El extraordinario tiburón toro de Cabo Pulmo
Por Joel Cosío
La Paz, Baja California Sur. 18 de agosto de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Un grupo de investigadores del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor), en colaboración con Pelagios Kakunjá, estudia los efectos del buceo sobre el comportamiento del tiburón toro (Carcharhinus leucas) y evalúa el impacto económico de la especie en el Parque Nacional Cabo Pulmo.
El tiburón toro es una especie emblemática de la actividad turística de buceo de avistamiento en México y en particular Cabo Pulmo, por tal motivo, los especialistas pretenden sentar las bases para garantizar la sustentabilidad del recurso natural, a través de la práctica adecuada de la actividad ecoturística.
“El Parque Nacional Cabo Pulmo está proporcionando un nuevo servicio turístico de mucha popularidad, el buceo con el tiburón toro, pero aún no se ha evaluado el valor económico que representa este recurso para la comunidad y para el parque nacional. Asimismo, surge la necesidad de llevar a cabo esta actividad de la mejor forma posible para garantizar su sustentabilidad en el largo plazo, para ello es necesario saber si esta actividad produce un efecto sobre el comportamiento del tiburón toro y cuantificar este efecto”, explicó Carmen Pasos Acuña, becaria del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en el programa de maestría en ciencias en uso, manejo y preservación de los recursos naturales del Cibnor.
Para la valoración económica del recurso, los especialistas utilizaron una metodología basada principalmente en el análisis de costo de viaje por persona, desde su lugar de origen hasta Cabo Pulmo, obteniendo aspectos como el perfil del turista, origen, preferencias y nivel de satisfacción de la experiencia, entre otros.
“El resultado del análisis de la evaluación económica nos arroja que el recurso final en Cabo Pulmo está valorado en ocho millones de dólares anuales. Asimismo, tenemos aspectos, como el perfil de turistas, quienes son mayoritariamente hombres entre 30 y 50 años, el lugar de origen de los visitantes, de los cuales la mitad son turistas nacionales y, con relación al extranjero, principalmente son de Estados Unidos”, apuntó Pasos Acuña.
El estudio destacó que los turistas tienen una alta predisposición de elegir Cabo Pulmo para la práctica del buceo con tiburón toro, porque en el sitio son aprovechados los movimientos migratorios de la especie para realizar la práctica de avistamiento sin la necesidad de atrayentes, es decir, sin añadir al medio carnadas orgánicas, en lugar de ello, para encontrar a los animales, se estudian las temporadas de mayor abundancia de la especie y los sitios que mayormente frecuenta en el arrecife del parque nacional.
“La percepción que tienen los turistas es que es muy seguro bajar a bucear con los tiburones porque los guías de Cabo Pulmo les proporcionan orientación para llevar a cabo el buceo e información sobre la especie”, señaló la doctora María del Carmen Blázquez Moreno, investigadora del Cibnor y codirectora del proyecto.
En la etapa actual del estudio, los especialistas tienen resultados preliminares sobre la evaluación económica y están analizando los datos sobre el comportamiento del tiburón toro.
Para evaluar el comportamiento del animal, realizaron 450 buceos con grupos de turistas y buzos entrenados, para indagar si existen diferencias relacionadas con el número de buzos y el comportamiento de los tiburones en la interacción buzo-tiburón.
Los investigadores están implementando un protocolo de observación en el que definen pautas de comportamiento del tiburón toro, su abundancia y el tipo de situaciones en las que se dan.
“En cada inmersión se cuantificaba la frecuencia de cada pauta de comportamiento observado abajo del agua, tanto de los buzos como de las reacciones de los tiburones. En este momento, los análisis exploratorios indican que cuando se incrementa el número de buzos, disminuye la cantidad de veces que se avista el tiburón merodeando”, mencionó Pasos Acuña.
Los resultados preliminares indican que el buceo con el tiburón ha tenido mayor éxito con la implementación de estrategias de observación no invasivas.
“Estamos observando que es mucho más significativa la estrategia de observación que el número de buzos; grupos de muchos buzos han tenido mayor éxito en el avistamiento de animales, implementando una estrategia de observación, que no disturbe a los animales, que consiste —por ejemplo— en colocar el abdomen en el fondo de arena, formar una línea detrás del guía y evitar movimientos bruscos. Por el contrario, en ocasiones, cuando los grupos están dispersos e incluso siguen al tiburón, con cámaras, este último se retira del área de avistamiento”, explicó Pasos Acuña.
Adicionalmente, los investigadores colocaron cámaras para observar el comportamiento del tiburón toro en tres escenarios: sin presencia, con presencia mínima y con una alta presencia de buzos.
“Tenemos que analizar los datos para ver si la abundancia o el comportamiento varía en los sitios en donde nunca van buzos, los que son poco frecuentados y en donde la afluencia de turistas es mayor, es decir, cómo cambian las pautas de comportamiento de la especie con y sin presencia humana”, explicó la doctora Blázquez Moreno.
“Parece que lo más importante es mantenerse estático y tranquilo, en el fondo, tratando de no perturbar el campo de visión del entorno del tiburón, logrando que el tiburón se comporte lo más natural posible y evitando así comportamientos de evasión, porque el tiburón no presenta comportamiento curioso hacia las personas”, finalizó.
La información que se genere en la investigación será otorgada a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), prestadores de servicios y la comunidad pesquera del Parque Nacional Cabo Pulmo.
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