Microorganismos al acecho en tu propia casa
Por Ana Luisa Guerrero
México, DF. 4 de junio de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Cuando se habla de infecciones diarreicas y respiratorias generalmente se piensa en el contagio en lugares públicos o establecimientos con inadecuadas prácticas de higiene; sin embargo, un gran número de transmisiones de esos padecimientos se da por la presencia de microorganismos en nuestra propia casa.
De acuerdo con estudios del doctor Cristóbal Chaidez Quiroz, del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) –que pertenece al Sistema de Centros Públicos de Investigación (centrosconacyt.mx) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt)–, en las cocinas y baños de hogares comunes de Culiacán, Sinaloa, se detectó la presencia de bacterias y virus como Escherichia coli (E. coli), Staphylococcus aureus (S. aureus), salmonella, hepatitis A y el norovirus.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, el investigador señaló que anualmente entre el 50 y el 80 por ciento de las enfermedades diarreicas y más del 50 por ciento de las respiratorias son adquiridas en el hogar.
Lo anterior se debe a que la manipulación de alimentos contaminados puede distribuir microorganismos patógenos hacia las manos y las superficies de contacto, así como a los utensilios que se utilizan, explicó el especialista.
Con el trabajo de investigación se detectó que las esponjas, trapos de cocina y tablas para cortar son los que más bacterias patógenas albergan; seguidos de la tarja, llaves y perillas de las puertas.
El integrante del grupo de Inocuidad Alimentaria refirió que con base en los resultados obtenidos determinaron que las esponjas para lavar contienen más de 7 millones de bacterias, entre ellas E. coli, S. aureus y salmonella.
“Desde el punto de vista científico, es lógico que haya contaminación porque entra todo tipo de alimentos frescos como hortalizas, frutas, productos del mar, cárnicos, y hay una contaminación cruzada porque la gente no usa una tabla para cortar frutas y otra para carne; siempre estamos mezclando los utensilios y lo que se hace es trasladar la contaminación de un lado a otro. En cuestión de cuatro horas, el número de bacterias aumenta de forma significativa y eso incrementa las infecciones diarreicas o respiratorias”, aseveró.
Combate a las bacterias
El también miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) detalló que el trabajo titulado Impacto del uso de limpieza y desinfectante prescrito en la contaminación microbiana en el hogar, que fue publicado en la revista Journal of Applied Microbiology, se realizó en 60 viviendas de Culiacán, las cuales fueron divididas en dos grupos: uno de control con un desinfectante no recetado, y otro en el que aplicaron un protocolo de desinfección con un producto específico. En ambos casos se recogieron seis muestras una vez por semana, antes y después de la aplicación de limpieza.
Entre los resultados se descubrió que la concentración y aparición de bacterias fue menor en los hogares con el uso prescrito de los desinfectantes; al tiempo que las mayores reducciones fueron para E. coli (en 99 por ciento) y S. aureus (en 99.9 por ciento).
Asimismo, se determinó que las bacterias estudiadas disminuyeron en el grupo de usuarios del protocolo desinfectante; en contraste con el grupo de control, que incrementaron o se mantuvieron sin cambios.
Chaidez Quiroz, quien además es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) con el nivel II, detalló que la presencia de humedad es un factor que favorece la supervivencia y la proliferación de microorganismos, además de que propicia el crecimiento de patógenos como la salmonella, que es capaz de sobrevivir y crecer en las superficies.
Desinfección, primordial
El doctor Cristóbal Chaidez Quiroz, autor de más de 50 artículos científicos y 18 artículos de difusión, manifestó que para evitar infecciones es importante frenar la contaminación cruzada en el hogar con prácticas muy sencillas.
“Hay que hacer una diferenciación de los materiales que se usan para que ya no se utilicen las tablas de cortar de plástico ni madera, porque ambas absorben mucha contaminación. Para sustituirlas, se pueden usar platos de cerámica”, explicó.
El investigador aseveró que al ser las esponjas el utensilio más contaminante en la cocina, se sugiere cambiarlas constantemente –al menos cada tres semanas–, además de desinfectarlas metiéndolas al microondas por dos minutos.
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