Investigación para fomentar el emprendimiento
Por Nistela Villaseñor
México, DF. 17 de agosto de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- En un mundo de cambios vertiginosos las empresas buscan que las universidades formen profesionales con un perfil emprendedor, capaces de resolver problemas, proponer proyectos y que sean proactivos y líderes. Por este motivo, Claudia Cecilia Barba Hurtado y su equipo de trabajo iniciaron una investigación que pretende descubrir si estudiantes universitarios construyen —respecto de sus programas de estudio y las asignaturas de desarrollo humano— un perfil emprendedor para enfrentar la problemática actual.
De acuerdo con Barba Hurtado, quien es doctora en Ciencias de la Educación por la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), actualmente aplican encuestas en una población de mil 88 estudiantes de cinco universidades privadas de Saltillo, aunque tienen planeado crecer la investigación en toda la región norte o incluso en todo Coahuila.
El objetivo concreto del proyecto es escribir un libro que sirva tanto a alumnos como a docentes. En el caso de los estudiantes, la investigación reflejará las habilidades que en la actualidad demuestra el alumno una vez que va a trabajar. En el caso del docente, descubrirá cuáles estrategias puede utilizar para preparar al estudiante óptimo que demanda el mundo moderno.
“En la enseñanza siempre debes recopilar información para generar un currículo sustentado en las necesidades del estudiante, y al final tener datos que permitan decir que tiene tales características, aprende de tal forma, desarrolla ciertas habilidades en la escuela, para después de eso implementar estrategias o programas que le ayuden a reforzar un perfil emprendedor”, expresó Barba Hurtado.
Resultados preliminares
Solo 12 por ciento del total de estudiantes universitarios encuestados tiene un negocio o piensa hacer uno, aseguró la especialista. “Todo mundo tenemos la expectativa o idea de que vamos a ir a trabajar para alguien, pero no de emprender”.
De acuerdo con el estudio, se pensaba que el docente tenía una incidencia significativa en la forma en que el alumno aprende; sin embargo, los resultados han arrojado que no es así, que el estilo del profesor no impacta en las características de un perfil emprendedor.
Otras conclusiones han dado cuenta de que el estudiante actual se adapta muy fácilmente a los cambios. “Ese es un punto positivo al momento de formar a un estudiante emprendedor, que se dedique a la solución de problemas, porque siempre va a estar al pendiente de las modificaciones que hay en el entorno”, enfatizó la especialista.
No obstante, en un estudio previo que se utilizó como referencia, se afirma que solo dos por ciento de los egresados universitarios tiene perfil de emprendedor, posee un negocio o interviene en áreas diferentes a las comunes.
“Son pocos los chicos que son capaces de realizar proyectos, tener una empresa o un negocio; esa es una de las variables que están escritas en el instrumento, es decir, preguntar si tienen la inquietud de tener un negocio o si ya tienen uno, porque eso también define el perfil”, abundó la doctora.
Se pretende que las características que se vislumbren con el estudio sean consideradas para la reformulación del perfil docente y del estudiante. Lo que va a desencadenar también en una propuesta de diseño curricular con programas y estudios viables y acordes con el modelo educativo de la institución.
“Es una realidad que las instituciones tienen su modelo educativo: un modelo de estudiante y uno de profesor para formar a dicho estudiante, pero hay ocasiones en que se olvida o no se trabaja en pro de este. Si el maestro, para empezar, no está enterado del tipo de estudiante que ha de guiar, va a hacer lo que él considere viable o pertinente”, consideró la especialista.
Inventario de los cuadrantes cerebrales de Herrmann
Uno de los objetivos de la investigación es conocer la particularidad o características del estudiante de universidad privada de acuerdo con el modelo educativo y enfoque de la institución, enfatizando en el perfil emprendedor.
“Si bien trabajamos actualmente por competencias, hay que priorizar cuáles son las competencias que necesita un chico de acuerdo al contexto en el que vive, a la universidad en la que se forma, al tipo de empresa en la que se inserta”, explicó Barba Hurtado.
Dentro de los instrumentos de recopilación de información, el equipo de la doctora incluyó el inventario de los cuadrantes cerebrales de Herrmann, que sirve para descubrir cómo realiza sus procesos cognitivos un estudiante, cómo resuelve situaciones, cómo es capaz de crear, cómo aprende, cómo piensa y cómo interactúa con el mundo.
