Validarán usos medicinales del árbol de neem en Colima
Por Amelia Gutiérrez Solís
Coquimatlán, Colima. 23 de agosto de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Investigadores de la Universidad de Colima (Ucol) estudian plantas medicinales para conocer si las especies que está empleando la población tienen el efecto que se les atribuye, cuáles son los posibles componentes activos y si se pueden aislar para optimizarse químicamente y mejorar su eficacia farmacológica.
“Las investigaciones se desarrollan con el fin de sustentar desde el punto de vista químico el porqué algunas plantas, como el árbol de neem o nim (Azadirachta indica), presentan efectos farmacológicos y detectar las potenciales aplicaciones que puedan servir para el diseño de nuevos medicamentos”, señaló la doctora en química por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Hortensia Parra Delgado.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, la profesora investigadora de la Facultad de Ciencias Químicas de la Ucol dijo que las personas con diabetes en Colima recurren frecuentemente al árbol de neem, especie recientemente introducida en Colima, pero que ha sido empleada con fines medicinales por siglos en la India.
El neem se consume como remedio herbolario en diversas presentaciones, por ejemplo, como infusión preparada con planta fresca, como gotas que se diluyen previo a su uso y también existen en el mercado cápsulas que contienen alguna parte de la planta molida —dependiendo del uso es la parte empleada.
“Los efectos que se le atribuyen al neem son diversos y dependen de la parte empleada de la planta, por ejemplo, antibacterianos, hipoglucemiantes y anticancerosos, entre otros. Algunas formulaciones a base de neem se han usado incluso como espermaticidas. También sus semillas contienen compuestos con efectos antialimentarios alternativos al uso de insecticidas sintéticos en cultivos”, explicó la especialista en química y farmacología de compuestos de origen natural.
Compuestos clave
Sin embargo, considerando que los componentes bioactivos o su cantidad en la planta se pueden modificar dependiendo de las condiciones ambientales, Parra Delgado se cuestiona si las personas que consumen el neem —en Colima— para controlar la diabetes realmente están consumiendo los mismos compuestos a los que se les atribuye la actividad o si dependiendo de la zona geográfica estos componentes varían y, por ende, el efecto farmacológico.
Por ello, se le da a esta especie un seguimiento de calidad desde hace tres años para determinar si el neem que es cultivado y comercializado en Colima puede ser empleado para el desarrollo de productos farmacéuticos que sean eficaces y que cumplan la normatividad mexicana.
Expuso que se han efectuado colectas de la planta en los municipios de Colima, Tecomán, Minatitlán, Coquimatlán, Manzanillo y Comala. También se generó un método analítico para realizar el análisis de los componentes que se encuentran en la planta y determinar si estos son los mismos que se han dado a conocer por medio de las investigaciones en diferentes países.
“Encontramos compuestos clave, de tipo triterpeno, que se presentan en las hojas y los empleamos como marcadores. Posteriormente, analizamos cómo cambia su concentración en las diferentes zonas del estado. Además estudiamos componentes que pudieran originar efectos adversos, con el fin de que nuestras investigaciones permitan informar a la población de los riesgos asociados al uso de la especie”, detalló sobre este estudio.
Así, es importante el estudio de las plantas con antecedentes etnomédicos o medicinales que usa la población porque, por un lado, se pueden descubrir nuevos agentes bioactivos con aplicación en medicina, pero también se puede detectar si hubiera algún riesgo en su consumo, finalizó Parra Delgado.
Dra. Hortensia Parra Delgado |
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