Micología en Baja California: de la ecología a la biología molecular
Por Karla Navarro
Ensenada, Baja California. 28 de abril de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- La relevancia de la micología, ciencia que se dedica al estudio de los hongos, no ha pasado desapercibida para los científicos de Baja California, prueba de ello son las investigaciones que abarcan desde la descripción ecológica de los hongos de la región, hasta su estructura molecular.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) se han centrado en estudiar principalmente los hongos gasteromicetos y agaricales desde una perspectiva ecológica que, por medio del microscopio, describe especies ya conocidas y descubre nuevas especies en la región.
Por su parte, especialistas del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) se dedican fundamentalmente al estudio de hongos filamentosos, generando conocimiento en torno a su biología molecular y celular y explorando algunas de la amplia gama de aplicaciones que sus hallazgos pueden tener.
¿Por qué los hongos filamentosos?
En el CICESE, el estudio de los hongos se concentra en el Departamento de Microbiología, un departamento dedicado exclusivamente al estudio de la biología de los fungi, desde diferentes perspectivas.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, Rosa Mouriño Pérez, investigadora del Departamento de Microbiología del CICESE, explicó que “lo fundamental de nuestro trabajo es estudiar la biología celular y molecular de los hongos que se llaman filamentosos, que son hongos que producen unas células de tipo alargado, como si fueran neuronas, por ejemplo”.
El primer proyecto Mediante un programa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en 1984 se estableció un convenio entre la Secretaría de Educación Pública (SEP), la Universidad Autónoma de Baja California y el Instituto Nacional de Investigación sobre Recursos Bióticos (Inireb) para el desarrollo del primer proyecto de investigación sobre hongos por la Facultad de Ciencias de la UABC. El proyecto titulado Estudio de los hongos y líquenes de interés económico y forestal de la península de Baja California tuvo una duración de alrededor de cinco años e impulsó una línea de investigación que sigue vigente en la Facultad de Ciencias. |
Detalló que la importancia del estudio de esta especie es la similitud que existe en el crecimiento de sus células con las células de otros organismos más grandes, como plantas o animales.
“Hay muchos ejemplos en la naturaleza del crecimiento polarizado. Uno de los más importantes son las neuronas, también los tubos de polen, las raíces de las plantas crecen de esta manera, entonces es un crecimiento muy particular que a veces estudiarlo en animales o en plantas no es tan fácil”, abundó.
Es por ello que los hongos filamentosos son utilizados como organismos modelo para entender mecanismos celulares que pueden ser extrapolados a otros organismos superiores.
La investigadora recalcó que el interés del Departamento de Microbiología es comprender desde un nivel de ciencia básica el crecimiento molecular de los hongos filamentosos, conocimiento que podrá ser utilizado por especialistas que se dediquen al control de hongos patógenos o al desarrollo de hongos benéficos.
No obstante, sus líneas de investigación también abarcan la ciencia aplicada, a través de proyectos que ya empiezan a dar un fin práctico al conocimiento básico que generan los investigadores del propio departamento.
Hongos filamentosos y sus aplicaciones
Uno de los proyectos de investigación aplicada del Departamento de Microbiología del CICESE es liderado por la doctora Rosa Mouriño, estudia la candidiasis, padecimiento provocado por organismos del género Candida, que son hongos patógenos oportunistas.
“Lo que hacemos es identificar en la población de Baja California, tanto de mujeres como de pacientes con VIH/sida, las especies principales que atacan a estos pacientes, con la finalidad de ver cuál sería el tratamiento ideal, debido a que cada una de las especies que se encuentra responde de manera diferente a los antifúngicos”, apuntó.
Mencionó que otro de los objetivos del estudio es detectar la susceptibilidad a los antifúngicos convencionales, es decir, si pueden ser acabados con los fármacos que se utilizan en el área clínica.
La investigadora compartió que otro ejemplo de los proyectos de investigación aplicada del Departamento de Microbiología es liderado por la doctora Rufina Hernández Martínez, con el cual se dedica a indagar patógenos de plantas de cultivo, principalmente la vid.
“Han aislado patógenos muy importantes como Lasiodiplodia theobromae, que está presente en las plantas de la vid, además de otros patógenos de tomates, fresas y otros tipos de cultivos, y ya que los han aislado están llevando a cabo estudios más a fondo de sus características moleculares”, precisó.
Además de hongos patógenos, a través del mismo proyecto se han detectado hongos protectores de plantas como los del género Trichoderma, que atacan a otros hongos y mantienen una estrecha relación con la raíz de la planta, lo que genera que reciba más nutrientes y crezca mejor.
Los gasteromicetos en la UABC
Los estudios que en el campo de la micología han desarrollado investigadores de la Facultad de Ciencias de la UABC se han enfocado principalmente en describir la ecología de dos especies: gasteromicetos y agaricales.
Carlos Ochoa Morales, investigador de la UABC especializado en el estudio de gasteromicetos, expuso que estos hongos son organismos que nacen en una estructura cerrada, al interior de la cual se encuentra su zona fértil.
“Cuando maduran, se rompen y las esporas se diseminan con el viento o por otros factores, y adentro queda una cavidad gástrica, por eso se llaman gasteromicetos, esa es la principal característica de ellos”, agregó.
Indicó que el motivo por el que han sido objeto de sus estudios por más de 30 años es que son poco conocidos y característicos de zonas semiáridas, como algunas áreas de la península de Baja California.
El doctor Carlos Ochoa describió que la metodología que sigue para su estudio comienza con la recolecta de muestras en campo, posteriormente se someten a un proceso de deshidratación, con lo que pueden ser analizados en el microscopio y archivados con su descripción en el herbario.
“Les metemos calor para que se deshidraten y los ponemos en cajitas acompañados de los datos de campo. Las especies que veo en el campo y me parecen interesantes, las marco, para después traerlas al laboratorio y hacer microscopía”, refirió.
Nuevas especies
Además de la descripción de especies cuya presencia es conocida en la región de Baja California, las investigaciones del doctor Carlos Ochoa han derivado en la detección de nuevas especies.
Aclaró que antes de dar a conocer una especie como nueva para la ciencia, se revisan la literatura y herbarios internacionales, se estudian los ejemplares en microscopía electrónica y, posteriormente, se confirma la información con otros especialistas, para finalmente publicar el hallazgo.
Comunicó que hasta ahora se han detectado al menos cinco especies nuevas; sin embargo, precisó que el objetivo primordial de los estudios no es dar a conocer nuevas clases de hongos sino generar conocimiento sobre la micoflora de Baja California.
Esta obra cuyo autor es Agencia Informativa Conacyt está bajo una licencia de Reconocimiento 4.0 Internacional de Creative Commons.