DAFNA: Huracanes en la memoria
Por Marytere Narváez
Mérida, Yucatán. 15 de octubre de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- A trece años de que el huracán Isidoro inundara el sur del estado de Yucatán, abatiera la zona costera y devastara la ciudad de Mérida causando daños estimados en 737 millones de dólares, de acuerdo con el Segundo Informe de Gobierno de 2005, la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady) realizó el Primer Simposio sobre Desastres Asociados a Fenómenos Naturales y Antrópicos (DAFNA), en memoria del desastre ocurrido el 27 de septiembre de 2002.
El evento fue organizado por los cuerpos académicos de Estudios Socioculturales y Comunicación, Cultura y Sociedad de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Uady, en conjunto con la Red de Desastres Asociados a Fenómenos Hidrometeorológicos y Climáticos (Redesclim, Conacyt).
"El objetivo es rescatar de la memoria este hecho desagradable que sumió de tristeza a la gente y que por ese motivo tiende a ser olvidado; tenemos que reconocer que nosotros
vivimos en una región que está expuesta a este tipo de amenazas. Los huracanes no son hechos extraordinarios ni que ocurren de vez en cuando, son hechos que siempre van a ocurrir, la historia y la arqueología lo demuestran, podemos observar que los últimos desastres que ocurrieron en la región tienen que ver estrictamente con huracanes", comentó en entrevista Gabriel Angelotti Pasteur, uno de los principales organizadores del evento.Angelotti Pasteur, miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y profesor investigador en la Uady, señaló que también se busca sensibilizar a la opinión pública para generar las posibilidades de difundir el tema y desarrollar un lenguaje técnico apropiado, así como conjuntar trabajos que se realizan de forma dispersa para que haya un intercambio de perspectivas entre colegas investigadores de distintas disciplinas para llevar a cabo actividades que se complementen. El simposio contó con ponencias de geógrafos, demógrafos, antropólogos, historiadores, arqueólogos y estudiantes de diversas ciencias sociales, lo que indica el carácter multifactorial que tienen los desastres.
"No se había dado oportunidad de otro tipo de encuentro en México y ahora hablamos de la posibilidad de poder repetirlo en otra localidad para que sigamos exponiendo los productos de nuestras investigaciones", comentó el organizador.
Iniciativa
Angelotti Pasteur explicó que la idea del simposio surgió a partir de la producción de trabajos de investigación en torno a la problemática por parte de profesores investigadores y estudiantes de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Uady. Durante un año realizó un trabajo de recopilación de proyectos a nivel nacional para integrarlos en una propuesta que finalmente fue presentada ante Redesclim, que financió su realización. Isidoro fue el último huracán que afectó directamente Yucatán, por lo que los organizadores decidieron realizar el evento en la flecha emblemática del desastre.
Redesclim está integrada por mas de 100 investigadores de todas las universidades del país y mediante esta convergen geógrafos, biólogos, matemáticos, físicos, meteorólogos, antropólogos, sociólogos y demógrafos para trabajar de manera multidisciplinaria temas relacionados con desastres con el fin de divulgar las investigaciones en el ámbito social.
"Estamos generando sinergia en los proyectos y publicaciones, como antropólogos podemos estudiar esos eventos con una mirada más social que nos permita entender qué es lo que está detrás del impacto físico de los desastres, que además están ocurriendo de manera más recurrente y se están volviendo más costosos en términos económicos, por lo que resulta urgente hacer más investigación", comentó Raymundo Padilla Lozoya, miembro de Redesclim.
Ponencias
A lo largo de las diversas ponencias presentadas y los testimonios en primera persona de afectados directos, se realizó un recuento general de los últimos huracanes ocurridos en la península y su relación con desastres ocurridos a nivel nacional.
Entre los problemas observados de manera común, se rescató el papel de los medios de comunicación y su manejo inadecuado de la información preventiva. Isidoro apareció en los medios dos días antes de que ocurriera el evento, e incluso el mismo día que impactó en la región, fueron publicados en periódicos mapas meteorológicos que aseguraban que no llegaría.
"Se coincidió un poco en que hubo un manejo inadecuado de la información y esas son tareas que tenemos que solucionar, pues tiene que haber una profesionalización del sistema de protección civil", comentó el antropólogo de la Uady.
Los integrantes de la radiodifusora XEPET "La voz de los mayas" expusieron la forma en la que pudieron difundir información a nivel regional durante Isidoro, siendo la única radio que sobrevivió al huracán. Normalmente las ondas de la radiodifusora no pueden sintonizarse en la ciudad de Mérida debido al bloqueo de las estaciones comerciales, pero estas cesaron sus funciones durante el huracán.
En la jornada se presentaron trabajos empíricos de arqueología del desastre, turismo en el Caribe, resiliencia de zonas costeras, documentales científicos y actividades lúdicas de divulgación.
Huracanes en México
Raymundo Padilla Lozoya, doctor en antropología por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) sede Distrito Federal, se ha dedicado desde hace trece años al estudio histórico de desastres asociados fundamentalmente con huracanes.
Sus proyectos principales son Prensa y procesos de desastre en el estado de Colima en el siglo XX y Huracanes en la historia de México, memoria y catálogo, que contó con el apoyo de Ciencia Básica de Conacyt. En el segundo se recuperaron registros de huracanes reportados en México desde el siglo XV hasta 1999 en los estados del golfo, la península, el Pacífico Sur, Jalisco y Colima.
Con el financiamiento del Inter-American Institute for Global Change Research, el investigador estudió el impacto de huracanes en el Pacífico Occidental, con lo que realizó búsqueda de los registros en Sonora, Sinaloa, Nayarit y Baja California de 2012 a 2014. Con ambos proyectos se complementó la base de datos del reporte de huracanes desde el siglo XV hasta nuestros días.