Desafortunadamente, la escuela está diseñada para personas racionales y metodológicas, advirtió Barba Hurtado. “Los maestros siempre damos prioridad a aquel estudiante que sigue los lineamientos, que sigue las reglas, que trabaja en la forma en que nosotros imponemos, y no se trata de eso sino de dar atención a todo tipo de perfil”.
Según la educadora, hay gente emocional y cambiante que tiene ideas diferentes al común de las personas. “Queremos que el currículum también atienda esas particularidades, y ver qué es lo que podemos hacer en los salones de clase para no rezagarlos, porque lo hacemos desde el primer momento con el estudiante que no cumple, no hace tareas o piensa de una manera distinta a lo que se marca en el aula”.
El inventario analiza el comportamiento que tiene el alumno en diferentes situaciones como cuál es su percepción de la utilidad que tiene la escuela; hay estudiantes que piensan que es una herramienta indispensable para triunfar en la vida, otros, que permite desarrollar habilidades para diferentes situaciones, pero no necesariamente para triunfar. Y unos más, que simplemente forma para una profesión, según ejemplificó.
En este sentido, dijo la investigadora, existen personas a quienes no les gustan los reglamentos; otras creen que los profesores no tienen las capacidades necesarias para formarlos; a algunas más les gusta que las clases se den en tiempo y forma y que se vean todos los contenidos; hay quienes piensan que la escuela les tiene que permitir resolver situaciones creativas; otros que prefieren trabajar con profesores metódicos o con los más relajados.
“Son estilos de aprendizaje que particularmente tienen los alumnos y que marcan su conducta o actitud ante la institución educativa. De eso habla este inventario. Lo resumiría en actitudes que se tienen para o ante la escuela y el aprendizaje”, resumió Barba Hurtado.
Cómo aprovechar estos resultados para la docencia
“Si te das cuenta de que la mayoría de los jóvenes actualmente son metódicos o tecnológicos o emocionales o se les dificulta resolver problemas, puedes implementar nuevas formas de enseñar atendiendo el perfil o los atributos que estos chicos tienen”, explicó.
De acuerdo con la especialista, la escuela no está diseñada para una persona que tiene un perfil de artista; existen programas de apoyo que los ayudan, pero fuera de la institución educativa. La persona que es artista no se va a apegar a normas, por lo tanto hay que implementar una metodología de trabajo distinta a la que estamos acostumbrados.
“Lo que se quiere hacer es una comparación de acuerdo a disciplinas. Tenemos estudiantes de administración, derecho, humanidades, gastronomía, educación y psicología”, aseguró.
Para hacer dichas comparaciones, el equipo de investigación se basa en estadística inferencial con pruebas t de Student para ver diferencias por ejemplo entre un abogado y un médico. O comparar más grupos con un análisis multivariado, así como los perfiles, para saber si tienen la misma percepción de la escuela, si su creatividad se manifiesta de la misma manera, si estos tienen iniciativas para comenzar proyectos, etcétera.
“Queremos ampliar ese espectro, no enfocarnos nada más en un perfil, sino indagar en varios perfiles, y que la publicación sirva a las instituciones de la localidad, porque estamos atendiendo ese contexto; que ellos tomen la decisión de implementar o no lo que nosotros sugerimos para la educación de estos chicos”, agregó.
Antecedentes y novedades de la investigación
Existe suficiente bibliografía del tema por ser novedoso: artículos, libros, investigaciones, programas de gobierno y otro tipo de instituciones que tienen que ver con emprendimiento, señaló la educadora. Sin embargo, “en Saltillo es nuevo con este enfoque: ver cómo me está preparando la escuela para ser emprendedor y resolver problemas, y si realmente eso va a tener un impacto en los contextos laborales de la región”.
De acuerdo con la especialista, existe bibliografía en que la figura del emprendedor está muy bien descrita, no obstante, hay variables que no están consideradas. “Me puedo topar con que el nivel socioeconómico interviene en si eres o no emprendedor, o con que la forma en la que trabajan los maestros tiene que ver con el desarrollo del perfil. Se me ocurre que el estudio puede arrojar que los maestros que incitan a la creatividad y a la solución de problemas intervienen de manera significativa para que el alumno adquiera tales características y probablemente eso no está escrito en otras fuentes bibliográficas”, concluyó la doctora Barba Hurtado.
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