Huertos urbanos, un camino hacia la sustentabilidad
Por Janet Cacelín
Ciudad de México. 15 de noviembre de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- A mediados de este siglo, la población mundial habrá aumentado alrededor de 34 por ciento, y siete de cada 10 personas vivirá en las zonas urbanas. Para poder asegurar la alimentación de todos, la cantidad de comida deberá aumentar al menos 70 por ciento, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
¿Cómo responder a la demanda prevista? ¿Las áreas de cultivo serán suficientes? ¿Los alimentos tendrán los nutrientes necesarios? Estas y otras interrogantes llevaron a diversos especialistas a investigar y promover la llamada agricultura regenerativa y los huertos urbanos.
En el marco de la Semana Nacional del Emprendedor, Aída Real Coronel, directora del Huerto Romita en la Ciudad de México, quien se dedica a la difusión de la agricultura urbana como motor de desarrollo social, ecológico y económico, habló sobre los beneficios de aprender a cultivar alimentos de autoconsumo.
Agricultura urbana para resolver problemáticas a lo largo de los siglos
De acuerdo con Aída Real Coronel, directora del Huerto Romita en la Ciudad de México, los huertos urbanos han estado presentes desde hace siglos en todo el mundo, pero han sido vistos de distintas formas según las problemáticas a las que se enfrentaba cada sociedad.
“En el siglo XVIII, los huertos eran utilizados para dar una estética a las ciudades. En Versalles había caballos, cerdos, gallinas y huertos. En el siglo XIX, la situación evolucionó y estos pequeños cultivos eran asociados con sectores sociales de pobreza. Se convierte de una cuestión estética a una necesidad. En Estados Unidos tuvieron su auge durante crisis económicas y crisis de guerras”, señaló.
Aunque se habla de huertos urbanos, explicó que en esa época se encontraban en la periferia de las ciudades y con el paso del tiempo, al crecer la densidad de la población, comenzaron a construirse las ciudades en esos espacios.
Los beneficios del consumo local
A finales de los años 90, la FAO instauró el término de agricultura urbana, definida como el cultivo de plantas y la cría de animales en el interior y en los alrededores de las ciudades. A partir de ese momento comenzaron a desarrollarse programas de agricultura urbana.
“Si todos cultiváramos una porción de nuestros alimentos, la crisis dejaría de ser crisis. Ese es el gran reto, las técnicas están y hay muchas organizaciones que lo hacemos. La decisiones que se tomen para comenzar a producir alimentos dentro o en la periferia de las ciudades va a determinar la calidad de vida de las siguientes generaciones”, señaló Aída Real.
De acuerdo con el informe "Ciudades más verdes en América Latina y el Caribe", de la FAO, la agricultura urbana proporciona alimentos frescos, genera empleo, recicla residuos urbanos, crea cinturones verdes y fortalece la resiliencia de las ciudades frente al cambio climático.
En el informe, también se detalla que los huertos pueden ser hasta 15 veces más productivos que las fincas rurales. Un espacio de apenas un metro cuadrado puede proporcionar 20 kilogramos de comida al año, por lo que los horticultores urbanos gastan menos en transporte, envasado y almacenamiento.
Menos transporte es equivalente a más nutrición porque cuando los alimentos se consumen en un rango de 72 horas de cosechado, guardan aún todos los nutrientes que tienen.
Huerto Romita, un caso de éxito
Una de las iniciativas en la Ciudad de México para fomentar la agricultura urbana es el Huerto Romita, creado por mujeres interesadas en generar cambios en su entorno y replicarlos, una plataforma de agricultura regenerativa que promueve y difunde la conciencia ambiental y alimentaria a través del cultivo y consumo de alimentos orgánicos y locales.
“Callejón Durango 6 es un predio de la delegación Cuauhtémoc, es un siniestro del sismo del 85, este lugar fue uno de los primeros espacios públicos transformados en huertos, en 2012 ahí nace Huerto Romita, 50 metros cuadrados dedicados para demostrar las diferentes técnicas de cultivo”, dijo Aída Real.
Entre sus principales actividades se encuentra la práctica de agricultura regenerativa dentro de la ciudad, diseño e instalación de huertos urbanos a domicilio, producción de plántulas de hortalizas, flores y hierbas. Asimismo realizan talleres, conferencias, pláticas y cursos, así como programas de huertos educativos.
“Tenemos un huerto demostrativo donde enseñamos a la gente a cultivar en sus casas, en patios, en jardines, en escuelas. También ayudamos a hacer cambios de hábitos de lo que estás consumiendo”, finalizó.
Del 31 de octubre al 30 de noviembre, comenzarán una campaña internacional de procuración de fondos “Siembro Ciudad”, en la plataforma de fondeo colectivo Donadora, con la meta de recaudar 400 mil pesos en 30 días para renovar el espacio y ofrecer mejores condiciones para el público que realiza visitas. También buscan extender el programa de voluntariado que está enfocado en la formación de aprendices.
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