de Referencia en Detección de OGM, que es otro de los laboratorios del gobierno federal enfocado en la producción de materiales de referencia. Ellos son los principales interesados porque existe el interés de ser productores de materiales y de laboratorios de referencia que produzcan patrones de medición, eso sería muy bueno para nosotros y para México.

Junto con el centro de referencia de OGM, se produjeron unos plásmidos que tienen la secuencia marcadora de transgénico, donde fue clonada una bacteria reproducida para obtener concentraciones elevadas; actualmente tenemos siete materiales que están en proceso de ser certificados para uso de la red y tres materiales de harinas ya terminados: dos son de maíz y uno de soya (Glycine max).

 

arroba14010contacto 1 Dra. Melina Pérez Urquiza
Coordinadora científica de la Dirección General de Metrología de Materiales, Cenam

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