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¡El CIDE cumple 40 años!

Por Susana Paz

México, DF. 27 de noviembre de 2014 (Agencia Informativa Conacyt).- El Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) celebra sus 40 años como una institución consolidada en investigación, formación de recursos humanos, docencia y oferta académica en el campo de las ciencias sociales, y también como una instancia crítica que aborda los temas esenciales de la agenda del país.

Para el director general del CIDE, el doctor Sergio López Ayllón, se trata de una institución pública que se encuentra en la frontera del conocimiento, que es competitiva internacionalmente y que está vinculada a los problemas nacionales, lo que la convierte en un referente para ayudar a entender parte de los problemas que acontecen en la sociedad mexicana.

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“Si tuviera que caracterizar al CIDE diría que es una institución capaz de generar conocimiento en ciencias sociales de calidad internacional y que busca tener una incidencia en las políticas públicas nacionales. La clave del éxito del CIDE está en un sistema de evaluación muy riguroso tanto de profesores y alumnos”, expresó López Ayllón.

Según David Arellano Gault, profesor investigador con 30 años de trayectoria en el centro y director de la división de Administración Pública, las aportaciones del CIDE a la ciencia en México tienen una doble cariz: “Se busca que nuestras investigaciones tengan calidad internacional y puedan ser publicadas en las mejores revistas y editoriales del mundo, pero al mismo tiempo se nos pide que sean pertinentes para tratar temas de problemas nacionales y, en algunas divisiones como la de Administración Pública, que auxilien en la toma de decisiones de los gobiernos”.

Para Alejandro López Feldman, director de la división de Economía, lo más importante es que en estos años el CIDE ha contribuido y promovido el debate y, a su vez, ha generado y evaluado las políticas públicas desde una perspectiva académica muy sólida, con fundamentos y propuestas que parten de trabajos de investigación sólidos.

La seriedad en la evaluación y seguimiento a los procesos de investigación, el compromiso en la docencia, la responsabilidad social como instancia pública y la vocación de servicio, son los pilares que sostienen al CIDE, afirmó la profesora investigadora Alejandra Ríos Cázares, quien tiene una formación académica desde sus inicios en este centro.

A 40 años de su fundación, hacemos un recorrido de su historia, proyectos, conformación y retos, que hacen de este centro uno de los más importantes en su área.

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Breve recuento

“El CIDE nació hace 40 años con una clara misión: formar gente en posgrados con la misma calidad que se pudiera encontrar en países desarrollados en las áreas de economía y administración pública, y al mismo tiempo desarrollar investigación competitiva a nivel internacional que, de manera simultánea, sea considerada útil o pertinente para los problemas nacionales o internacionales que desde las ciencias sociales se puedan abordar”, aseguró Arellano Gault.

Así, el 25 de noviembre de 1974 se creó el CIDE, como resultado de la necesidad de formar economistas que contribuyeran al análisis de la política en nuestro país, vinculando la docencia con la investigación. Su nacimiento, afirma la propia instancia a través de su página web, es el resultado de tres grandes fuerzas. La primera, es el proyecto de Trinidad Martínez Tarragó de crear un centro especializado en la enseñanza de la economía a nivel posgrado. La segunda, un grupo de asesores y colaboradores presidenciales quienes buscaban la creación de un centro de alto nivel dedicado a la investigación de la economía pública. La tercera, un grupo de profesores e intelectuales sudamericanos que se exiliaron en México y que jugaron un papel fundamental en los orígenes de la institución.

Para el director general, Sergio López Ayllón, una misión del CIDE desde su inicio y ahora ya reforzada, es la de formar recursos humanos de excelencia, con calidad rigurosa y exigente, lo que los obliga a tener un proceso de selección muy estricto y basado en el mérito. Según el director, se trata de una institución pequeña y flexible, que permite adaptarse y moldearse a las condiciones cambiantes del entorno pero con una mística colectiva.

“El CIDE tiene una característica particular, ha logrado compartimentar ámbitos de la ciencias sociales y ha buscado una especialización en cada uno de ellos. A lo largo de estos 40 años, ha pasado de dedicarse de los estudios de las relaciones México-Estados Unidos y de la Economía, a diversificarse y tener una División de Estudios Internacionales, Económicos, Históricos, Jurídicos, Políticos, y de Administración Pública. Ha logrado generar nichos de comunicación y aportación en cada uno de ellos”, expresó la investigadora Alejandra Ríos.

La Academia

El centro cuenta con una plantilla de 115 profesores investigadores titulares y 26 profesores asociados agrupados en seis divisiones académicas y cinco programas interdisciplinarios.

