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Un viaje científico al fondo del golfo de México


Por Marytere Narváez

Mérida, Yucatán. 15 de julio de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Conocer la estructura de las comunidades de peces, sus asociaciones y ensamblajes de acuerdo con su variación espacio-temporal y su profundidad es la misión del Laboratorio de Taxonomía y Ecología de Peces del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav IPN), unidad Mérida.

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Como parte del Consorcio de Investigación del Golfo de México (Cigom), el personal adscrito al laboratorio se dedica a estudiar la ictiofauna de la plataforma de Yucatán y el Cinturón Plegado de Perdido, en Tamaulipas.

En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, la doctora María Eugenia Vega Cendejas, investigadora del Laboratorio de Ecología y Taxonomía de Peces, señaló que a través del estudio de la estructura trófica y la elaboración de modelos de las comunidades de peces, se evalúan patrones de diversidad y la funcionalidad del ecosistema del golfo de México.

“El conocimiento de la estructura de la ictiofauna también nos da un indicio de en qué estado de salud se encuentra el ecosistema y a partir de aquí nosotros podemos valorar cualquier cambio o alteración que pudiera suceder en el golfo de México, ya sea por cuestión natural o de tipo antropogénico”, indicó.

La investigación forma parte de la línea 2 “Línea base” del megaproyecto Implementación de redes de observaciones oceanográficas (físicas, geoquímicas, ecológicas) para la generación de escenarios ante posibles contingencias relacionadas a la exploración y producción de hidrocarburos en aguas profundas del golfo de México, coordinado a nivel nacional por el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) y financiado por el Fondo Sectorial Hidrocarburos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la Secretaría de Energía (Sener).

En las profundidades del mar

De acuerdo con Vega Cendejas, investigadora nacional nivel II, durante los muestreos en la plataforma y el canal de Yucatán han encontrado especies demersales (del fondo marino) de importancia comercial, como algunos pargos (Lutjanidae), así como especies arrecifales en la zona del canal de Yucatán.

Gonostoma-elongatum---Coccorella-atlantica---Chaulodius-sloani.jpg“En la zona de Perdido, la fauna de la parte costera es hasta cierto punto similar a la registrada en el sureste del golfo, porque se registran profundidades de 50 a 200 metros. Sin embargo, a profundidades de 500 a mil metros se obtiene una fauna completamente diferente y con características muy particulares”, indicó.

Mientras que en la zona costera la diversidad y la abundancia son mayores, dominadas usualmente por especies de lenguados y pargos, la zona profunda se caracteriza por una baja diversidad y las pocas especies que habitan en esas profundidades —exclusivas de esa zona— poseen características únicas.

“El cambio de presión es muy grande y la abundancia biótica a esas profundidades es muy baja. Debido a ello, la obtención de alimento es uno de sus principales requerimientos, por lo que estas especies están adaptadas a comer lo que encuentran. Dentro de sus adaptaciones se encuentran ojos poco desarrollados, la presencia de dientes alargados y puntiagudos, estómagos distensibles, mandíbulas prolongadas y fotóforos para atraer a su presa”, describió.

Los fotóforos son algunos de los órganos más característicos de estas especies por su bioluminiscencia, y fungen como una forma de reconocerse entre sí y de llamar la atención a sus presas.

Para algunas especies como el pez pescador, encontrar un macho puede resultar tan difícil como encontrar una presa, por lo que muchas veces los machos se pegan a las hembras, a modo de parásito, esperando a que llegue su época reproductiva. “Tienen unas adaptaciones muy interesantes que los peces costeros no tienen”, apuntó.

Metodologías de estudio

Para estudiar los organismos de las zonas someras, se utilizó una red de arrastre camaronera de 18 a 20 metros de extensión, misma que se arrastra una milla náutica (medida de longitud equivalente a mil 852 metros) durante alrededor de 30 minutos. Ya que la red atrapa tanto peces como invertebrados, se realiza posteriormente un proceso de separación para seleccionar a los organismos estudiados.

