Jardín Botánico Regional de Cadereyta: los privilegios de la biodiversidad
Por Israel Pérez Valencia
Santiago de Querétaro, Querétaro. 1 de junio de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- El Jardín Botánico Regional de Cadereyta "Ing. Manuel González de Cosío" es un centro auspiciado por el Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Querétaro (Concyteq) dedicado al estudio, conservación y aprovechamiento de la flora mexicana, en particular del semidesierto queretano y la región.
Este centro desarrolla diferentes actividades enfocadas en la investigación orientada a los recursos botánicos de la entidad, la integración de colecciones de plantas del semidesierto y la educación ambiental y es parte de organismos nacionales e internacionales, como la Asociación Mexicana de Jardines Botánicos, A. C. (AMJB), que es una red de jardines botánicos dedicada al conocimiento, investigación, conservación, educación y promoción de la diversidad vegetal de México, y el Botanic Gardens Conservation International (BGCI), organización que engloba a jardines botánicos de todo el mundo.
Como parte de su participación en estas organizaciones, el Jardín Botánico Regional de Cadereyta, a través de su director, Emiliano Sánchez Martínez, dio a conocer el lanzamiento de GlobalTreeSearch, una base de datos del BGCI, cuyo objetivo es proveer de información que facilite el trabajo de quienes trabajan en la conservación de árboles biológicamente raros y amenazados en diferentes partes del mundo.
“El GlobalTreeSearch está inmerso en un movimiento mundial orientado por el Convenio de la Diversidad Biológica, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Además, esta base de datos busca contribuir a que se cumplan los objetivos primarios de la Estrategia Global de Conservación Vegetal, presentada en la Conferencia de las Partes del Convenio sobre Diversidad Biológica celebrada en La Haya, Países Bajos, en el 2002. Tomó dos años en conjuntarse y en él podemos conocer cuántas especies de árboles silvestres se registran en el mundo”.
Al respecto, la coordinadora de Investigación del Jardín Botánico Regional de Cadereyta "Ing. Manuel González de Cosío", Beatriz Maruri Aguilar, destacó que en la base de datos del GlobalTreeSearch se contemplan poco más de 60 mil especies de árboles de todo el mundo; no obstante, aseveró, existen miles de especies que hace falta integrar por parte de instituciones botánicas, jardines e investigadores.
“Se prevé que la lista siga creciendo a un ritmo quizá de unas dos mil especies descritas cada año. Eso quiere decir que todavía estamos lejos de conocer a fondo toda la diversidad biológica que alberga nuestro planeta hablando de árboles. Con esta base de datos podemos conocer qué es lo que tenemos y, a partir de eso, el qué podemos hacer para conservarlo. En ese sentido, la sociedad entera, no solamente la academia, tiene tareas importantes que desempeñar”, advirtió.
Maruri Aguilar puntualizó que los árboles son un recurso invaluable, del cual los seres humanos han obtenido múltiples beneficios, que van desde materias primas, recursos para la construcción, medicinas y alimenticios, además de su importancia desde el punto de vista ambiental.
“La masa vegetal boscosa y de distintos tipos de vegetación nos provee de la limpieza de nuestro medio ambiente a través de la captura de dióxido de carbono (CO2); amortigua también los fenómenos meteorológicos drásticos en el clima, la protección del suelo ante lluvias muy fuertes y contra la erosión”, subrayó.
La megadiversidad de México
Por su parte, el director del Jardín Botánico Regional de Cadereyta, Emiliano Sánchez Martínez, enfatizó que México es considerado uno de los 17 países megadiversos, es decir, que poseen casi 70 por ciento de cantidad y diversidad de animales y plantas a nivel mundial.
“México tiene alrededor de 23 mil especies de flora. La base de datos del GlobalTreeSearch registró tres mil 367 especies. La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) mantiene también sus propios datos y está trabajando en un registro de los árboles nacionales, donde hablan de cuatro mil 649 especies", abundó.
La divergencia, indicó, obedece a que la base de datos GlobalTreeSearch registra solamente árboles en el sentido más estricto, no contempla arbustos y otras plantas que, siendo leñosas, no tienen la arquitectura de un árbol.
Sánchez Martínez explicó que el inventariado de la flora en todo el mundo es una actividad que sigue en proceso por la gran diversidad existente, al grado de que los taxónomos en la actualidad descubren alrededor de dos mil especies cada año, de las cuales 100 o más se encuentran en México aproximadamente.
“Tenemos una riqueza importante, nuestra diversidad de árboles o de plantas leñosas es muy amplia; tenemos pinos enanos, de menos de un metro o metro y medio hasta grandes árboles, como el caso del olmo mexicano (Ulmus mexicana), el ahuehuete (Juniperus flaccida) y el sabino (Cupressus lusitanica), que son árboles majestuosos no solamente en lo estético o por el valor económico”, aseveró.
Beatriz Maruri Aguilar explicó que el GlobalTreeSearch no solo es una herramienta útil para consolidar el conocimiento de investigadores, académicos e instituciones que estudian la biodiversidad, además, puede ser una fuente de investigación confiable para los tomadores de decisiones en materia ambiental.
“En cuanto al sector forestal, GlobalTreeSearch puede servir para una adecuada planeación hablando del manejo sustentable de los bosques; la restauración ecológica es una disciplina que cada vez tiene más auge debido a las graves lesiones que hemos provocado en los ecosistemas. También es una herramienta que se puede utilizar para la evaluación del estado de conservación de las propias especies", explicó.
Protección de especies nativas
Maruri Aguilar resaltó también la importancia de involucrar a la sociedad en general, y no solo a la comunidad científica, en el estudio de la biodiversidad y el cuidado del medio ambiente a través de este tipo de información, que está al alcance de todos los interesados mediante Internet.
“La impresión que se llega a tener es que la gente se desentiende de la diversidad de la región en donde vive y eso lleva a toma de decisiones erróneas, desde las plantas que ponemos en nuestros jardines o las que se usan para los arbolados urbanos, que no siempre son las más apropiadas de acuerdo con la región en que vivimos y con los propios requisitos climáticos que tendrían esas plantas para vivir. Esto puede generar otro tipo de daños colaterales como convertir esas plantas en especies invasoras que desplacen la flora nativa”, advirtió.
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