Cacerolita de mar: especie amenazada
Por Marytere Narváez
Mérida, Yucatán. 20 de enero de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Limulus polyphemus, conocido comúnmente como cacerolita de mar, es un artrópodo considerado como especie de importancia evolutiva, ecológica, económica y biotecnológica. Aunque ha habitado el planeta desde hace más de trescientos millones de años, actualmente se encuentra en peligro debido a diversas amenazas que se presentan en su entorno.
Las costas de la península de Yucatán representan el único hábitat para la cacerolita de mar en todo el territorio mexicano, motivo que ha llevado a investigadores de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), el Instituto Tecnológico de Chetumal (Itchetumal) y el Instituto Tecnológico de Tizimín (Ittizimín) —estos últimos parte del Tecnológico Nacional de México (Tecnm)— a estudiar las dinámicas poblacionales de la especie, el impacto de la actividad antropogénica sobre la población y su capacidad como bioindicador ambiental.
En el marco del XXI Encuentro Nacional sobre Desarrollo Regional en México (AMECIDER 2016), Carmen Olivia Rosas Correa, investigadora de El Colegio de la Frontera Sur, Héctor Javier Ortiz León, profesor investigador del Instituto Tecnológico de Chetumal, Juan José Sandoval Gío y Teresita Correa Valdés, del Instituto Tecnológico de Tizimín, presentaron los resultados sobre el estado poblacional en que se encuentra la especie actualmente en la costa noroccidental de la península.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, Héctor Ortiz León, profesor investigador y coordinador de Posgrado de la maestría en manejo de zonas costeras del Instituto Tecnológico de Chetumal, señaló que uno de los objetivos principales del proyecto fue conocer las percepciones en las localidades de la región en torno a la población de cacerolita de mar, especie de importancia comercial de las zonas costeras.
“Los pescadores pueden darse cuenta de la presencia o ausencia de la especie, por lo que parte del propósito fue conocer su punto de vista sobre sus poblaciones y cómo la están empleando. El resultado corroboró que el uso en estos últimos años ha sido la captura para la pesquería de pulpo principalmente”, señaló.
Carmen Olivia Rosas Correa, investigadora y coordinadora de Divulgación de la Ciencia en El Colegio de la Frontera Sur, señaló que la metodología consistió en realizar una encuesta con alrededor de 300 personas de los municipios de Río Lagartos y San Felipe. “Preguntamos a gente local y a algunos turistas sobre la abundancia observada, en qué sitios se ha visto mayormente, durante qué cambios temporales era más frecuente encontrarla y cuáles han sido los problemas que ha tenido la especie según lo que ellos han observado”, apuntó.
Otros tópicos del proyecto incluyen el número de individuos observados tanto vivos como muertos, adultos y juveniles, machos y hembras para obtener información estadística por unidad de área. Por otra parte, Juan José Sandoval, investigador del Instituto Tecnológico de Tizimín, se encarga de realizar un análisis toxicológico de los huevecillos de la especie para estudiar el impacto que ha tenido sobre ellos la contaminación y diversas actividades antropogénicas.
Disminución de cacerolita por pesca furtiva
A pesar de estar identificada como especie en peligro de extinción por la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, la cacerolita de mar se extrae ilegalmente en diversas estaciones del año, afectando gravemente el número de poblaciones y sus procesos de reproducción.
Como resultado de la investigación, se encontró que ha habido una disminución de la población debido principalmente a su explotación como cebo para la captura de pulpo, ya que tiene un olor y un sabor particulares que atrae a los cefalópodos, y un pedazo de cacerolita puede servir para varias pescas.
En 1999, Rosas y colaboradores registraron 311 Fuente: Riqueza biológica de Quintana Roo, |
“El mayor porcentaje de la población señaló que la pesca furtiva para la captura de pulpo es la principal causa de la disminución. Otra buena cantidad de personas comentó que la alteración natural de la línea de costa con los rellenos y las inundaciones afecta la población de la especie, que usualmente utiliza toda la línea de costa para anidar”, comentó Rosas Correa.
La disminución de la población se constata también en investigaciones previas realizadas por la investigadora en la isla Holbox, donde dos décadas atrás podían encontrarse poblaciones abundantes que han disminuido ampliamente por el turismo.
“También comentan que ha afectado la alteración antropogénica como la contaminación y la infraestructura turística, pero lo más fuerte es la pesca furtiva ya que los pescadores saben que es un cebo efectivo para la captura de pulpo”, comentó la investigadora.
Características fisiológicas de las cacerolitas de mar
De acuerdo con Ortiz León, Limulus pertenece a la clase Merostomata del grupo de los artrópodos y existen cuatro especies a nivel mundial, siendo Limulus polyphemus la que se distribuye desde la costa atlántica de Estados Unidos hasta Yucatán. “En la región se conoce comúnmente como cucaracha de mar, de guitarrilla, cacerolita de mar, soldadito y con el nombre maya mex, que se encuentra en los escritos de Fray Diego de Landa”, expresó.
Al ser un artrópodo, la cacerolita de mar tiene un exoesqueleto (o caparazón) duro y segmentado con apéndices especializados y articulados que muda periódicamente una vez que fabrica un nuevo esqueleto en su interior, un proceso conocido como exuvia.