Las muestras se etiquetan con la fecha de colecta y su geoposición y se guardan en un congelador. En ocasiones, los organismos de mayor abundancia son seleccionados por los otros grupos del proyecto para toma de muestras de sangre o de hígado para análisis ecotoxicológicos.

"En el caso de Perdido, se tuvo que diseñar un tipo de arte especial, que es un tipo de arrastre diferente, un trineo bentónico. Tiene 2.4 metros por 0.9 y se arrastra por 40 minutos, pero se debe observar a través de una ecosonda que no haya rocas o bordes muy profundos”, apuntó Vega Cendejas.

De acuerdo con Cecilia Enríquez Ortiz, investigadora de la Unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investigación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UMDI UNAM) unidad Sisal, el arte de la toma de muestra del fondo con un trineo bentónico en las grandes profundidades es muy distinto al que se realiza con una red de pesca común.

“El trineo básicamente es una red que fue diseñada para la investigación, con el que se baja de una forma muy precisa y lenta una canasta para tomar una muestra pequeña pero muy valiosa de los organismos que viven en el fondo marino”, apuntó.

Retos metodológicos en las zonas abismales

Laboratorio-de-Taxonomía-y-Ecología-de-Peces-del-CINVESTAV-Mérida.jpgEl Cinturón de Perdido se caracteriza por pequeñas montañas y al arrastrar el trineo bentónico puede atorarse o romperse, por lo que se requiere ver que el arrastre se realice en una zona adecuada.

En caso de atrapar un organismo muy grande, se realizan mediciones y tomas de fotografías para su registro y se devuelve al mar o se pasa a otro grupo de investigación, según lo requieran. “Se trata de subirlo muy lentamente para que no sea tan brusco el cambio de presión. Se tarda como dos o tres horas en la bajada y la subida es también lenta”, indicó Vega Cendejas.

El problema metodológico al que se enfrentan los investigadores durante la extracción es que al subir un organismo a más de mil metros, el cambio de presión provoca que su boca y estómago puedan salir expulsados. “Hemos estado muestreando hasta 900 y tres mil 500 metros de profundidad, donde los organismos colectados son muy sensibles y presentan una textura muy delgada”, expresó.

En el Cinturón Plegado de Perdido se realizaron muestras en 15 estaciones, donde se obtuvo un registro de 72 especies en las zonas costeras. “En las zonas más profundas es menor la riqueza pero son especies únicas, por lo que es una contribución al conocimiento de estas. Hay algunas que no se pudieron revisar ni identificar, por lo que se tomarán muestras para ver si a través del ADN podemos determinar a qué especie pertenece”, indicó.

Los resultados se han recopilado para establecer bases de datos y realizar análisis de información. En lo que resta del año se realizarán dos cruceros oceanográficos que se suman a los tres realizados hasta el momento.

Laboratorio de Taxonomía y Ecología de Peces

Las investigaciones del Laboratorio de Taxonomía y Ecología de Peces del Cinvestav Mérida tienen el propósito de contribuir al conocimiento de la ictiofauna y el funcionamiento de los ecosistemas acuáticos en general, de acuerdo con Vega Cendejas.

Durante su trayectoria académica, la investigadora ha participado en más de 40 proyectos de investigación y ha contado con el financiamiento de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma) y Petróleos Mexicanos (Pemex), entre otros.

Estos estudios han contribuido a un mejor conocimiento de las reservas de la península de Yucatán, en sitios como Celestún, Yukalpetén, Río Lagartos, Calakmul, Holbox y Bocas de Dzilam, así como el sureste del golfo de México.

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arroba14010contacto 1 Dra. María Eugenia Vega Cendejas
Responsable del Laboratorio de Taxonomía y Ecología de Peces
Cinvestav, unidad Mérida

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