Zoológico de Guadalajara, más de 300 especies en conservación
Por Pablo Miranda Ramírez
Guadalajara, Jalisco. 11 de abril de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- Bajo los árboles, la sombra proyectada sobre las piedras parece un lugar fresco para descansar, y su pelaje marrón y grisáceo lo ayuda a pasar casi inadvertido ante los curiosos. Es el lobo mexicano, un mamífero en peligro de extinción que se recupera favorablemente y que forma parte de los cuatro mil especímenes que se conservan en el Zoológico de Guadalajara.
Con tres décadas de historia, esta institución trabaja en la conservación de más de 300 especies del reino animal, como mamíferos, reptiles, peces y aves, a lo largo de 55 hectáreas que comprenden sus instalaciones, localizadas en la zona norte de Guadalajara, donde además colinda con la Barranca de Huentitán.
“Uno de los principales objetivos del Zoológico de Guadalajara es la conservación de las especies, en nuestro caso nos corresponde la conservación ex situ, es decir, conservarlas fuera de su hábitat natural pero llevando a cabo esfuerzos técnicos para desarrollar métodos que puedan ser usados en vida silvestre y ayuden a las poblaciones en peligro”, señala Luis Soto Rendón, encargado del área de pingüinos y primates del zoológico.
El veterinario señala que el zoológico cuenta con especies que se consideran en peligro de extinción, como orangutanes (Pongo pygmaeus), tigres de Bengala (Panthera tigris tigris) o el gorila de las tierras bajas (Gorilla gorilla), animales a los que se les brinda cuidados para mantener su calidad de vida.
Canis lupus baileyi) y también en otras especies, como los pingüinos: “Somos la única institución en Latinoamérica que tiene la especie de pingüino adelia (Pygoscelis adeliae) y la primera en reproducirlos en cautiverio en el continente”.
Soto Rendón agrega que la institución ha tenido casos de éxito de reproducción en mamíferos como orangutanes, chimpancés y lobo mexicano (Con más de un millón de visitantes al año, según el veterinario, el zoológico también aboga por promover el acercamiento a los animales a través de la educación, por lo que la institución también se relaciona con planteles educativos; por otra parte, dentro del parque existe la Central de Investigación Animal (CIA), un museo interactivo dedicado a los más pequeños, entre otras atracciones más.
“Nuestro objetivo es ofrecer el mejor cuidado y bienestar animal a las especies que tenemos y además ofrecer una oportunidad de educación a la gente que nos visita en cuanto a la conservación de estas especies”.
Diversión y cuidado animal
Observar el comportamiento de los animales desde las alturas es una opción dentro del zoológico de Guadalajara. Dentro del parque hay varias opciones para apreciar los especímenes que se conservan, puede ser a pie, en teleférico o a través del transporte especial que sigue una recorrido específico por todo el terreno.
El zoológico cuenta con áreas temáticas para aves, reptiles y serpientes, un acuario, e incluso una ruta especial a manera de safari que permite interactuar directamente con animales como jirafas y observar otras especies, como los rinocerontes, en su hábitat. También existe un apartado especial que simula las condiciones en que viven los pingüinos.
Entradas: Paseo del Zoológico 600 y Calzada Independencia 4510. Colonia Huentitán el Alto, Guadalajara, Jalisco. Horarios: Temporada escolar: miércoles a domingo de 10:00 a 18:00 horas. Temporada vacacional: lunes a domingo de 10:00 a 18:00 horas. Precio de entrada: El precio de la entrada general es de 85 pesos para adultos y 50 para niños, y pueden adquirirse distintos paquetes dependiendo de las atracciones elegidas. |
“Es una oportunidad única de ver una especie que se ubica en la parte de la Antártida y hemos replicado ese espacio prácticamente en su totalidad para poderlos mantener aquí”, asegura Soto Rendón, quien menciona que estas aves y los gorilas son sus especies favoritas.
Para el veterinario, acudir al zoológico tapatío es una experiencia interesante debido que dentro de las instalaciones se exhiben animales que están en riesgo de desaparecer, por ejemplo especies del grupo de los primates, como los gorilas de tierras bajas o los orangutanes, y que no se encuentran con facilidad en otras instituciones similares del país.
El especialista señala que también se trabaja en fortalecer la relación con otras instituciones para elaborar investigación en torno a los animales, por lo que ya hay acercamiento con organismos interesados en la conservación y estudio de las especies que se albergan en el zoológico tapatío.
Emblema de fauna mexicana
El rescate del lobo mexicano es uno de los objetivos en los que colabora el Zoológico de Guadalajara y desde 1997 esta institución se integró al Programa Binacional de Conservación del Lobo Gris Mexicano, por lo que es una de las sedes que alberga estos animales que aún se encuentran en peligro de extinción.
A finales del siglo pasado se registró un descenso en la población de lobo mexicano en vida silvestre, por lo que se le consideró virtualmente extinto en su hábitat natural en México; sin embargo, gracias a programas como en el que participa el zoológico tapatío, se ha logrado que este animal logre reproducirse en cautiverio para eventualmente integrarse a la vida salvaje.
El Zoológico de Guadalajara participa de manera activa siendo albergue de los animales, explica Soto Rendón, por lo que durante periodos recibe lobos en distintas condiciones, es decir, en ocasiones otras instituciones transfieren camadas de estos caninos para reproducción o solo para que sean cuidados durante su etapa de vida más avanzada.
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) estima que existen cerca de 300 especímenes de lobo mexicano albergados en distintas instituciones de México, y recientemente, en 2014, se registró el primer nacimiento de crías de una pareja de lobos que fueron criados en cautiverio y liberados en vida salvaje. Actualmente el zoológico tapatío tiene una pareja de lobos con cuatro crías.
Empleado del zoológico desde hace 14 años, Luis Soto Rendón asegura que le han tocado diversas anécdotas ocurridas dentro de la institución y entre las más emocionantes ha experimentado el nacimiento de una cría de orangután en pleno 1 de enero.
“A veces le es difícil a otras personas entender esto, porque pasamos mucho tiempo aquí. Para nosotros, los animales del zoológico también son parte de nuestra familia y si se enferman, no nos vamos hasta que se sientan mejor. Si se sienten mal o están decaídos, nos quedamos con ellos hasta que los vemos en mejores condiciones”, exclama el veterinario.
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