Representaciones sociales e investigación feminista
Por Marytere Narváez
Mérida, Yucatán. 21 de diciembre de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- En 2010 un grupo de investigadoras feministas adscritas a diversas universidades y centros de investigación científica en México y Latinoamérica se dieron a la tarea de publicar el libro “Investigación feminista: Epistemología, metodología y representaciones sociales" obra que reúne diversos temas, metodologías y herramientas de investigación para avanzar en la reflexión epistémica que articula el feminismo y las ciencias sociales.
“Este grupo de científicas sociales hoy consolidadas, asumimos la perspectiva del feminismo desde nuestra formación como una visión política y un posicionamiento ético frente a la realidad que nos conduce a la afirmación de que la equidad e igualdad son dos procesos fundamentales para llegar a una sociedad justa”, señaló Fátima Flores Palacios, investigadora titular de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt.
El libro está dividido en tres secciones. En la primera parte se aborda la epistemología feminista, su desarrollo y debate en la ciencia, mientras que en la segunda se exponen las diversas metodologías y herramientas que hacen posible integrar un análisis con perspectiva de género.
“En la tercera parte del libro, de igual manera, exponemos la importancia que tiene el integrar teorías que permitan analizar los procesos sociales de la cultura desde un posicionamiento dinámico para estudiar y reportar las diferencias que se han convertido a lo largo de la historia en inequidades", expresó.
En este apartado del libro se desarrollan algunas categorías centrales de la teoría de las representaciones sociales que son factibles de utilizar en los estudios de género, aportando explicaciones desde la realidad que se construye en los procesos simbólicos.
Representaciones sociales
Fátima Flores, adscrita al Centro Peninsular en Humanidades y en Ciencias Sociales (CEPHCIS) de la UNAM, ha dedicado 30 años de su trayectoria académica al estudio de las representaciones sociales y su entrecruce con la categoría de género, la vulnerabilidad social y la salud.
De acuerdo con la investigadora, la teoría de las representaciones sociales apunta a un proceso en el que el ser humano es considerado capaz de construir y reconstruir sus propios pensamientos a partir de la interacción social.
La teoría de las representaciones sociales surgió en Francia en la década de 1960 a partir del trabajo del psicólogo social Serge Moscovici, cuya propuesta demostró la importancia de las representaciones sociales como proceso en el que las personas y las diferentes culturas integran sistemas de símbolos y significados para construir un mapa cognitivo a partir del cual dotan de sentido a la realidad, y a todo su proceso de interacción en la cultura.
Para la investigadora, entender cómo se construye una representación social permite a la ciencia reconocer que la experiencia vivida y el sentido común también forman parte del bagaje de conocimientos de las poblaciones.
“Para que nosotros, desde la ciencia, podamos tener una materia prima para trabajar en categorías conceptuales y generar nuevas herramientas que nos permitan avanzar en el conocimiento y en el sentir de la población, con el fin de que sea un conocimiento que tenga una correlación desde la realidad que ellos construyen cotidianamente”, apuntó.
Perspectiva epistemológica del feminismo, un nuevo paradigma
La epistemología del feminismo se planteó como un paradigma que rompe con el funcionalismo de la ciencias clásicas y las formas en que se demostraba la veracidad del conocimiento y del saber. “Además de reconocer la importancia de la multidisciplina y lo transdisciplinario”, apuntó Flores Palacios.
Esta epistemología resalta la necesidad interdisciplinaria de diálogo, de la generación y traslación de métodos de investigación de una disciplina a otra. “Planteamos como muy importante el hecho de que la realidad finalmente se construye, está en el momento en que se practica, y la experiencia vivida genera estos conocimientos”.
Busca recuperar el significado social de la realidad a partir de la experiencia de las mujeres, los hombres y todos los actores sociales que la conforman a partir de un proceso dialéctico como proceso de construcción.