"Además de la desilusión del evento físico, cada uno de esos eventos tiene lo que nosotros llamamos estrategias adaptativas, es decir, las maneras como las distintas sociedades a lo largo de la historia han enfrentado los huracanes, cómo van cambiando los sistemas constructivos —de zacate pasan a madera, de madera a concreto, de madera a adobe, por ejemplo— y también cómo la sociedad va representando las amenazas, y para conocerlo hemos desarrollado este trabajo de manera interdisciplinaria con oceanólogos, físicos e investigadores de las ciencias sociales", comentó en entrevista Padilla Lozoya.
En su ponencia, el investigador habló de la evidencia histórica de objetos y expresiones culturales materializadas que transportan al presente el recuerdo de un desastre, y rememoró los fenómenos ocurridos en una localidad de Jalisco que fue parte de una empresa papelera de gran importancia durante la segunda mitad del siglo XX, y en Minatitlán, Colima, que fue arrasado en 1958.
En 2015 las viviendas de Minatitlán fueron arrasadas por el desastre, pero no se han desarrollado infraestructuras de contención ni acciones preventivas determinantes para evitar que vuelva a repetirse un desastre similar, según los trabajos presentados.
"Se trata de propiciar que se generen estos vehículos de la memoria, estos objetos con carga del pasado para que la sociedad visibilice lo que ha ocurrido en cada lugar, pues en caso contrario la sociedad intenta borrar todo recuerdo del desastre, toda evidencia de lo que pasó, lo produce una falsa creencia de seguridad y de ausencia de acciones preventivas", apuntó el investigador.
Monumentos, esculturas en la vía pública, calles con nombres de desastres son algunas de las propuestas para recordar a la gente que estos fenómenos existen, de manera que puedan tener una aplicación práctica y que incidan en las políticas públicas.
Percepción social de huracanes: castigo divino
Angelotti Pasteur presentó el estudio del impacto que produjo Isidoro en la región desde diversas perspectivas, entre las que destacan los resultados de la percepción de la gente de Yucatán respecto al huracán Isidoro y los desastres en general.
"Esto surge a consecuencia de un estudio que hizo un grupo de investigadores del Centro de Investigaciones Regionales Hideyo Noguchi (CIR-Uady), que inmediatamente tras el paso del huracán trabajaron con un grupo de personas mayores de 60 años de las Comisarías de Mérida que consideraban que el huracán Isidoro había sido producto de la obra o del castigo de dios", señaló.
Tras la aplicación de encuestas a 300 personas de distintas localidades, se encontró que 25 por ciento de las personas cree que el huracán fue obra de dios, 35 por ciento considera que fue provocado por las acciones de los humanos y el resto lo atribuía a causas naturales.
"Ese es un dato revelador porque a partir de este conocimiento se pueden emprender políticas públicas o el desarrollo de sistema educativo", apuntó el investigador.
Vulnerabilidad social y desastres
Desde la perspectiva de género se presentaron los trabajos de Laura Libertad Chávez Rodríguez, investigadora del CIESAS Unidad Noreste, y María Teresa Munguía Gil, investigadora de la Uady.
Chávez Rodríguez presentó en el simposio el resultado de un estudio de caso sobre el huracán Isidoro, realizado entre 2008 y 2009 en la costa de Yucatán. El estudio contó con el apoyo de una beca Conacyt para doctorado y aborda el significado del género en la vulnerabilidad social tras el paso de desastres naturales, así como las variables socioeconómicas, de edad, de clase, de salud mental y física y de condición de etnia.
Entre los resultados se encontró que no todas las mujeres son vulnerables, sino que tanto hombres y mujeres pueden serlo y su papel cambia en las distintas etapas del desarrollo del fenómeno. La investigadora señaló que los trabajos presentados pueden ayudar a comprender mejor las acciones de reducción de riesgos de desastres e influir en las políticas sobre el cambio climático.
"La idea es que esto sirva para que se consideren ciertos grupos como mayormente vulnerables, como son las madres de niños con capacidades diferentes, los adultos mayores y particularmente mujeres mayas en condiciones de pobreza, pues en estos grupos se van combinando las desventajas", comentó la investigadora.
Contacto con las autoridades
Acercar los estudios académicos a las instituciones del estado fue una de las necesidades comentadas entre los investigadores de desastres. El anonimato de los funcionarios que cambian en cada administración y la falta de profesionales capacitados técnicamente en las políticas públicas son algunas condiciones que dificultan esta tarea, según el antropólogo Angelotti Pasteur.
Padilla Lozoya señaló que en los años setenta los antropólogos que realizaban estudios sobre desastres eran tan pocos que se conocían entre todos; mientras que ahora es difícil conocerlos a todos debido a la gran cantidad. Sin embargo, en lugar de que esto contribuya a la disminución de los desastres ocurridos, se observa que en realidad han ido aumentando.
"Si tenemos mucha investigación sobre desastres se supone que ya deberíamos haber identificado las causas que los producen y eso ayudaría a reducir la cantidad, el problema es que no hay una comunicación tan clara entre quienes investigan y quienes desarrollan políticas; ahí es donde tenemos una labor importante, y este simposio es una oportunidad para que nuestros trabajos lleguen a ellos y podamos generar el diálogo", comentó Padilla Lozoya.
Hoy 15 de octubre se realizará una reunión de todos los miembros de Redesclim en Veracruz, donde se espera diseñar un calendario a corto plazo para generar un plan de acercamiento con las autoridades de cada región.
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