Investigación para la explotación y conservación de las especies forestales
Por Hugo Valencia Juliao
Ciudad de México. 14 de noviembre de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Con el fin de incrementar la productividad de la plantación comercial de diferentes tipos de árboles, científicos mexicanos realizan investigación alrededor del mejoramiento genético y establecimiento de huertos semilleros de árboles como el cedro y el pino.
Esto es posible en parte a la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), que trabajan en conjunto en el Fondo Sectorial para la Investigación, Desarrollo e Innovación Tecnológica Forestal.
Una de las demandas específicas del sector es el establecimiento de huertos semilleros asexuales con evaluación de ensayos de progenies, así como su propuesta de conversión a huertos semilleros sexuales, por región y especies forestales.
Uno de los procedimientos más sencillos para iniciar un programa de mejora es a través de la selección de árboles fenotípicamente superiores en poblaciones naturales o plantaciones adultas, según se establece en las demandas específicas del Fondo Sectorial para la Investigación, el Desarrollo y la Innovación Tecnológica Forestal.
El doctor Jesús Vargas Hernández, profesor investigador en el posgrado de ciencias forestales dentro del Colegio de Postgraduados (Colpos), explicó que es un tema de especial relevancia en el país para hacer el sector forestal más productivo.
Vargas Hernández, quien es doctor en genética forestal por parte de la Universidad Estatal de Oregon en Estados Unidos, aseguró que algunas de las ventajas a largo plazo de estos proyectos son el incremento volumétrico en madera, el aumento de resistencia de los árboles contra múltiples factores y el mejoramiento de la calidad de la madera.
“Estas investigaciones tienen mucho sentido debido a que se hacen con especies comerciales y que cubren varias regiones del país”, explicó el profesor investigador del Colpos.
La investigación que encabeza tiene como objetivo el establecimiento de huertos semilleros asexuales y ensayos de progenie de Pinus pseudostrobus.
Según detalló, esta especie tiene un enorme potencial para establecerse en plantaciones comerciales. “En los últimos años se ha empezado a mostrar un fuerte interés por este tipo de plantaciones debido a la calidad de la madera y a la velocidad de crecimiento”, indicó el especialista en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt.
Explicó que esta especie de pino se utiliza mucho en programas de reforestación ecológica debido a sus diferentes ecotipos que están adaptados a diferentes ambientes en diversas regiones.
Sin embargo, aseguró que muchas veces no se toma en cuenta el tipo o calidad de semilla que se utiliza, lo que resulta en una baja productividad o deriva en que no se aproveche todo el potencial de la semilla.
“Si estamos hablando de programas de reforestación ecológica, el problema radica en que puede haber una elevada mortalidad dado que la semilla que se utilizó fue recolectada en diferentes ambientes u otros tipos de suelos”.
La investigación está en una fase inicial por lo que actualmente investigan la variabilidad genética y ecológica de la especie con la que se va a trabajar. Es decir, están identificando las variedades y su correlación adaptativa con las regiones.
A favor de la conservación
El científico reconoció que en el país hay muy poca investigación respecto a los recursos genéticos forestales, por lo que una de las intenciones a mediano y largo plazo no es solo hacerlos más eficientes para su explotación sino conservarlos y multiplicarlos.
“Esto va a repercutir en una mayor resistencia de la especie a condiciones ambientales diferentes y así también se garantiza que los recursos permanezcan”, agregó.
Lo que buscan al margen de aumentar la productividad, es que las poblaciones naturales de árboles no desaparezcan, ya que muchas de estas han ido desapareciendo por cambios en el suelo y problemas de deforestación.
De acuerdo con información de la primera base de datos global de árboles en el mundo hecha por Botanics Gardens Conservation International (BGCI), alrededor de nueve mil 600 especies de árboles en todo el mundo están en peligro de extinción.
De estas casi 10 mil especies, 300 están especialmente en riesgo pues solo se han detectado menos de 50 unidades que aún existen por cada especie. La BGCI dijo que con esta base de datos lo que se pretende es alertar a todas las organizaciones en el mundo para implementar medidas efectivas que promuevan la conservación de las especies forestales amenazadas.
“Muchos de estos recursos se han estado perdiendo, durante esta investigación hemos encontrado algunas poblaciones que ya están en bastante riesgo”, explicó el investigador mexicano.
Este tipo de proyectos a mediano y largo plazo van orientados a poder conservar y tener un acervo genético de las diferentes especies forestales en toda su área de distribución natural.
“Parte de la idea del proyecto está en que algunos ejemplares se lleven a bancos de conservación”, aseguró Vargas Hernández.
Mejores árboles
Los efectos en la mejora de los árboles son muy variados dependiendo los diferentes factores asociados. Estos factores están interrelacionados con la especie de árbol con que se esté trabajando.
Para el investigador José Vidal Cob Uicab, del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) que realiza la misma investigación pero en la especie Cedrela odorata o cedro rojo, los efectos se dan a una diferente escala de tiempo, “el proceso de mejoramiento genético, principalmente en especies forestales, es un proceso gradual y lento”.
Explicó que es un proceso lento porque las especies forestales tienen ciclos de crecimiento relativamente lentos, porque la mayoría son muy longevas. En este tipo de investigaciones se habla en términos de generaciones.
“Para completar una generación se puede tardar 10, 15, 20 años o más. El enfoque que se hace en la selección de los árboles es que se incluyan varias características a la vez como velocidad de crecimiento y rectitud, que va asociada a mayor calidad en la madera”, enumeró.
Asimismo, también buscan aspectos importantes como la densidad de la madera y la ramificación, es decir, cómo el uso de la especie va encaminado a que sean plantaciones maderables. “El objetivo es mejorar tanto la calidad como la cantidad de la madera que se produce”, agregó el doctor en biotecnología forestal por la Universidad Austral de Chile.
Procedimientos
En este tipo de investigaciones el primer paso se logra con la selección individual de los árboles fenotípicamente superiores, esto se da a través de la identificación de los individuos en el campo.
“Se establecen dos métodos: el asexual y el método de propagación vía injerto, mediante la técnica escudeto lateral. Esto a su vez es posible gracias a la recolección de algunas partes vegetativas de los árboles fenotípicamente superiores”, agregó el doctor Cob Uicab.
El procedimiento de mejoramiento se da a través de ensayos de descendencia del cruzamiento entre los progenitores masculinos y femeninos, que se manifiesta en determinadas relaciones genotípicas y fenotípicas.
En esta investigación en particular con Cedrela odorata, el INIFAP colabora con el Centro Nacional de Recursos Genéticos, para que a partir del cultivo de tejidos se realice un proceso de propagación in vitro.
Desde su perspectiva, este tipo de proyectos conforma aspectos clave para mejorar la economía de ciertas regiones del país al ofrecer a los plantadores material de calidad, probado mediante análisis estadísticos.
“Les vamos a poder ofrecer un producto de origen conocido con potencial genético, con características fenotípicamente superiores y con respaldo”, aseguró José Vidal Cob.
El proyecto a cargo del doctor Cob Uicab tiene una vida útil de cinco años. “Entre las actividades que ya se han realizado se encuentra el mapa de distribución natural del árbol en cuestión, además de la evaluación y selección de los árboles en campo”, declaró.
Lo que sigue es la generación de planta en vivero, a través de la recolección de las semillas que ya fueron seleccionadas en el campo.
En la etapa dos, que inició en el tercer cuatrimestre de este año, se contempla la realización de los injertos, y en el próximo año se realizarán los ensayos de progenies.
Estas investigaciones son pioneras en México al buscar establecer mejoras en las plantaciones comerciales maderables.
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