“Los investigadores del CIDE son frecuentemente referidos en medios de comunicación, en periódicos, revistas, entrevistas de televisión, radio, se reconoce el sello de calidad en el personal del CIDE”, afirmó López Ayllón.

Los temas de investigación y proyectos que se abordan, según el director general, han significado aportaciones relevantes para la vida pública del país como las investigaciones en materia de finanzas y empresas públicas, federalismo fiscal, medición de la pobreza, seguridad social y pensiones, gobiernos locales, instituciones políticas, transparencia y rendición de cuentas, lucha contra la corrupción, política exterior, migración, educación, salud, historia nacional e internacional, municipios, gerencia pública, procuración e impartición de justicia y, de manera más amplia, el diseño y la evaluación de las políticas públicas.

Las seis divisiones: Economía, Administración Pública, Estudios Históricos, Estudios Políticos, Estudios Internacionales y Jurídicos, tienen diversas particularidades y han presentado innumerables cambios a lo largo de estos años.

“El origen del CIDE tiene que ver con la división de Economía. En estos 40 años se ha logrado consolidar como el departamento donde se hace investigación de economía aplicada más importante del país, claramente por el número de profesores –somos alrededor de 30–, por la cantidad y calidad de publicaciones, reconocimientos internacionales que tienen algunos docentes y por la calidad de nuestros programas”, afirmó el director de la división de Economía, Alejandro López Feldman.

La de Administración Pública es una de las divisiones fundadoras que, según su director, David Arellano Gault, ha crecido de manera significativa los últimos años y que cuenta con 18 profesores investigadores. Tiene a su cargo la maestría de Administración en Políticas Públicas que va a cumplir más de 30 años y un doctorado en Políticas Públicas que comparte con la división de Economía, además de la maestría en Gerencia Pública de carácter profesional, que nació hace tres años.

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“La división de Estudios Políticos se ha convertido en un referente en la academia de Estados Unidos, Europa y América Latina, sobre todo en el campo del análisis institucional. En el caso de Estudios Históricos, que inició con Jean Meyer, se ha ido consolidando como una división que ahora tiene una oferta docente sobre historia internacional. En cada ámbito, en términos transversales, todas las divisiones han logrado traer e incorporar nuevas perspectivas de análisis, fortalecer otras y ser un vínculo de comunicación con América Latina y el resto del mundo”, explicó la investigadora Alejandra Ríos.

Estudiantes

El CIDE ofrece 11 programas docentes: cuatro licenciaturas y siete posgrados que pertenecen al Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). A la fecha, tiene un total de 514 alumnos matriculados que pasaron por un proceso riguroso de selección.

“La filosofía que orienta el reclutamiento del CIDE es que cualquier estudiante, sin importar su origen socioeconómico, que tenga la capacidad, el mérito, el talento, para cursar sus estudios aquí, lo debe poder hacer. Para ello tenemos un conjunto de herramientas que nos permiten facilitar este proceso, que van desde los instrumentos de selección hasta los apoyos financieros educativos que se le otorgan a los alumnos”, comentó López Ayllón.

Una de las características de este centro de investigación, explicó David Arellano, es una docencia muy selectiva y rigurosa, con programas de tiempo completo que aceptan solamente alrededor del 10 por ciento de los solicitantes, con un primer filtro que son los exámenes de admisión.

“Los programas han sido muy exitosos en la formación de alumnos, no solo porque lo digamos nosotros sino porque al salir ellos experimentan una gran demanda en el mercado laboral, tanto en la licenciatura de Economía como en la maestría. Nos llegan muchas más solicitudes de empleo que alumnos que tenemos buscando trabajo. En cuanto salen encuentran trabajo y quienes están haciendo estudios de posgrado van a estudiar a los lugares top en economía”, afirmó Alejandro López Feldman.

En términos de docencia, explicó la investigadora Alejandra Ríos, el CIDE tiene ciertas características: es una escuela con un ingreso limitado porque privilegia el mérito, y es una institución que no tiene miedo a experimentar con nuevas prácticas docentes y programas. Para la profesora, con seis años de trayectoria como docente pero 20 años viendo su transformación, resulta determinante para la formación de los egresados el estrecho vínculo que se establece con los profesores, el cual es muy fuerte y genera un ámbito de diálogo y comunidad.

Hacia el futuro

Para Sergio López Ayllón, quien lleva año y medio al frente de la institución, el CIDE tiene varios retos: “Diría que el principal es cómo ir transitando a una investigación que es cada vez más interdisciplinaria, sin abandonar el modelo tradicional disciplinar”.

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Asegura que los objetos de conocimiento requieren hoy cada vez más de la interdisciplina en cualquier campo y es una tendencia no sólo de México, sino de las grandes universidades del mundo.