“También recupera muchas de las propuestas que incluso hoy están planteadas en las disciplinas del conocimiento social incluyente, a partir de una visión mucho más centrada en la perspectiva de la equidad y la igualdad del ser humano. Y, sobre todo, plantea una ética del proyecto humano de liberación”.
Esta perspectiva permitió a la investigadora vincular la visión evolutiva, cognitiva y simbólica de la diferencia desde la interdisciplinariedad, retomando el paradigma de las representaciones sociales para abordar las problemáticas en torno a la diferencia entre hombres y mujeres.
Importancia del contexto
De acuerdo con Flores Palacios, el contexto situado es una de las categorías más importantes en la investigación feminista, pues más que pretender alcanzar conclusiones generalizadas, se busca aportar un conocimiento situado de acuerdo con las culturas o grupos con quienes se desarrolla una investigación. “Esto constituye un interés común entre la teoría de las representaciones sociales y la perspectiva de género”.
Otro aspecto significativo de la perspectiva feminista es que no busca responder, sino abrir nuevas preguntas a sus temas de investigación. “Mi planteamiento es claramente feminista y trabajo desde una epistemología feminista, que es la construcción del pensamiento a partir del propio discurso de mis informantes”, expresó la investigadora.
Perspectiva de género en investigaciones aplicadas
En el libro, el artículo “Diferencias de género en la representación social de las matemáticas: un estudio con alumnos y alumnas de secundaria”, realizado por Sonia Ursini Legovich, investigadora del Departamento de Matemática Educativa del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (CINVESTAV), se exploran las concepciones de género que subyacen en la forma en que las y los estudiantes construyen sus actitudes hacia las matemáticas y la autoconfianza para trabajar en esta disciplina.
“Sonia Ursini demuestra claramente cómo el objeto de estudio de las matemáticas puede ser muy interesante cuando se estudia desde las representaciones sociales y viendo cómo el estereotipo puede incidir en la hipótesis falsa de que los niños tienen mayor aptitud para las matemáticas que las niñas”, describió Flores Palacios.
Jazmín Mora Ríos, investigadora del Instituto Nacional de Psiquiatría, colaboró con el artículo “Intervención comunitaria, género y salud mental. Aportaciones desde la teoría de las representaciones sociales”, en el que planteó que la investigación en el campo de la salud mental también está diferenciada según se trata de hombres o mujeres.
Otro estudio sobresaliente es el de Ángela Arruda, investigadora adscrita a la Universidade Federal do Rio de Janeiro (UFRJ), quien participó con una aproximación teórica a la relación que existe las representaciones sociales y las teorías de género.
“El libro plantea ejemplos de investigaciones aplicadas, lo que sirve mucho no solo para los lectores sino también para los interesados en hacer investigaciones con perspectiva de género”, describió Flores Palacios.
El feminismo militante y perspectiva de género
La compilación reúne investigaciones que se encontraban dispersas en diferentes instituciones y recupera la historia de los estudios de género iniciados al final de la década de los años ochenta —cuando la perspectiva de género arribó al continente americano proveniente de Inglaterra— hasta la actualidad, reflexionando sobre los nuevos retos que se imponen en la ciencia.
Fátima Flores formó parte del equipo de trabajo que tuvo como resultado la conformación del primer Centro de Estudios de las Mujeres en México en la Facultad de Psicología de la UNAM, que más tarde se constituyó en el Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG), y recientemente en el Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM. "Esto ha significado un logro importantísimo no solo para quienes hemos trabajado desde hace años en pro de este sueño, sino en lo que implica para la ciencia, el conocimiento y la misma sociedad", expresó la investigadora.
“Sin duda, en los años ochenta lejos se estaba de considerar ciencia a todas estas iniciativas académicas, sin embargo, hoy se desarrollan importantes proyectos de investigación a nivel nacional e internacional, los planes y programas de estudio ofertan especialidades y posgrados en la materia y la producción editorial es muy extensa en este ámbito de conocimiento, así que el libro que hemos comentado es solo una muestra de las aportaciones que se han registrado a lo largo de esta historia", finalizó.
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