Desarrollarán amaranto que incrementa su rentabilidad
Por Carmen Báez
México, DF. 9 de marzo de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Con la idea de incrementar la superficie de siembra y los volúmenes de producción del cultivo de amaranto en el país, en el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) del Campo Experimental Zacatepec, ubicado en el estado de Morelos, trabajan en el mejoramiento de variedades de amaranto.
De acuerdo con los investigadores involucrados en este proyecto, Leticia Tavitas Fuentes y Leonardo Hernández Aragón, algunas de las causas por las que no se ha logrado incrementar los volúmenes de producción de este cultivo, tanto en Morelos como en otras entidades del país, es la falta de variedades de porte intermedio y la madurez uniforme, que permitan adaptarse a las cosechas de forma mecanizada.
Explicaron que debido a que la mano de obra es escasa, costosa y ardua, los precios de producción aumentan considerablemente; esto contribuye a que el cultivo sea incosteable y limita su siembra en nuestro país, factores que han ocasionado que, en su mayoría, se mantenga como siembra de subsistencia por grupos indígenas, en su mayoría en traspatio.
Para dar respuesta a estos problemas y con la finalidad de que el cultivo de amaranto se integre en los sistemas modernos de producción agrícola rentable en México, los investigadores trabajan desde 2013 en la generación de variedades adaptables al sistema de cosecha mecanizada.
Para ello, los especialistas en fitogenética definieron la técnica para el desarrollo de flores hembras con resistencia al doblez del tallo de la planta, facilidad de cosecha mecanizada, uniformidad de crecimiento y maduración del grano, resistentes a las enfermedades, alto potencial de rendimiento y buena calidad de grano.
La técnica que desarrollaron consiste en la producción de plantas en el invernadero del INIFAP, a través de contenedores con capacidad de 10 centímetros cúbicos para el crecimiento de sus raíces. Posteriormente, estas se trasplantaron en macetas de terracota de ocho pulgadas, para facilitar la extracción de las flores machos de los glomérulos (conjunto de flores) que conforman la panoja.
“De esta manera se hace la polinización manual de las florecillas femeninas de cada glomérulo con el polen de las florecillas masculinas; así se forma una nueva semilla. Los progenitores masculinos crecen en condiciones de campo para contar con polen que se recoge, y se realiza polinización correspondiente”, detallaron los investigadores.
A través de esta técnica se efectuaron los primeros cruzamientos simples y se obtuvieron semillas vivas que se sembraron en charolas de material poliestireno para facilitar su germinación, y posteriormente se trasplantaron en campo para la formación de nuevas poblaciones.
Para la continuación de este proyecto, explicaron los investigadores, las nuevas poblaciones que resulten se someterán a dos métodos de selección. Durante tres ciclos se efectuará el manejo poblacional por selección masal modificada, para formar una nueva población de plantas. En este proceso se eliminan aquellas propensas a enfermedades, con características indeseables (crecimiento irregular de las plantas o las inflorescencias), susceptibles al acame y al desgrane de las panojas.
“A partir de una quinta generación se aplicará el método de selección genealógica o de ‘pedigree’, que consiste en seleccionar las plantas que reúnan la combinación de caracteres deseables”, explicaron.
Agregaron que los materiales seleccionados con características iguales se someten a un análisis con base a su potencial de rendimiento. Las mejores semillas se podrán liberar y registrar como nuevas variedades ante el Catálogo Nacional de Variedades Vegetales (CNVV) del Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS); estas a su vez se recomendarán en siembras comerciales y aptas para cosecha con fines industriales.
Para la obtención de una nueva variedad de amaranto se requieren aproximadamente cinco años, concluyeron los especialistas.
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