Su cuerpo se compone de tres regiones conocidas como prosoma, opistosoma y telson. El prosoma presenta en su posición dorsal un par de grandes ojos compuestos laterales y un par de ojos más pequeños en la parte media, mientras que en la parte ventral tiene seis pares de apéndices que emplea para la alimentación y la locomoción; un par de quelíceros, un par de pedipalpos y cuatro pares de patas.
El opistosoma presenta dorsalmente seis pares de espinas móviles en los bordes laterales, en tanto que en la parte ventral los apéndices son de diferentes tamaños. El primer par son apéndices muy cortos, uniarticulados y provistos de espinas y cerdas; los restantes seis pares con forma de lámina son utilizados para la reproducción, respiración y natación, un par corresponde al orificio genital y cinco pares a laminillas branquiales.
"El telson es una espina triangular que se adelgaza hacia la punta y es una estructura que le permite apoyarse sobre el sustrato y poder regresar a su posición original cuando sube a la playa a desovar”, describió Ortiz León.
Hábitats e importancia ecológica
Sus hábitats naturales son las zonas someras del litoral, los fondos fangosos y los fondos arenosos, ya que ahí encuentra alimentación y refugio. “Gracias a la forma de su caparazón cefálico se entierra fácilmente en la arena y el fango, por lo que busca fondos con mucha vegetación para poder enterrarse y camuflarse de los posibles depredadores”, apuntó Ortiz León.
Como depredador y presa tiene un indudable papel en el equilibrio de las comunidades marinas, pues toma todos los alimentos que encuentra en el sustrato, principalmente nematodos, moluscos, poliquetos, crustáceos, mejillones, almejas, ostras, peces muertos y algas que tritura con las duras espinas que posee en las patas para pasarlos al interior de su boca.
“En estado adulto sus depredadores son tortugas marinas, cocodrilos, pulpos, y en su etapa de huevecillos sirve de alimento para numerosos invertebrados, peces, aves migratorias y animales terrestres que están en la playa”, comentó el investigador.
Luna llena y temporadas de frío para su reproducción
La cacerolita de mar se reproduce principalmente en las temporadas frías de invierno, desde el otoño hasta inicios de la primavera, teniendo su mayor pico de reproducción en las temporadas de luna llena y luna nueva para el aprovechamiento de la marea alta. De acuerdo con Rosas Correa, el macho se adhiere a la hembra, que cava un hoyo en la arena de aproximadamente 25 centímetros de profundidad para depositar los huevecillos, en un proceso similar a la reproducción de las tortugas. El macho los fertiliza y con su movimiento y el del oleaje se encarga de tapar el nido con los huevecillos.
“Si la gente aplana la arena o hace arenales convenientes por ejemplo para los hoteles, quitando todo lo que crece de manera natural, se dañan los nidos de la especie y afectan sus poblaciones”, advirtió.
Importancia económica y farmacéutica
Mientras que en la península de Yucatán la única utilidad que tiene la especie está destinada a la captura de pulpo, en Estados Unidos existe una fuerte industria debido principalmente a la extracción de su sangre o hemolinfa para aplicaciones biotecnológicas en el campo de inmunología, neurología, endocrinología y clínica.
“En Estados Unidos, un litro de su sangre cuesta aproximadamente 15 mil dólares y lo que hace es detectar endotoxinas bacterianas para la industria farmacéutica, por ejemplo, para encontrar contaminantes en dispositivos médicos, en vacunas y para detectar la meningitis bacteriana, así como para tratamientos contra el cáncer y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida)”, describió Rosas Correa.
Por otra parte, las cacerolitas han sido empleadas como alimento para pollos y cerdos, como fertilizante y como cebos para capturar anguilas. La quitina del exoesqueleto se utiliza para producir lentes de contacto y aerosoles para el cabello, así como para separar metales dañinos que pueden disolverse en el agua potable, para limpiar ciertos productos químicos de aguas residuales y para curaciones de heridas leves debido a que no provoca reacciones alérgicas.
En busca de un aprovechamiento sustentable
Carmen Rosas Correa inició el estudio en torno a la cacerolita de mar durante su licenciatura, tiempo en que conoció a Samuel Gómez Aguirre, pionero en la investigación de esta especie en la península de Yucatán. En la isla Holbox, en Quintana Roo, realizó censos para conocer la distribución y abundancia de la especie, la relación de individuos por sexo, peso, talla, por localidad y por temporadas.
De acuerdo con la investigadora, hace diez años una gran cantidad de individuos se encontraba en un muelle rústico y otros sitios de la isla, pero actualmente se eleva un muelle de concreto de gran magnitud y ya no se encuentra ningún individuo. “Desafortunadamente, el desarrollo turístico y hotelero ha tenido un auge muy fuerte, dañando las áreas donde la especie se reproduce y esto las orilla a asentarse en sitios no tan favorables que afectan sus poblaciones”, señaló.
En los últimos años, Rosas Correa ha colaborado con Juan José Sandoval, del Instituto Tecnológico de Tizimín, y Héctor Javier Ortiz León, del Instituto Tecnológico de Chetumal, quienes comparten la idea de crear conciencia entre los pobladores para aprovecharla de manera artesanal y ecoturística para convertirla en una fuente de ingresos económicos, así como promover la extracción responsable de la hemolinfa. “La especie necesita urgentemente que nosotros la ubiquemos para poder conservar estas zonas en su hábitat natural”, finalizó la investigadora.
• M. en C. Carmen Rosas Correa
El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur)
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•M. en C. Héctor Ortiz León
Instituto Tecnológico de Chetumal
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