El impacto ambiental del serpúlido rosa
Por Dioreleytte Valis
Puerto Ángel, Oaxaca. 17 de abril de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Investigadores del Laboratorio de Sistemática de Invertebrados Marinos (Labsim), perteneciente a la Universidad del Mar (Umar), campus Puerto Ángel, estudian la distribución del Ficopomatus uschakovi o serpúlido rosa del Indo-Pacífico, especie marítima que se reportó por primera vez en territorio nacional en 2012, con el propósito de evaluar el impacto ambiental generado por su dispersión.
Se trata de una especie de la familia Serpulidae, conocido científicamente como Ficopomatus uschakovi, originario del Océano Índico. Los científicos del Labsim tuvieron evidencia de su existencia en territorio nacional gracias a observaciones efectuadas por los doctores Sergio Salazar Vallejo, Luis Carrera Parra, de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur, Chetumal), y Jesús Ángel de León González, de la Universidad Autónoma de Nuevo León, respectivamente.
Ficopomatus; tienen un opérculo para bloquear la entrada a su tubo cuando se sienten amenazados”, explicó Rolando Bastida Zavala, investigador del Labsim.
“Los serpúlidos son una familia de poliquetos que se caracterizan por formar tubos calcáreos, dentro de los cuales habitan los gusanos. Se caracterizan además por tener una corona branquial colorida y muchas especies, comoFue en la Reserva de la Biosfera de La Encrucijada, donde los especialistas María del Socorro García Madrigal y Rolando Bastida Zavala, responsables del Labsim, hallaron ejemplares de esta especie, de la cual realizaron un registro formal por medio del artículo especializado “First record in the Tropical Eastern Pacific of the exotic species Ficopomatus uschakovi (Polychaeta, Serpulidae)”, publicado en 2012 por la revista búlgara ZooKeys.
Peligro para las comunidades marinas
Rolando Bastida Zavala, catedrático e investigador de la Umar, indicó que actualmente estudian la distribución de la especie en la laguna de La Encrucijada, además de analizar algunos parámetros poblacionales. La invasión de esta especie podría alterar las comunidades bénticas de las lagunas costeras, por lo que es importante mantener un monitoreo constante.
“Los serpúlidos exóticos se incrustan en sustratos duros, como rocas, corales, raíces de mangle y estructuras hechas por el hombre. Estos animales compiten por el espacio para establecerse con otros invertebrados nativos, como moluscos, crustáceos y otros poliquetos. Como cubren rápidamente el sustrato adecuado para establecerse, no permiten que otras especies puedan hacerlo”, detalló el doctor Bastida Zavala.
Este serpúlido obtiene su alimento mediante la captura de partículas suspendidas en el agua —suspensívoros, también denominados filtradores— y alcanzan hasta dos centímetros de longitud. De acuerdo con estudios realizados por el Labsim, estos pequeños gusanos han cubierto gran parte de las raíces de mangle en la Reserva de la Biosfera de La Encrucijada.
Explicó también que las causas de su introducción en esta parte de la costa del Pacífico mexicano es hasta ahora desconocida. Sin embargo, continúan estudiando las distintas vías de entrada, como la acuacultura o por medio de la fauna incrustante.
“Revisamos material del puerto más cercano (Puerto Chiapas), que dista a casi 100 kilómetros de La Encrucijada y no hemos encontrado rastros de esta especie. Encontrarla en el puerto explicaría su llegada por medio de la fauna incrustante, o fouling, o por las aguas de lastre de los grandes barcos”.
Actualmente, los investigadores realizan un estudio exhaustivo de las lagunas costeras en el estado de Chiapas y Oaxaca para evaluar la distribución real y los efectos de esta especie invasora en el ecosistema.
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