‘Los estudiantes que compartimos’, análisis de la fuerza académica en la frontera norte
Por Ana Luisa Guerrero
Ciudad de México. 23 de junio de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Los procesos migratorios entre México y Estados Unidos impactan en diversas áreas de la vida social, una de ellas es la educación. En el territorio fronterizo hay estudiantes que pueden ser un importante factor para la economía de ambos países.
Con el propósito de detectar a este capital humano, se realizó la investigación Los estudiantes que compartimos: una prioridad para el desarrollo de la fuerza laboral transfronteriza, realizada por El Colegio de la Frontera Norte (Colef), la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) y el Mexican Migration Field Research Project, de la Universidad de California en San Diego, que arrojó importantes resultados sobre educación y el desarrollo de la fuerza laboral.
El doctor Maximino Matus Ruiz, responsable del proyecto por El Colef, explicó que a través de cinco mil 500 cuestionarios aplicados a alumnos que cursan el tercer año de secundaria y el primer año de preparatoria en Tijuana y su equivalente en San Diego, Estados Unidos, así como la realización de entrevistas a profundidad a estudiantes, profesores y directores, recopilaron información cuantitativa y cualitativa sobre su educación y aspiraciones profesionales.
El estudio, además de conocer la situación que prevalece en ese grupo de la población en esa región transfronteriza, plantea dotar de información a los encargados de elaborar políticas púbicas en la materia, tanto en Baja California como en California.
El investigador del programa Cátedras Conacyt para Jóvenes Investigadores adscrito a ese centro público de investigación detalló que la intención es contribuir a dilucidar el problema de transnacionalidad en términos educativos para estos jóvenes, pues en la actualidad en lugar de ser una ventaja es visto como un factor negativo.
“Para ellos esta situación de transnacionalidad representa un problema en términos educativos, y esto nos parece sumamente restrictivo porque son jóvenes que a futuro serán la fuerza laboral que haga que esta región transfronteriza alcance niveles más altos de competitividad, porque son personas bilingües, educados en dos sistemas educativos y con múltiples capacidades. En general, esta población podría apoyar la economía y generar conocimiento”, señaló.
Resultados preliminares
Doctor en sociología del desarrollo rural por la Universidad de Wageningen, en Holanda, Matus Ruiz detalló que entre los datos preliminares del estudio —con la valoración de más de tres mil cuestionarios— han identificado ventajas competitivas de estos estudiantes.
De ellos, 71 por ciento es bilingüe al hablar inglés y español; en el caso de las secundarias públicas de Tijuana, 62 por ciento habla inglés, 57 por ciento ha cruzado la frontera y 24 por ciento ha vivido del otro lado de la frontera; 31 por ciento se identifica como mexicoamericano, 77 por ciento tiene amigos del otro lado de la frontera, ya sea mexicana o estadounidense; 42 por ciento de esta población considera que su futuro es internacional, en el caso de los estudiantes mexicanos desean estudiar la preparatoria o la universidad en Estados Unidos.
“Encontramos datos que nos dejan ver sus aspiraciones educativas o profesionales; por ejemplo, 45 por ciento considera que podría dejar de estudiar por cuestiones económicas, además de que la mitad de estos jóvenes no sabe a qué universidad irá, pues aunque tiene la intención de estudiar no recibe información correcta en las instituciones sobre las opciones ni del proceso para alcanzar ese grado de educación”, indicó.
Un dato interesante que plantean estos primeros resultados es que los estudiantes consultados consideran que la educación que se les está dando es relativamente buena, debido a que 73 por ciento confía en que sus maestros y consejeros tienen la mejor información sobre carreras; es decir, depositan su confianza en ellos y esto es un mensaje importante para los sistemas educativos de ambos países.
Metodología
La investigación se realizó con la participación de la maestra Melissa Floca, directora del Centro de Estudios Comparativos de la Migración (también conocido como Centro de Estudios México-Estados Unidos) de la Universidad de California en San Diego, y de la doctora Ana Bárbara Mungaray, de la UABC. Además del apoyo de la Iniciativa México de la Universidad de California a través del área de educación coordinada por la doctora Patricia Gándara, de la Universidad de California en Los Ángeles.
Se aplicaron cinco mil 500 cuestionarios a estudiantes que tuvieran uno o dos padres mexicanos, y que nacieron en México o en Estados Unidos, de 65 diferentes instituciones en Tijuana y el sur de San Diego.
La encuesta contenía 92 reactivos que permitieran conocer datos acerca de su vida transnacional, con la intención de generar un índice al respecto, por ejemplo, qué tantas veces está en contacto con gente del otro lado de la frontera, con qué frecuencia la han cruzado y cuántas veces han cambiado de escuela entre las fronteras, con el propósito de construir un índice de transnacionalidad.
“Preguntamos también sobre su vida, es decir, cómo los tratan los maestros y los demás alumnos; a qué problemas se enfrentan y cómo ven el futuro, si están esperanzados y si consideran que pueden ir a la universidad o encontrar un buen trabajo”, detalló.
Matus Ruiz, quien es integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel I, aseveró que el proyecto ha sido posible gracias a la participación de estudiantes con enfoques interdisciplinarios de licenciatura y posgrado integrados al Programa de Investigación de Campo sobre la Migración Mexicana (MMFRP, por sus siglas en inglés), que fue fundado por el doctor Wayne Cornelius hace una década, con el objetivo de formar estudiantes de ambos países en investigación con un enfoque de migración internacional y recopilar datos cuantitativos y cualitativos sistemáticamente de comunidades transnacionales mexicanas.
Es así que mediante trabajo de aula y de campo, los estudiantes desarrollaron sus habilidades de recolección y análisis de datos utilizando métodos de investigación de las ciencias sociales.
Trabajo en conjunto
Los resultados preliminares del estudio se presentaron recientemente en la sede de la UABC, con el propósito de que a partir de su difusión pública se genere conciencia al respecto.
Y es que se pretende sirva como punto de arranque para crear una agenda de interés entre múltiples actores que deseen involucrarse en dar solución a esta problemática que no está atendiéndose.
“Consideramos que la solución debe ser binacional y quizá no pensar en grandes reformas educativas, sino ir a estrategias más prácticas, como hacer currículos que tomen en cuenta a esta población; preparar mejor a los maestros en inglés o hacer propuestas pedagógicas binacionales donde maestros de México y Estados Unidos se formen para atender a este tipo de población”, concluyó.
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