“Hay una trasformación paulatina hacia este tipo de productos que ya no son resultado de la actividad individual y solitaria de un investigador, sino más bien de grupos de investigación en el que concurren diferentes disciplinas”, explicó el director.

Otro reto importante es toda la transformación que conlleva las tecnologías de la información, el acceso a mayor cantidad de datos y cómo utilizar esos datos de manera más significativa para el análisis. En este sentido, un proyecto importante del CIDE es haber ganado el concurso para establecer el Laboratorio Nacional de Política Pública, teniendo como antecedente el Banco para la Información Aplicada en Ciencias Sociales y que les permitirá poder utilizar de manera rigurosa el uso de datos.

Otro desafío, dijo López Ayllón, es cómo interactuar y vincularse con los centros de investigación. Por ello, en su subsede Región Centro ubicada en Aguascalientes, que fue creada en 2011, están integrando un consorcio que va a reunir a cuatro centros de investigación: Centro de Investigación en Geografía y Geomática (Centrogeo), el Fondo de Información y Documentación para la Industria (Infotec), el Centro de Investigación en Matemáticas (Cimat) y el propio CIDE.

“En este consorcio, cada uno aportará sus especialidades para empezar a producir nuevos modelos de formación de enseñanza y productos de investigación que ya contengan este sello, no solo en ciencias sociales sino en interacción con otras disciplinas. Ya estamos trabajando, está en ruta y se formalizará el siguiente año”, explicó el director.

Además, comentó que se tiene como propósito que el conocimiento que se genere en el CIDE tenga utilidad social y para eso mantienen una vinculación estrecha con instituciones gubernamentales públicas, federales, estatales y municipales, pero también para contribuir al debate público con los resultados de las investigaciones, con el conocimiento que se genera y con la opinión informada de los expertos.

“El reto del CIDE es cómo contribuir, desde nuestra especificidad, a entender los problemas que hay en la sociedad y encontrar soluciones, advirtiendo que los profesores del CIDE no son los tomadores de decisión, no son los políticos, no son los funcionarios ni están preparados para hacerlo. La carrera académica tiene una especificidad y nosotros desde ella podemos contribuir”, expresó López Ayllón.

Para el director, la otra función y reto de un centro como el CIDE es también la crítica, en su sentido más amplio y que tiene variados recibimientos: “A veces se recibe muy bien, a veces mal, pero es el espacio y también parte de la autonomía que tenemos como centro; autonomía que hay que reconocer como centro público, que tenemos un gran margen de libertad académica para investigar, para opinar, para informar, y que son los valores que hay que preservar”.

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¡A celebrar!

Para Sergio López Ayllón, estar al frente del CIDE es un privilegio y una responsabilidad. Con un doctorado en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), opinó que la función de un director es facilitar y encauzar los proyectos que realizan los investigadores.

“Un director no es como un director de orquesta que conduce, es más bien un gran facilitador de proyectos, de las asociaciones, de las sinergias y procesos que se van dando al interior de la institución. Es un mediador que facilita la acción y es un líder en el sentido de que estimula la creatividad y la actividad de los colegas. Al director le toca administrar los recursos, como asegurar que lleguen a todos los rincones para que los profesores tengan igualdad de condiciones para desarrollar sus proyectos. En realidad, el privilegio deriva de la confianza de la comunidad, de haber pensado que yo lo puedo hacer, pero la responsabilidad es correlativa, pues el CIDE se maneja con gran colegiación”, expresó el funcionario.

A 40 años de haberse fundado y con un año y medio al frente, Sergio López Ayllón aseguró que hay diversas razones para celebrar a la institución: “Tenemos que celebrar tres cosas: el gran número de egresados que comparten los valores del CIDE y que hoy están en la vida pública en diferentes posiciones. Celebrar que ofrecemos los mejores programas de licenciatura y posgrado en el país. Celebrar que el CIDE ha estado presente, ha impulsado y ha hecho aportaciones importantes en algunos de los temas centrales en la agenda pública a lo largo de estos 40 años y, particularmente en los últimos 15 años, ha tenido una gran presencia en el debate público, en la propuesta de ideas y en la elaboración de leyes”.

Para su titular, el CIDE es una comunidad activa, viva, plural, diversa, exigente, con una buena composición demográfica, y que se encuentra en un momento en el que, si mantiene el nivel de rigor y exigencia, va a seguir dando buenas cuentas de lo que hace, y que se puede enriquecer todavía más con jóvenes que se incorporan en esa misma lógica.

En medio de esta conmemoración, el CIDE ha festejado a lo largo de este mes –y continúan los eventos–, con un conjunto de seminarios, conferencias y más de 100 actividades académicas vinculadas con las redes internacionales a las que pertenece.

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